Cuentan que Winston Churchill fue invitado a su antiguo colegio de Harrow, para que transmitiera su experiencia a los alumnos. El auditorio estaba totalmente lleno y había una gran expectación por su discurso. Al empezar, sacó una hoja y dijo: Nunca, nunca, nunca, nunca, te des por vencido . Hizo una pausa, guardó el papel y tomó asiento. Por unos segundos, el auditorio, desconcertado, se mantuvo en silencio, pero luego vino una gran ovación".
Con esta anécdota, que alude a la perseverancia, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfredo Ovalle, abrió su discurso del martes en la Enade, la más importante de las citas del empresariado chileno. El auditorio estaba totalmente lleno. Pero, a diferencia de lo que ocurrió con la alocución de Churchill, la expectación por el mensaje de Ovalle era escasa. Sin embargo, a minutos de comenzar, el dirigente gremial aseguró que en Chile se respira "un aire enrarecido" y agregó: "La desconfianza se presenta cada vez con más fuerza".
Por unos segundos, el auditorio, desconcertado, se mantuvo en silencio. En este caso, al término de la alocución no hubo ovación. Por el contrario, la molestia fue evidente entre varios de los asistentes.
Metros más allá, la Presidenta Michelle Bachelet escuchaba atenta las palabras de Ovalle. Era la principal invitada al evento y, según uno de los asistentes que estaba sentado en primera fila, al comienzo la Mandataria pareció sorprendida. "Después se veía francamente molesta", grafica.
Ni la Presidenta ni los empresarios ni nadie esperaban un discurso tan duro como el que pronunció esa tarde el líder de la CPC, en el más confrontacional de sus mensajes desde que asumió la cabeza de la patronal, a fines de 2006.
Ovalle criticó las iniciativas en materia de legislación, la actitud del Gobierno frente al movimiento sindical, la actuación de la Dirección del Trabajo (DT), las incertidumbres en torno al crecimiento, y hasta le pegó algunos palos al Ejecutivo por los errores en el Transantiago, Ferrocarriles y Chiledeportes (ver recuadro).
¿Moderado?
Hasta la tarde del martes, Alfredo Ovalle era considerado uno de los más conciliadores de los seis dirigentes que conducen las ramas de la CPC, al igual que los líderes de la Sofofa, Bruno Philippi, y de la Asociación de Bancos, Hernán Somerville. De hecho, cuando el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) asumió la titularidad de la patronal, se elogió su disposición para llegar a acuerdos. "La actitud con el Gobierno será de absoluta cooperación en todas las cosas que estimemos son importantes para el país y el empresariado", dijo al momento de tomar el cargo.
Tomaba distancia así del estilo directo y más crítico de las otras tres ramas de la CPC: la Cámara Nacional de Comercio (CNC), la Cámara de la Construcción y la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
Por eso el desconcierto y la molestia generalizada con el dirigente, sobre todo en el Gobierno, pero también en parte de la Alianza y en el empresariado. Incluso en los días posteriores, tanto los voceros de la Sofofa como de la Asociación de Bancos tomaron distancia del presidente, quitándole piso a sus críticas y dejándolo virtualmente aislado en su postura, considerando sobre todo que la intervención en Enade amenazaba el esfuerzo de años por cultivar las mejores relaciones con el Ejecutivo. "Cada uno tiene sus formas de decir las cosas. Tenemos que seguir conversando, que nos escuchen, que nos reciban, entonces, ¿qué logramos con lo contrario?", se cuestionó Somerville, el antecesor de Ovalle.
Confusión de roles
¿Qué pasó entonces para que Ovalle se "diera vuelta la chaqueta"?, como describe la situación uno de sus cercanos. Al interior de la CPC aseguran que la respuesta se encuentra en Agustinas 1253, donde están ubicadas las oficinas de la DT. Según fuentes de la patronal, la fiscalización de este organismo a la gran minería y los informes que comenzó a entregar esta semana, en donde obliga a Codelco a internalizar a miles de trabajadores contratistas, fueron determinantes en el tono y las palabras que escogió Ovalle para su discurso en la Enade. "Fue tocado en su sector, que es la minería", precisa un empresario.
Según cuentan en la CPC, la tesis que circula en los pasillos de Monseñor Sótero Sanz 182 la sede la multigremial es que las grandes mineras presionaron para que el mensaje hacia el Gobierno fuera más crítico y confrontacional, acentuando sus desaciertos. Por eso el énfasis en la interpretación de la Ley de Subcontratación y las menciones, que muchos consideraron excesivas, al Transantiago y Chiledeportes.
"A los empresarios mineros les preocupa sobremanera la forma en que la DT está interpretando la legislación. Porque ahora que el precio del cobre está alto, esa opción es viable. ¿Pero qué pasará cuando se cotice en su nivel normal? Ahí será inviable y todos esos trabajadores que están obligando a contratar ahora van a quedar sin pega", explica la misma fuente.
Apenas cinco días antes de la Enade, Diego Hernández, presidente de Metales Base de BHP Billiton que en Chile opera las minas Escondida, Cerro Colorado y Spence , había acusado al Gobierno de enviar "señales confusas" respecto a la Ley de Subcontratación, utilizando una dureza que, por lo visto, fue un preámbulo del tono que utilizó el líder de la CPC. "Necesitamos señales claras y coherentes. No podemos tener mensajes contradictorios", sostuvo el ejecutivo.
Según un empresario industrial, "Alfredo se confundió en sus roles. Pensó que estaba hablando como presidente de la Sonami y no como el líder de los empresarios".
Pese a que las grandes empresas del sector están agrupadas en el Consejo Minero, muchas de ellas, como Xstrata Copper, Anglo American, Barrick y BHP Billiton, son además parte de las empresas asociadas a la Sonami, que agrupa también a las medianas y pequeñas. Pero son las más grandes las preocupadas con la fiscalización de la DT, porque, una vez concluida la fiscalización a Codelco, se entregarán los informes de compañías privadas como Escondida y Collahuasi. Según afirman en la CPC, fueron los ejecutivos de las grandes mineras quienes asesoraron a Ovalle en la elaboración del mensaje.
Un empresario del sector asegura que la sorpresa fue mayúscula porque Ovalle, siempre moderado, nunca había pronunciado un discurso en ese tono. "Ni siquiera cuando en el Gobierno de Ricardo Lagos se tramitó el royalty fue tan peleador ni alzó tanto la voz, y ese impuesto sí que les dolía. Pero esto de la DT lo alborota todo. Y la tribuna de la Enade para mostrarse fuerte y criticó era perfecta. Pero se le pasó la mano", afirma.
Mal asesorado
Nadie en la multigremial conoció con anterioridad el contenido del discurso. Ni siquiera los presidentes más cercanos a Ovalle, como Philippi o Somerville, lo habían leído. "¿Crees que si hubiéramos sabido lo que iba a decir habríamos mandado a la chucha a la niña que nos gusta?", ironiza una alta fuente de la patronal. "Es absurdo", agrega.
Después del impasse, en la CPC llegaron a la conclusión de que el incidente fue un lamentable "error comunicacional". Un autogol que terminó costándole caro, porque quedó aislado, sin el apoyo de sus pares y recibiendo dardos de todos lados.
"Es una lástima que lo hayan aconsejado mal. Él debería haber hecho hincapié en los aspectos positivos. Usó el término enrarecido, pero decir eso es fuerte porque es como sucio, poco transparente. Y todos sabemos que las palabras provocan los problemas. No hay nada más importante, en un discurso en donde está presente la Presidenta, que cuidar las formas. Y en el empresariado, en el último tiempo, nos hemos esforzado por hacerlo", sostiene el presidente de la Asociación de Concesionarios y consejero de Sofofa, Herman Chadwick.
"Probablemente esté de acuerdo en el fondo de su mensaje, pero no en el momento ni en la forma. Lo del Transantiago y Chiledeportes estuvo de más. Metió muchas cosas en un mismo saco. Pero todos nos podemos equivocar", agrega uno de los denominados "duros" de la CPC, el líder de los agricultores, Luis Schmidt.
Segundo condoro
Dos tropiezos en menos de siete días. Ese cálculo hicieron en la CPC tras el numerito de Ovalle en la Enade, que terminó generando un efecto bumerán. El otro impasse ocurrió el jueves 29 de noviembre, cuando el diario "La Tercera" publicó las declaraciones en las que el timonel de la CPC aseguraba que en la mesa de trabajo que establecieron con la CUT estarían dispuestos a estudiar el término del reemplazo en huelga en algunas de las ramas.
Apenas se hicieron públicos los dichos, el resto de los dirigentes de la CPC lo llamaron para hacerle ver su molestia, ya que nunca ha sido intención del empresariado ceder en este punto. Esa misma mañana se vio obligado a retractarse, afirmando que "nunca he señalado ese titular. Me va a traer muchas molestias porque el reemplazo en huelga, sobre todo en actividades como la minería, es una de las cosas que hace bien al país".
Por eso, cuando llovieron las críticas a su discurso en la Enade, enrostrándole el haber devuelto al empresariado a la era confrontacional de Ricardo Ariztía autor del inolvidable "déjenos trabajar tranquilos" que espetó al Presidente Lagos , varios recordaron el incómodo incidente de aquel jueves.
Alfredo Ovalle está consciente de que metió las patas. Si pretendía legitimarse frente a los empresarios, el efecto que consiguió fue el contrario. Por eso ya aseguró que en menos de una semana conversará personalmente con la Presidenta Bachelet.
De hecho, el mismo dirigente se vio obligado a reaccionar antes de tiempo y, el viernes, en Copiapó, admitió que "puedo haber exagerado en la forma", al tiempo que se manifestó inquieto por los efectos de su discurso. "Creo sinceramente que todo buen dirigente gremial debe tener la mejor relación con el gobierno, cualquiera que sea", admitió.
Al interior de la CPC confidencian que tendrán que buscar la manera de superar este impasse con La Moneda. "Aún no lo sabemos, pero es nuestra tarea más inmediata. Nos hemos preocupado por años por cultivar el diálogo y no lo vamos a dañar por un mal manejo comunicacional del presidente", aseguran. Otro consejero de la Sofofa afirma que si la molestia en el Gobierno fue por un tema de forma, "la manera de restablecer la relación también debe ser de forma".
¿Debe dar la CPC una explicación en conjunto? "Yo no tengo ningún problema con nadie. Pregúntele a Alfredo Ovalle, es él quien se vio afectado con este problema. Si alguien tiene que enviar señales, ese no soy yo", afirma categórico el presidente del comercio, Pedro Corona, dejando en claro que el timonel del empresariado se quedó más solo que nunca. LND