Demudación, falta de límites, trasposición de valores, cambios de moral y reemplazo de imágenes positivas, son los nuevos principios que imponen la falta de dignidad, apostando a una ficticia normalidad.
Litigantes conductas, dentro de prácticas de desgobierno conducidas por el Señor Kirchner, se podrían encuadrar dentro de la filosofía como hedonismo psicológico, definiendo esta personalidad como el placer individual, único e imperativo como un fin personal. Bajo estas consignas resulta entendible las medidas tomadas por la gestión hegemónica.
Poder + Mezquindad = Inequidad
Violencia + Permisividad = Inseguridad
Cruda calamidad que afrontan a diario los ciudadanos, expuestos a una inseguridad creciente, la que con hechos cada vez más perversos no da sosiego a millones de argentinos, que como rehenes sufren los desvíos de un Estado complaciente con el delito.
Mientras el Presidente se encuentra preocupado por el precio del bife de chorizo y sacando cuentas de las sustanciosas retenciones que deberán pagar los ganaderos, los artículos de la canasta familiar aumentan escondidos detrás de falseados índices de precios y los bolsillos cada vez más flacos de un 60 % de la población, no puede cubrir sus necesidades básicas.
El visible deterioro de todas las áreas de responsabilidad del Estado, ausente de sus deberes y obligaciones, las que posterga dejando de lado la asistencia prioritaria y exponiendo en acción perseverante, recaudar pero no asistir a la comunidad.
Dentro de un entretenimiento de promulgación de leyes a medida de las estructuras del Poder, desestimando el intelecto de los ciudadanos, que a menester de impropios legisladores son burlados por superfluas como indecentes argumentaciones, disfrazadas de legalidad pero con consecuencias disgregantes tanto de principios morales como republicanos.
Amorales seudocongresistas, con impuestas e iluminadas dicciones, olvidan que llegaron a sus bancas por medio del voto popular y hoy encopetados, escurren sus compromisos sin resquemor, atentando sin resuello en pos de un áspero futuro.
Sindicalistas que detrás de imperios comprados amparan las desinteligencias del poder castrador, desoyen las necesidades de sus agremiados, juegan sus cartas sucias en beneficio de una larga y conveniente convivencia, extendida en el tiempo, dilapidando las oportunidades de bienestar de hombres y mujeres, priorizando únicamente su propio status de vida.
Traiciones a la Patria desde el lugar obtenido, se han generalizado, la corrupción devastadora abarca en su avance a un gran número de figurones no idóneos, cumpliendo las órdenes de la estructura rancia y autocrática, cuya única inclinación responde a propiciar la disputa urbana, con épicas alegorías de frentes piqueteros que a su disposición, interrumpen la paz diaria.
Transfuguismo aplicado a su estilo de vida, comparten una red de políticos convertidos en lacayos del inconsistente sistema, personajes de diferentes tipos y colores se prestan sin sentido común, a cometer ilícitos en perjuicio del soberano, acompañando a un desequilibrado y febril Presidente que los ha reunido a partir de estipendios denigrantes y hoy se manejan dentro de un esquema que haría enfurecer a los Padres de la Patria.
El auge de esta política aplicada como base fundamental, dentro de una burocracia corrupta de niveles exagerados, ha distorsionado completamente toda actividad estatal, aún funcionarios de poca monta, sin ningún tipo de remordimiento, han optado por esta costumbre popular, cobrar sus remuneraciones y no cumplir con sus funciones, total el control es nulo, así como el orgullo personal que alguna vez predispuso a los individuos. Eso que fuera llamado buenos antecedentes en lo laboral, ya no cuenta, no tiene importancia, los valores y la ética han sido suplantados por el servilismo que todo lo compra y todo lo da.
Los argentinos no se resignan a seguir escuchando sin perturbarse a un Ministro Arslanian, afirmar que la inseguridad se rige por una condición estacional, cuando el delito aumentó en forma desmedida sobrecargando la angustia de los bonaerenses o escuchando la voz del Primer Mandatario, alegando que la Justicia provincial debería ser ajustada por encontrarse poco equitativa con los ciudadanos de bien, luego que a lo largo de su gestión no había tomado el menor interés por el acuciante problema instalado en Buenos Aires y ahora reitera con pertinacia, tantas y repetidas falacias, para convencer a los ciudadanos de brindarle el apoyo necesario a su tan ansiada continuidad, algo que se encuentra muy lejos de las aspiraciones de un pueblo, el que solo tiene en mente un futuro próximo en el cual no habrá lugar para el populismo vergonzante y buscará una representatividad capaz de servirlo con honestidad, imponiendo la Justicia que permita el desarrollo humano en libertad, cumpliendo y haciendo cumplir la Constitución Nacional
Autor: Susana Sechi
Directora de La Historia Paralela