Domingo 11 de Mayo de 2008
18:39
EFE
PUERTO MONTT.- Los miles de evacuados de la provincia chilena de Palena, que dejaron atrás sus hogares para huir de la erupción del volcán Chaitén, siguen pendientes de la evolución del fenómeno, que marcará en los próximos años el futuro de una región que vive de sus aguas, tierras y ganado.
La erupción del volcán, tras 10.000 años de silencio, rompió el pasado 2 de mayo la calma de los habitantes de Chaitén, el pueblo de 4.500 habitantes entre islas, ríos, senos y fiordos.
Alejados del ruido de la ciudad y comunicados con el resto del país a través de pequeños barcos, aviones o caminos que los llevan a la más austral región de Aysén, pero no directamente al resto de Chile, los vecinos de Chaitén han vivido de la naturaleza.
Ahora, las cenizas que emanan de volcán han pintado un sombrío panorama para el futuro de la agricultura, la ganadería y la pesca. La presidenta Michelle Bachelet ya anunció que el Gobierno ayudará con bonos a los trabajadores del sector primario y mantendrá el salario y cargos a los funcionarios públicos, una medida que animó a adoptar también a las empresas del sector pesquero, en especial a las salmoneras.
José Tadeo, un chaitenino que se dedica a la pesca extractiva, aseguró a EFE que el material que ha expulsado el Chaitén afectará a esa actividad durante uno ó dos años, mientras las consecuencias para la agricultura pueden ser peores, ya que "el suelo está hecho una capa de cemento" por la ceniza endurecida, según explicó.
Sin embargo, algunos expertos han advertido que, en caso de que el volcán llegara a expulsar lava, ese material contribuiría a aumentar, en el largo plazo, la fertilidad de la tierra, aunque eso implicaría también la destrucción total del pueblo y, con ello, de los hogares cimentados en el lugar desde la década de 1930.
Mientras, los ganaderos piden al Gobierno una solución para rescatar a sus animales de Chaitén, convertido en un pueblo fantasma hasta el que hoy se desplazó un avión de la Fuerza Aérea para dejarles alimento y agua, ya que al parecer los más grandes se están empezando a comer a los más pequeños.
Sumidos en la incertidumbre, los vecinos evacuados esperan a que el Gobierno concrete este martes el paquete de ayudas económicas ya anunciadas por Bachelet, mientras que en algunas localidades de la zona, como en la ciudad de Osorno, ya han ofrecido puestos de trabajo para los afectados, según informó la radio ADN.
Por su parte, el director del Servicio Nacional de Turismo, Óscar Santelices, aseguró que el turismo científico puede ser en el futuro una de las claves para reactivar la economía de la zona, donde cerca del 10 por ciento de las empresas se dedican a actividades relacionadas con la naturaleza, como el "rafting", la pesca deportiva o los paseos a caballo.
Pero, más allá de la economía, el despertar del volcán también puede trastocar el desarrollo de la agenda política.Gabriel Ascencio, diputado de la oficialista Democracia Cristiana, consideró hoy conveniente aplazar las elecciones municipales, previstas para el próximo octubre en el área afectada.
Además, está previsto que mañana se reanuden las clases, tanto para los niños evacuados, que acudirán a diferentes colegios de la zona, como para aquellos matriculados en los centros que desde el pasado sábado acogieron a centenares de afectados, y que hoy celebraron el Día de la Madre entre el dolor y la esperanza.