De izq. a der., Thabo Mbeki, Luiz Inacio Lula da Silva, Felipe Calderón, Hu Jintao y Manmohan Singh, en Sapporo, Japón. |
Los líderes del grupo de países emergente, el G5 -que reúne a Brasil, China, India, México y Sudáfrica- expresaron su preocupación por los altos precios de los alimentos y los combustibles a nivel mundial.
El enviado especial de la BBC a la cumbre del G8 en Japón Rogelio Wassermann informa que luego de sostener una reunión de dos horas, los dirigentes de esos países reclamaron a las naciones industrializadas y a las organizaciones internacionales que estudien los referidos problemas y presenten soluciones.
"La economía global sigue creciendo, pero a un nivel más lento que en años anteriores", manifestaron, en un comunicado dado a conocer en Sapporo, Japón, durante una reunión paralela a la cumbre del grupo de países más industrializados, G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia).
"Hasta ahora, la mayoría de las economías emergentes y en desarrollo han demostrado ser resistentes a estas circunstancias adversas", continúa la declaración política.
"Sin embargo, la comunidad internacional, en su totalidad, enfrenta importantes desafíos políticos para mantener la estabilidad financiera y mitigar los riesgos económicos globales".
El grupo de países emergentes propone al G20 como un foro adecuado para mejorar la coordinación política "no sólo entre las economías desarrolladas sino también con las economías de mercado emergentes".
El G20 está integrado, además de por los miembros del G5, por Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Canadá, Corea del Sur, Francia, Indonesia, Italia, Japón, Rusia, Turquía, Reino Unido y el resto de la Unión Europea.
El presidente de México, Felipe Calderon, quien este año es el coordinador del G5, destacó que "la voz de los países miembros del Grupo de los Cinco representa a casi el 45% de la población mundial".
Seguridad de los alimentos
Los líderes del G5 plantean que el incremento mundial de los precios de los alimentos presenta un nuevo desafío en la lucha contra la pobreza y el hambre.
En su opinión, "el mundo produce suficientes alimentos, pero no suficientes personas tienen acceso a ellos".
Una de sus principales críticas está dirigida a los gobiernos de los países desarrollados que ofrecen grandes subsidios a sus agricultores.
Este apoyo "que distorsiona el comercio (...) ha obstaculizado el desarrollo de la capacidad de producción de alimentos en los países en vías de desarrollo, reduciendo críticamente sus posibilidades de reaccionar a la actual crisis", señala el G5.
Como respuesta, piden que se establezca "un régimen comercial internacional justo y razonable de productos agrícolas y que se concluya la Ronda de Doha con compromisos significativos de reducir los subsidios agrícolas".
También instan a los países desarrollados a incrementar su ayuda de emergencia para hacer frente al hambre y la pobreza.
Otros temas
El G5 igualmente expresó su preocupación por temas como el cambio climático y la seguridad energética.
El grupo le pidió a la comunidad internacional, en especial a los países más ricos, que promueva "patrones de consumo sostenible".
También señaló que "la seguridad energética es esencial para garantizar el crecimiento ininterrumpido de la economía global".
Según el G5, para lograrlo es necesario fortalecer la cooperación global relativa al desarrollo y a la utilización de la energía, poniendo énfasis en la energía renovable y en la eficacia energética.