MADRID.- El presidente de Repsol, Antonio Brufau, acusó hoy al Gobierno argentino de haber llevado a cabo una campaña de "hostigamiento, coacciones y filtraciones interesadas y planificadas" para provocar el derrumbe del precio de YPF y facilitar así su expropiación a precio de liquidación.
En rueda de prensa, Brufau calificó la intención del Gobierno argentino de nacionalizar YPF de acto "absolutamente ilegítimo e injustificable", y relacionó esta actuación con el descubrimiento del yacimiento "Vaca Muerta", uno de los más importantes de los últimos años.
El titular de la petrolera española anunció que recurrirá al arbitraje internacional y exigirá una compensación "pronta" por las acciones expropiadas, al menos por la misma cantidad que la que le correspondería a los accionistas de acuerdo con la ley y que la compañía cifra en 46,55 dólares por acción, lo que supone valorar YPF en 18.300 millones de dólares.
En su opinión, los importantes hallazgos de hidrocarburos no convencionales realizados en Argentina son "muy golosos" y hay gente que opina que no se pueden dejar en manos de quienes, como YPF, tienen derecho a gestionarlos.
En este sentido, Brufau aseguró que Repsol ha recibido por escrito ofertas "interesantes" para participar en YPF.
Brufau indicó que pese a sus reiterados intentos de reunirse con la Presidenta argentina, Cristina Fernández, para tratar de buscar una solución negociada al conflicto desatado en torno a YPF, ésta se negó.
"He pedido poder hablar con Cristina para intentar saber qué es lo que quiere y cómo podíamos todos llegar a acuerdos. No ha sido posible porque está muy ocupada. No he tenido oportunidad de verla", lamentó Brufau, quien recordó que el país trasandino tampoco quiso escuchar al Gobierno español.
El presidente de Repsol ha criticado también el asalto a la sede de YPF protagonizado ayer por funcionarios argentinos, a los que vieron "echando a nuestra gente y tomando el control de la compañía antes incluso de que la presidenta acabase de explicar el decreto de expropiación".
"Estos actos no quedarán impunes", insistió la cabeza de la firma, quien ha recordado que el representante del Estado argentino en el directorio de YPF "ha apoyado a lo largo de una década todas y cada una de las decisiones" adoptadas por éste.
En su opinión, la intención de expropiar YPF también está relacionada con la profunda crisis económica y social por la que atraviesa Argentina, consecuencia, entre otros motivos, de malas decisiones en política energética.
"Esta no es la Argentina querida. La gente argentina merece más cosas que las que estamos viendo", dijo Brufau, quien ha expresado su respecto a la sociedad argentina.
Ha defendido las inversiones realizadas en Argentina y ha insistido en que se trata de una decisión "discriminatoria" porque la nacionalización sólo afecta a YPF y porque, dentro del capital de ésta, sólo a las acciones en manos de Repsol.
"¿Cómo se nos puede decir que somos el único responsable?. Si esto no es discriminación, ¿qué es?. Somos una compañía española y hay ganas de bronca", aseveró Brufau, en referencia a la situación energética del país y a la focalización de los problemas en YPF.
Actualmente, Repsol controla el 57,4 % del capital de YPF, compañía de la que el Ejecutivo argentino pretende ahora controlar el 51 % mediante la expropiación de sus acciones.