Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
- Siguenos en twitter: @rogofe47Chile
Santiago- Chile
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ, HA CREADO EL OBSERVATORIO POLITICO PARA DIFUNDIR LOS ASPECTOS RELEVANTES DE LA POLITICA PLURALISTA Y PARA ELLO NOS CONECTAMOS CON LOS PRINCIPALES REFERENTES MUNDIALES EN LA RED.DICTAREMOS CHARLAS , CONFERENCIAS DIRIGIDAS A ORGANIZACIONES, EMPRESAS, PERSONAS, PARTIDOS POLITICOS, ETC. PORQUE LA POLITICA ES DE LA ESENCIA DE LA DEMOCRACIA. FOMENTAMOS LA POLITICA 2.0, EL MARKETINGPOLITICO2.0 PUEDEN RESERVAR FECHAS EN FONO: cel: 93934521SANTIAGO-CHILE
La editorial francesa L'Harmattan acaba de publicar la traducción del libro del economista argentino Bernardo Kliksberg Ética para empresarios uno mas en la lista de sus best seller entre los que destaca su reciente Primero la gente, libro que ha escrito mano a mano con el Premio Nobel de Economía Amartya Sen.
Considerado como el padre de la gerencia social y pionero de la ética para el desarrollo, Bernardo Kliksberg, es la personalidad mundial mas destacada en el terreno de la responsabilidad social de las empresas.
Bernardo Klilsberg es autor de 63 libros y centenares de trabajos traducidos al ingles, francés, chino, ruso, árabe, hebreo y portugués.
|
Es también Asesor especial de la ONU, PNUD, UNICEF, FAO, UNESCO, Organización Mundial de la Salud, OIT, CAF, entre otros organismos internacionales.
Ha asesorado a Gobiernos, empresas, alianzas público-privadas, y organizaciones de la sociedad civil, de más de 30 países.
A su invitación, es actualmente el principal asesor en lucha contra la pobreza, e inclusión social, de los Presidentes de República Dominicana Danilo Medina, presidente entrante del CELAC, y del Paraguay Horacio Cartes.Es actualmente el asesor principal de la Dirección Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Asesor Honorario de la UNICEF, New York, Asesor especial en Desarrollo Socioeconómico de la Dirección Regional del PNUD para América Latina y el Caribe.
Preside la Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social Empresarial (integrada por 230 Universidades de 23 paises). Preside asimismo la Red Latinoamericana de Universidades por el Emprendedurismo Social (120 Universidades de 17 paises).
Es así mismo Asesor Principal de la Direccion Mundial del programa Scholas creado por el Papa Francisco.
El trabajo es un valor tan extraordinario que las ciencias, las letras y las artes existen gracias al trabajo y se han ocupado de explorarlo, analizarlo y exaltarlo. Parece lógico que se hayan interesado por él los economistas, pero sorprende constatar que lo investiguen además de los sociólogos y psicólogos, los físicos, neurólogos, filósofos, especialistas de ética y valores, teólogos bíblicos y de pastoral social, médicos de empresa, traumatólogos, abogados, historiadores, políticos, pedagogos, artistas plásticos como Velázquez con cuadros espectaculares sobre las Hilanderas o la Fragua de Vulcano, literatos con obras maestras como "El viejo y el mar" de Hemingway, etc. Hasta los místicos se sumergen y trascienden el sentido del trabajo, cuando proponen ser "contemplativos en la acción" como Ignacio de Loyola.
Cada cultura asocia el trabajo con algún otro valor. La cultura judía en el libro del Génesis lo asocia con el esfuerzo, "con el sudor de la frente", la cultura del cristianismo profundo lo asocia como Cristo con la dignidad humana diciendo que "digno es el obrero de su salario", y con la creatividad, diciendo metafóricamente que "Dios trabaja"; otras culturas lo asocian con obtención de riqueza, con la realización personal, con responsabilidad familiar y social, y así con otros valores. En todas las culturas el trabajo es un derecho humano y un deber existencial, porque el trabajo es condición de supervivencia. Sin trabajo es inútil aspirar al progreso, al bienestar y la calidad de vida.
La variedad de posibles trabajos y la diversidad frente a su identidad han obligado a filósofos y a responsables de instituciones y organismos internacionales como la OIT, a definir qué es el trabajo.
Es muy significativo que la OIT, cuando habla del trabajo se refiere al "trabajo decente", lo identifica con el adjetivo "decente". El Tesauro de la OIT define el trabajo como "el conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que producen bienes o servicios en una economía, o que satisfacen las necesidades de una comunidad o proveen los medios de sustento necesarios para los individuos. El empleo es definido como "trabajo efectuado a cambio de pago (salario, sueldo, comisiones, propinas, pagos a destajo o pagos en especie)" sin importar la relación de dependencia (si es empleo dependiente-asalariado, o independiente-autoempleo).
Y trabajo decente es un concepto que busca expresar lo que debería ser, en el mundo globalizado, un buen trabajo o un empleo digno. El trabajo que dignifica y permite el desarrollo de las propias capacidades no es cualquier trabajo; no es decente el trabajo que se realiza sin respeto a los principios y derechos laborales fundamentales, ni el que no permite un ingreso justo y proporcional al esfuerzo realizado, sin discriminación de género o de cualquier otro tipo, ni el que se lleva a cabo sin protección social, ni aquel que excluye el diálogo social y el tripartismo".
El trabajo es esencialmente acción transitiva, pasa del trabajador a la persona o elemento de la naturaleza o cosa que es objeto de nuestro trabajo. Los frutos del trabajo no están solamente fuera del trabajador en lo que ha transformado o creado y producido sean bienes, ideas o servicios, están también dentro de él mismo que crece en conocimientos, habilidades, destrezas y experiencias, en constatación de sus fecundidades y de su colaboración con la creación de Dios, contribuyendo al desarrollo de la humanidad y de la naturaleza.
Por el trabajo se alarga la vida, se embellecen los entornos y se crean vínculos de humanidad y humanización.
La Word Values Survey ha investigado la escala de valores sociales en varios países. La selección de países ha respondido a criterios en busca de mayor claridad en las posibles conclusiones al comprar unos y otros. Eligieron países ricos y pobres. Paraguay no estuvo incluido. En dicha investigación, el valor "trabajo" aparece en el segundo lugar de valores más apreciados. En primer lugar apareció la familia y en tercer lugar la amistad. Es interesante observar que en los tres países más ricos del mundo: Alemania, Japón y Estados Unidos, el trabajo está en tercer lugar y les anteceden la familia y la amistad...
¿Dónde ponemos los paraguayos el valor trabajo? Todos podemos opinar.
Quien se va a lucrar con la venta y el uso de la marihuana dice: "el uso de la marihuana es inofensivo", "fumar marihuana es menos dañino que fumarse un cigarrillo", "la marihuana da tranquilidad, permite que te relajes, te pone en onda", "fumar marihuana antes de la fiesta, o durante ella, te desinhibe, motiva, tranquiliza y permite que te diviertas". Mejor dicho: ¿no has oído que la marihuana es salud?
Pero el buen amigo, el padre o el médico le dirán que, si no es estrictamente necesario, evite su consumo. "Eso envicia", "eso es peligroso, perjudicial, te puede arruinar tu vida", "por favor: no lo hagas". ¿Hay algún vicio bueno?
Y la autoridad le dirá: "Pues, joven, si te decides a usar esas drogas, lo primero que debes saber es que lo haces bajo tu responsabilidad. Una acción equivocada te llevará a la cárcel, al hospital o a la tumba, o lo hará con tus familiares y amigos que te acompañan. Es tu decisión. ¡Piénsalo!".
Cuando a un joven lo invitan a fumar marihuana lo hacen a escondidas, lo invitan a sumarse a un grupo que se va a divertir, pero donde no los vean, donde nadie va a gastar nada, ya que quienes lo invitan son los inducidores, los del negocio, quienes lo van a corromper.
Y oigan, es cierto que quienes fuman marihuana por primera vez sienten algo especial, algo inexplicable, pero de grandes y graves consecuencias. Los jóvenes que la mezclan con licor y rumba, lo menos que van a lamentarse es por haber perdido su virginidad tan miserablemente y tendrán que lamentarse por el resto de su vida.
"Y no deben olvidarse que las drogas son adictivas... con cinco prueba, con diez se ceba y con 20 a la casa lleva", decían quienes atraían a los clientes con algún "juego inofensivo". Como desinhiben, al conducir se pierden gran parte de los reflejos y la responsabilidad. Para estudiar, los efectos de una buena dosis de marihuana pueden durar varios días, semanas y hasta meses. El sentimiento de culpa es inmenso, ante sí, ante sus padres, familiares y amigos.
No hay drogas buenas o inofensivas, como no hay armas que lo sean. Tampoco hay licores buenos y malos. Mucho menos "terroristas" que, como amnistiados, se han convertido en ejemplos dignos de imitar, aunque algunos, después de pagar largas condenas, han encontrado al señor y entendido que todas sus malas obras los hicieron merecedores de los castigos sufridos.
La historia les dará la razón a nuestros legisladores del Congreso, pero muy especialmente a nuestros presidentes, que no podrán olvidarse que son "los comandantes en jefe de todas las ramas del poder" y, por lo tanto, los que ordenan el rumbo del barco y las acciones que se deben tomar, en forma preventiva y también en forma curativa.
"Que nadie se atreva a jurar en vano y mucho menos si lo hace colocando sus manos sobre la Biblia".
ARCHIVO | Hans Scott | Agencia UNO
El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Patricio Crespo, aseveró en Temuco que la falta de inversión en La Araucanía se acrecienta a causa de una conflictividad no resuelta que sólo se administra, pero no se enfrenta.
El dirigente nacional de los agricultores precisó que si bien este año se han registrado lluvias que aportan a disminuir los efectos de la sequía y que impactan directamente en el sector que representa, a su vez se advierte una retracción de la inversión que a nivel país deriva del clima de desconfianza y expectativas no satisfechas, pero que en La Araucanía se acrecientan por una conflictividad no resuelta.
Patricio Crespo estuvo en Temuco, invitado por la Sociedad de Fomento Agrícola, participando en la Exposofo 2015, que se desarrolla en el Parque de Exposiciones Charles Caminondo, del acceso norte a la capital regional.
LA IDIOTEZ no es lo mismo que la estupidez. Einstein sostuvo que había "dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y del primero no estoy seguro". El historiador y economista italiano, profesor de Berkeley Carlo Cipolla, trató de entender el curioso fenómeno de la estupidez humana. Así logró encontrar algunas reglas de la estupidez que ocurren en todas las sociedades, y fueron publicadas en su libro Las leyes fundamentales de la estupidez humana. "Un estúpido, dice, es una persona cuyos actos tienen consecuencias negativas en la vida de otra persona o grupo de personas sin que eso le traiga algún tipo de beneficio a él mismo, pudiendo incluso dañarlo". Día a día son quienes entorpecen las actividades de los otros.
Cipolla describe cuatro tipos de individuos: los incautos (helpless), los inteligentes, los malvados y los estúpidos. Incluso los malvados, a pesar de ser detestables, son racionales. Perjudican a otros, pero obtienen algún beneficio. Siempre habrá algo que negociar, o formas de protegerse.
La primera regla de Cipolla es que las personas siempre subestiman la cantidad de estúpidos que los rodean. Otra regla básica es que estos se distribuyen uniformemente en todas las actividades y tipos de ser humano; no depende de sus cualidades. Los hay en todas las profesiones, clases sociales, género, en todo nivel de educación, lúcidos, normales e idiotas, incluso premios Nobel, profesores y guías espirituales. Muchas veces la persona que siempre parecía inteligente y racional termina por ser un verdadero estúpido. Los estúpidos siempre aparecen en los momentos y lugares más inesperados e inconvenientes para destruir los planes del otro. Entre otros factores, las personas no son iguales, algunas son estúpidas y otras no. Esto, señala el autor, es una característica impuesta por la naturaleza y no por factores culturales. El ser estúpido es una particularidad que se tiene o no, tal como el tipo de sangre, el color de piel o de cabello.
La sociedad humana es de relaciones, entre los cuatro tipos de individuos. En cada relación siempre hay beneficios o pérdidas. Cada uno tiene una cuenta corriente con los demás. El ideal es ganar-ganar, propio de los inteligentes. Un estúpido es aquel que siempre perjudica al otro sin beneficiarse o incluso perjudicándose a sí mismo. No hay nada que hacer, por ello la única estrategia es arrancar a perderse. No tienen arreglo, no tienen racionalidad alguna. Uno siempre saldrá perdiendo. Son enormemente peligrosos, más aun cuando tienen cualquier poder a su disposición. La gente estúpida es peligrosa porque para las personas racionales es muy difícil comprender la lógica de ese comportamiento irracional. El malvado, en cambio, es predecible y por eso es posible defenderse de él. Pronosticar las acciones de un estúpido no es posible, por lo tanto atacará y herirá sin razón, sin un objetivo y sin un plan, en el lugar menos esperado, a la hora menos apropiada. No es posible predecir cuándo el estúpido dará su próximo golpe. El ataque de un estúpido casi siempre ocurre cuando tenemos baja la guardia.
La estupidez entonces es el tipo de personalidad más peligrosa que existe. Un estúpido es más peligroso que un malvado o un corrupto. Cuando los estúpidos entran a escena el cuadro siempre cambia completamente y para peor. Ellos causan daño sin dejar ningún tipo de ganancia o beneficio. La riqueza se destruye y la sociedad empobrece.
De acuerdo a Cipolla, la historia confirma que sin importar el periodo, un país progresa siempre y cuando haya personas suficientemente inteligentes (los que construyen y generan beneficios) en el poder y que sepan mantener a los estúpidos activos al margen, sin permitirles así destruir lo que los inteligentes han logrado. En un país con economía en retroceso existe la misma cantidad de estúpidos que en otro que progresa, pero la cúpula de la sociedad cuenta con más estúpidos y malvados, mientras que el resto de la sociedad está conformada por incautos. Tal configuración fortalece las consecuencias destructivas de los estúpidos y todo el país finalmente se va al diablo.
Este grupo es más poderoso que la mafia. Es un grupo no organizado, que no se rige por ninguna ley, jefe, estatuto o presidente y consigue estar en perfecta sintonía como si fuera guiado por una mano invisible, de modo que las actividades de cada uno contribuyen a reforzar y ampliar la eficacia de la actividad de los otros miembros. Como la cantidad de estúpidos está uniformemente distribuida, dice Cipolla, las elecciones son una ocasión de perjudicar a todos los demás sin obtener beneficio alguno. La burocracia es otro gran fomentador del poder de la estupidez. El inteligente, el malvado y el incauto saben que lo son; el estúpido simplemente no se da cuenta.
Hasta aquí la teoría de Cipolla, que la he resumido como este la presenta. Los comentarios y posibles interpretaciones son ahora de su exclusiva responsabilidad, pero recuerde que la distribución es homogénea en la sociedad.