El fracaso televisivo de 3TV, propiedad de
Álvaro Saieh, principal accionista del conglomerado periodístico Copesa, provocó el despido de 90 personas y afectó también a un número indeterminado de colaboradores externos.
El proyecto televisivo se venía gestando desde hace mucho tiempo, pero a medida que pasaba el tiempo, se fueron postergando las fechas de su salida al aire. La pausa indefinida del canal, se debió a las dificultades que enfrenta el empresario Saieh en sus inversiones en supermercados (Unimarc y otros, controlados a través de SMU).
Mediante un comunicado de prensa el grupo empresarial señaló que el cierra se basa "en un profundo estudio del mercado, las condiciones que enfrenta la industria en la actualidad y los nuevos desafíos que implica la digitalización".
El Colegio de Periodistas de Chile manifestó que la suspensión de este proyecto, deja en evidencia los conflictos de interés que genera la gestión en otros negocios, lo que finalmente termina perjudicando a los trabajadores y periodistas que laboran en los medios de comunicación de este holding, o en este caso a quienes decidieron embarcarse en esta nueva propuesta comunicacional.
Así, y con lo sucedido con el fracaso de 3TV, el Colegio de Periodistas pide políticas públicas para evitar "negocios cruzados" con medios de comunicación social.
"Se requiere construir una nueva institucionalidad, como proponemos en nuestro documento de políticas públicas de comunicación social. La Constitución debe reconocer el derecho a la Comunicación de los ciudadanos y la prohibición de los monopolios de la comunicación (ni estatales ni privados). De allí se debe desprender una Ley orgánica que establezca que quienes participan en el negocio de la comunicación no pueden intervenir como controladores en otros negocios" dice en entrevista con
Terra.cl, el presidente del Colegio de Periodista,
Marcelo Castillo.
El profesional agrega además que "se debe crear un ente regulador de la comunicación social, que podría surgir de una ampliación del Consejo Nacional de Televisión, que fiscalizara las normas incluidas en la Ley orgánica de Comunicación Social: límite a la concentración de mercado y a los negocios cruzados, como existe, por ejemplo, en Ecuador y en España".
-¿Es una 'golpe' al mercado lo que le pasó al grupo Saieh y la no salida al aire de su canal de TV?
En primer lugar, es la evidencia que los negocios cruzados afectan el pluralismo. Iba a entrar un nuevo competidor a la TV, pero se frustró por otros negocios relacionados. Pero eso no es suficiente, porque también hay una fuerte tendencia a la formación de grupos que controlan radios, TV y diarios. Con ello, también disminuye el pluralismo y las fuentes de trabajo.
-¿Los negocios cruzados en la comunicación, pueden producir manejo de información?
Qué duda cabe. ¿Alguien vio cómo trató La Tercera la crisis del holding de supermercados de Álvaro Saieh? ¿Qué va a pasar en Canal 13 cuando Antofagasta Minerals o el Banco de Chile tengan algún problema? Y el avisaje de Falabella, ¿irá de igual manera a todos los canales?
-¿Se puede producir un monopolio si un solo grupo concentra o participa en medios de comunicación de TV, radios, diarios, etc?
-Vamos a una propiedad medial cada vez más concentrada, empujada también porque nuestro mercado es pequeño. Las bajas barreas de entrada de internet ayudan, pero no aseguran pluralismo. Al final, lo más caro es producir contenidos de calidad y para ello se necesita equipos periodísticos bien pagados, dedicados a investigar. De otra manera, el reporteo queda en la superficie, en lo trivial.