Críticas personales avivan la campaña presidencial de EE.UU.
(Según se acercan las primarias, los candidatos aumentan su retórica
negativa)
Por Michelle Austein
Redactora del Servicio Noticioso desde Washington
Washington - A menos de un mes de las primeras elecciones primarias que
determinarán los candidatos presidenciales, candidatos de ambos partidos
han aumentado las críticas que dirigen hacia sus adversarios.
La dinámica del sistema de las elecciones primarias motiva a los candidatos
a tratar de atraer a los votantes más decididos, explicó Pietro Nivola,
director del Programa de Estudios de Administración Pública de la
Institución Brookings en Washington, durante un foro organizado por la Liga
de Mujeres Votantes el 28 de noviembre.
"Como consecuencia de ello, a la hora de la verdad se reduce mucho la
distancia entre los candidatos, como vemos ahora... y la tendencia de
atacar al otro es sencillamente demasiado tentadora", dijo Nivola.
Este hecho es evidente entre los candidatos que se disputan la designación
del Partido Demócrata: la senadora de Nueva York Hillary Clinton y el
senador de Illinois Barack Obama. Las encuestas apuntan al triunfo de
Clinton a nivel nacional, aunque con menor ventaja que en meses anteriores.
En Iowa, primer estado en el que se celebrará la elección para la
designación, las encuestas revelan que la contienda es demasiado reñida
como para vaticinar los resultados.
Aunque al principio los candidatos aseguraron que sus campañas serían
positivas, en muchos actos recientes se han centrado en atacar los
proyectos políticos de sus adversarios. La batalla se libra también en
Internet: en la página electrónica de Clinton aparece The Fact Hub (
http://facts.hillaryhub.com/ ), que incluye las declaraciones falsas de
Obama con respecto a la asistencia sanitaria. El equipo de Obama lanzó la
página electrónica Hillary Attacks (
http://hillaryattacks.barackobama.com/) que documenta los ataques de la senadora contra este candidato.
"Lo que ha ocurrido en ambos partidos es que a medida que se acercan las
asambleas del partido en Iowa y otros actos, los candidatos que han ido
quedando en segundo y tercer lugar se han desesperado y han comenzado a
criticar al favorito", explicó Howard Reiter, profesor de ciencias
políticas de la Universidad de Connecticut, al Servicio Noticioso desde
Washington. "Hay una antigua norma en la política y es que si no criticas
al favorito, es muy probable que siga siendo el favorito. Es una práctica
que ha perdurado durante mucho tiempo".
Para los republicanos, esta pauta comienza a vislumbrarse en Iowa, donde el
ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee, antes considerado un candidato sin
apenas posibilidades de ganar, encabeza ahora algunas encuestas, aunque por
poco margen. Este hecho le ha convertido en el nuevo blanco de sus rivales,
quienes ahora critican las decisiones que tomó cuando era gobernador.
En el ámbito nacional, la situación es más complicada. Al principio de la
contienda por la designación presidencial del Partido Republicano, el ex
alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani, y el ex gobernador de
Massachusetts, Mitt Romney, a menudo eran considerados los candidatos con
mayores posibilidades de ganar la designación, y eran por tanto el blanco
de los ataques de los demás candidatos republicanos, así como de los que se
lanzaban entre ellos dos.
Pero ahora no hay ningún favorito inequívoco, con lo cual muchos candidatos
atacan al mismo tiempo a distintos adversarios. Por ejemplo, un anuncio
publicitario del ex senador de Tennessee Fred Thompson muestra antiguo
metraje de video en el que Romney, Huckabee y Giuliani realizan
declaraciones que contradicen sus posturas actuales sobre determinados
temas.
Las campañas negativas y las críticas personales contra los rivales
políticos son comunes tanto en las elecciones primarias como en las
generales. No son sólo las elecciones presidenciales las que se vuelven
negativas, sino que las contiendas por los escaños en el Congreso también
se caracterizan por sus ataques.
Cuando se pregunta en las encuestas, los estadounidenses responden que no
les gusta ver a los candidatos hablar negativamente de otros. Sin embargo,
los expertos en política aseguran que las pruebas indican que las campañas
negativas funcionan, motivo por el cual se siguen utilizando de manera
sistemática.
"A ninguno nos gusta cuando las personas critican a otras", dijo Sandy
Maisel, profesor de administración pública del Colegio Universitario Colby
en Maine, al Servicio Noticioso desde Washington. "Pero funciona".
Un motivo por el que los ataques funcionan es que los estadounidenses
quieren sentirse seguros, y los candidatos pueden demostrar su fortaleza
mediante una conducta agresiva, sobre todo cuando responden a las críticas
de otro candidato, explicó Drew Westen, profesor de psicología de la
Universidad Emory de Atlanta.
Westen, autor de la obra The Political Brain, que examina cómo los
políticos se relacionan emocionalmente con los electores, dijo al Servicio
Noticioso que si bien los ataques durante las campañas pueden ser una
herramienta eficaz, los candidatos tienen que utilizarlos de manera que los
comentarios negativos se relacionen únicamente con el adversario. Si hay
demasiada negatividad, el postulante al cargo puede ser caracterizado como
el "candidato enojado" y ese jamás gana, comentó Westen.
Los candidatos de las primarias también tienen que considerar cómo se verán
sus críticas si ganan la designación, opinó Maisel. La historia demuestra
que, si bien los candidatos pueden atacar a sus adversarios en las
primarias, a menudo necesitan la ayuda de estos para ganar las elecciones
generales.
Un candidato primario, "quiere ganar y para ganar puede que tenga que
atacar a su adversario en esta ronda", indicó Maisel. "Pero no debe hacerlo
hasta al punto que los partidarios de su adversario se nieguen a darle su
apoyo en las elecciones generales".
LAS CAMPAÑAS NEGATIVAS SE REMONTAN A LAS PRIMERAS ELECCIONES
"En las primeras décadas de este país, hubo algunas disputas bastante duras
entre los candidatos presidenciales", dijo Nivola.
Algunas de las primeras elecciones políticas en Estados Unidos fueron las
más encarnizadas. Los partidarios que apoyaban a John Adams en su
candidatura a la presidencia en 1796 calificaron a su adversario Thomas
Jefferson de cobarde, débil y de persona que no compartía los valores del
pueblo estadounidense.
Las elecciones de 1828 entre John Quincy Adams y Andrew Jackson fueron de
las más encarnizadas en la historia del país. Los partidarios de Jackson
tildaron de "proxeneta" a Adams, alegando que éste había convencido a una
mujer para tener una aventura amorosa con un líder ruso. El equipo de Adams
contraatacó acusando a la mujer de Jackson de ser una prostituta. Los
partidarios de Adams también calificaron a Jackson de "borrico" y emplearon
la imagen de un burro a modo de ilustración.
En un giro irónico, a Jackson le gustó tanto la imagen del burro que empezó
a utilizarla en los materiales de su propia campaña. Hoy, la imagen del
burro se emplea generalmente para representar el Partido Demócrata.
(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de
Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de
Estados Unidos. Sitio en la Web:
http://usinfo.state.gov/esp)