En conversación con ESTRATEGIA, el influyente académico peruano aseguró que nuestro país puede hacer más para atraer inversión, lo que le permitiría diversificarse. Criticó la propuesta de elevar los impuestos de Michelle Bachelet. — Las perspectivas de crecimiento 2014 de la OCDE para nuestro país apuntan al 4,5% ¿es suficiente un Chile creciendo así? — No lo es. Tampoco requiere una expansión de 7% u 8%, sino más bien una en torno al 6%. La razón principal de un crecimiento más bajo, ciertamente es el escenario internacional, lo cual no es culpa de Chile, pero sí es su responsabilidad reaccionar, aumentando el atractivo para invertir en el país, por no es conveniente empezar a subir impuestos. — ¿Cómo ve, en este sentido, nuestra dependencia del factor cobre? — A Chile le pasa lo que a todo país que tiene un gran recurso natural, donde no hay una urgencia por diversificarse. En la última década y media, el país ha vivido asumiendo que las reformas ya se hicieron, pero eso es un error, porque todavía hacen falta reformas tributarias, laborales, que permitan aumentar más todavía los niveles de inversión. Con ello, el mercado empieza a funcionar y se diversifican las inversiones. La clave para Chile es establecer un atractivo que permita desarrollarse a otras industrias, por ejemplo, podría haber sido una gran base para los call center y para deslocalización de servicios de las grandes empresas, sin embargo, no lo ha sido, debido a que no fue suficientemente competitivo y atractivo para esos capitales. — ¿Considera que un posible triunfo de Michelle Bachelet puede hacer titubear el enfoque pro mercado que ha seguido Chile? — Michelle Bachelet en lo personal va a tratar de evitarlo, también ha hecho muchos compromisos y los sectores de izquierda que la acompañan presionarán en ese sentido. Va a depender, entonces, de su capacidad de resistir esas presiones. Si Chile diera un giro a la izquierda sería malo para el país y la región, pues se podría poner en cuestión su modelo, lo que podría ser aprovechado por sectores populistas. — La reforma tributaria propuesta por Bachelet, ¿omplica un riesgo para el crecimiento del país? — Es evidente que las tasas de inversión se han mantenido muy altas gracias a su modelo tributario. Por ello, sería más conveniente ir en el sentido contrario, de una reducción de impuestos. Si llegará a implementar la reforma que ha propuesto, se confirmaría que Bachelet efectivamente cederá a las presiones de la izquierda, lo que no sería bien visto a nivel internacional. — Entonces ¿cuál es la vía para avanzar en materia de educación y salud? — La experiencia ha demostrado que si hay un problema de recaudación tributaria lo que necesitas es más dinamismo económico. Si se tiene una tasa de crecimiento de 6%, la recaudación será bastante mayor que con una de 3%. Se Acabaron las Distorsiones en Latinoamérica —¿Cuál es su análisis del momento actual de América Latina? — La situación internacional provocó una enorme distorsión en la región. Una por la cual la diferencia entre los países que hacían las cosas bien y los que hacían las cosas mal no se notaba, dado que el alto precio de los commodities permitía tasas de crecimiento similares y buenas en todos los países. Esa distorsión se terminó. La desaceleración latinoamericana ya se nota, y es obvio que países como Chile, Perú y Colombia, están bastante mejor que otros como Argentina o Venezuela. — ¿Qué hay de Ecuador y Bolivia? — Como Ecuador y Bolivia no tienen tantos recursos como Venezuela y Argentina, no han podido derivar en un populismo de tanta intensidad. En Ecuador ha habido un esfuerzo de Correa, que de todos ellos es el único economista, por atraer algo de capital extranjero y privado. En el caso de Bolivia, gracias al gas se ha multiplicado el ingreso fiscal del gobierno, y su vez han suplido la falta de inversión privada con inversión pública. Pero es imaginable un escenario donde Bolivia pueda seguir sosteniendo esos niveles de inversión pública. — ¿En qué situación quedan Argentina y Venezuela? — Allí los problemas son más graves. En Argentina la presidenta ha decidido mantener el modelo populista, mientras que se observa una caída impresionante de las reservas internacionales porque han mantenido una tasa de cambio irreal, entonces se le está acabando el dinero y tienen los mercados cerrados en el extranjero. No es probable que el país cambie de giro, y el 2015 tendrá la oportunidad mediante elecciones presidenciales. Peor es en Venezuela. Si bien ellos han vivido con una inflación de alrededor de 30% por algunos años, ésta se aceleró y se puede convertir fácilmente en hiperinflación. Además, no producen nada además de petróleo, la dependencia que tienen de bienes básicos es total. — ¿Cómo ve, asimismo, a Brasil? — Complicado. Brasil se ha desesperado en los últimos tres años, prácticamente no ha tenido crecimiento. La tasa de inversión en Brasil ha sido muy baja, de 17%, 18% del PIB, comparada con la de Chile y Perú, cercana al 25% o más, debido a un sistema muy burocrático, con altas tasas impositivas y una reglamentación sofocante. Requieren una reforma muy profunda del modelo; lamentablemente eso no se ve venir en lo inmediato, por el costo político que quiere evitar el gobierno actual. Brasil "Celoso" de Alianza del Pacífico — ¿Cómo ve a la Alianza del Pacífico? — Me gustaría mucho que se convirtiera en algo así como un paradigma para la región. Si lo comparamos con Mercosur, evidentemente tiene una mayor proyección, aunque dependerá de varios factores que siga siendo así. Por ejemplo, que Chile mantenga el entusiasmo y que lo convierta en una política de Estado, sin que dependa de cada administración. También es importante que Perú siga haciendo reformas, para que la inversión privada crezca un poco más. — ¿No siente que se ha apostado poco por asociarse con Brasil? —Brasil es un gran país, pero en términos de modelo económico, lamentablemente, no ha estado a la altura de las expectativas. Si hace sus reformas tendría un gran lugar que ocupar en la Alianza. De todas maneras, ésta va a tener un efecto saludable para el propio Brasil, dado que le ha despertado una especie de celo competitivo, pues la población y el producto de estos cuatros países juntos es comparable al suyo. |