Sábado 17 de mayo de 2008.
Lo que ayer se suponía, sería una reunión entre el director de la sede, Ricardo Bocaz, y los delegados de cada una de las siete carreras que imparte la Universidad La República (Ulare) en Chillán y San Carlos, gradualmente se fue transformando en una asamblea ampliada, a la cual llegaron cerca de doscientos jóvenes, todos ansiosos por conocer la situación del plantel, tras el anuncio de cierre decretado por la Junta Directiva.
Lo primero que hizo Ricardo Bocaz fue leer la declaración pública que sacó antenoche la Junta Directiva, presidida por Ricardo Villavicencio.
En ella, se comunica que el plantel continúa su normal funcionamiento, desmintiendo categóricamente las noticias difundidas sobre el cierre de la Ulare. En este punto, Bocaz aclaró que de acuerdo a lo informado por el abogado del Consejo Nacional de Educación Superior, ningún plantel del país puede cerrarse automáticamente.
"Se trata de un proceso que requiere planificación", indicó.
Otro punto importante que comunicó la Junta Directiva, es la decisión de no factorizar los valores en cartera, para evitar, en un futuro, cobros por servicios que no se presten.
También se recurrirá a la figura jurídica del convenio judicial preventivo, que congelará los pasivos, para así, evitar la quiebra.
La instancia nacional respaldó, además, el normal funcionamiento de las ocho sedes del país (que totalizan 2.695 alumnos), las que en principio, continuarían, a lo menos, hasta fin de año, compromiso que Ricardo Bocaz selló personalmente con los presentes en la asamblea.
NEGOCIACIONES.
Si bien la sede Ñuble baraja tres opciones (que aparezca un socio inversor, y la casa de estudios arregle su situación, las más lejana; convertirse en corporación regional, lo que es un tanto difícil, pues significaría empezar de cero y depender de otro plantel, que actuaría como examinador; y reubicar a los estudiantes en otra universidad), es esta última la que los estudiantes ven con mayor viabilidad.
"Creo que en este punto, debemos actuar como bloque y no irnos en aventuras personales, pues en la unión está nuestra principal ventaja.
Si somos muchos estudiantes, podremos negociar con las universidades condiciones como la convalidación de ramos y otras cosas", señaló el alumno de Sicología, Juan Pablo Choribit, durante la asamblea. Al respecto, Bocaz indicó que se están manteniendo conversaciones con dos universidades acreditadas, a las cuales ya se les envió una propuesta, la cual consistiría en hacerse cargo de la sede y en establecer comisiones bipartitas para asegurar la convalidación del máximo de asignaturas.
AÑO ACADÉMICO COMPRIMIDO.
Lo que no gustó mucho a los estudiantes, fue la decisión de la dirección general de acelerar el término del año para los cursos terminales, es decir, comprimir las horas de práctica, tesis y preparación de exámenes de grado, con el objetivo de que estén listas en octubre, y no en diciembre, asegurando así una titulación antes de fin de año.
"Eso implicaría hacer dos prácticas en el tiempo de una, más la tesis y la preparación del examen de grado. No es algo tan simple como parece", aseveró el presidente del Centro de Alumnos, Rodrigo Acuña.
Otro tema que inquieta a los jóvenes, es el de la validación de sus ramos cursados. Varios han tratado de cambiarse a otras universidades, y no han podido, pues les exigen los sellos, los que no están siendo entregados por Santiago. Ante ello, Ricardo Bocaz ofreció protocolizar dichos papeles ante notario, lo que no convenció mucho a los asistentes. |