Tras la reunión de emergencia realizada entre el gobierno y privados para analizar los efectos de lo que se anticipa como una de las peores temporadas frutícolas de la historia, por la pérdida casi total de diversas especies, ayer la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) pidió al gobierno y la banca mayor flexibilidad y compromiso con el momento por el que atraviesan.
Ante el "drama material y humano (...) pedimos una señal de compromiso país con el mundo rural", señaló el presidente de la SNA, Patricio Crespo, quien informó que la Asociación de Bancos, en representación de la banca privada, "ya manifestó su buena intención de cooperar" en esta mesa, al igual que varios ministros.
Durante el encuentro, la SNA pidió a los asistentes, entre los que se encontraba el ministro de Agricultura, Luis Mayol, de Trabajo, Juan Carlos Jobet, y representantes de la ABIF, Corfo y BancoEstado que se impulsen programas de financiamiento puente para resolver los problemas de liquidez, en especial, de pequeños productores con dificultades de acceso al sistema financiero, además de ampliar la cobertura de financiamiento para la recuperación de los huertos, la entrega de subsidios a la contratación de mano de obra y líneas de financiamiento para inversión en equipos de control de daños por heladas.
Por su parte, el vicepresidente de BancoEstado, Roberto Palumbo se mostró abierto a realizar repactaciones y periodos de gracia. Mientras el presidente de la ABIF, Jorge Awad, dijo que "la banca tiene la mejor disposición para reprogramar flujo… y en la medida que los deudores sean viables no va a haber problemas en apoyarlos", señaló.
Según datos proporcionados por la ABIF, los créditos del sector futícola con la banca ascienden a US$ 2.099 millones.
Impacto
En tanto, el ministro de Trabajo, Juan Carlos Jobet, dijo que la estimación preliminar de su cartera respecto de los efectos de las heladas en el empleo es preocupante, particularmente por la disminución de trabajos de temporada, los que son principalmente para mujeres.
Así, el presidente de Fedefruta, Cristian Allendes, calculó entre 100.000 y 150.000 los puestos de trabajo que se perderían en los próximos seis meses debido a la menor producción.
Luego, el gremio frutícola reiteró que las primeras estimaciones del sector apuntan a pérdidas del orden de los US$ $1.000 millones (Ver infografía).
De acuerdo a la SNA; este fenómeno de heladas es el más severo ocurrido en los últimos 84 años, impactando desde la región de Coquimbo al Biobío.
La mesa de trabajo se reunirá a partir del lunes y tendrá como labor levantar información de los propios afectados e identificar y desarrollar instrumentos de ayuda. La entidad será coordinada por la SNA.
Viconto pierde 45% de su producción
Frutícola Viconto -ligada a la familia Guilisasti- informó a la SVS que, producto de las heladas, la sociedad ha sufrido pérdidas de aproximadamente 4,85 millones de kilos de fruta, lo que representa cerca del 45% de su producción para la temporada agrícola 2013-2014. Dijo que entre los productos que se han visto más dañados están los duraznos, nectarines, ciruelas, kiwi verde, uva vinífera y manzanos orgánicos, en menor medida.
"Dadas las características del mercado agrícola, no es posible entregar ahora una estimación de los efectos que este hecho tendrá en los resultados de la compañía", expuso.
Viñas afectadas
Un 20% de la producción de chardonnay de Viña Indómita, controlada por el Grupo Bethia, fue afectada por las heladas de septiembre, dice Wilfred Leigh, gerente general de la viña. El ejecutivo además explica que se vio muy afectado el valle de Casablanca y esta cepa en particular porque brota tempranamente.
Con todo, señala que gracias a que cuentan con un sistema de control de heladas por aspersión pudieron contener los daños en las plantas. "Todos tuvieron problemas, fue un evento bastante atípico", señala. (Ver impacto en valles vitivinícolas en Infografía de pág. 10)
Olivos también sufrieron
Elvio Olave, presidente de Aceite Olave, señala que se vieron "muy afectados" por las heladas en el campo "El Oliveto" ubicado en Cholqui, Melipilla.
El empresario señala que lo que se vio dañado fue el ramillete floral de los olivos y que aún no están en condiciones de cuantificar los daños. "Sólo lo sabremos en noviembre", dice, cuando puedan conocer el estado de la fruta.
Señala que los efectos de esta helada será una baja en la producción, pero que esto no debería afectar los precios del aceite de oliva pues estos valores son puestos en el mercado internacional.