Credito:
Yolanda Morales / El Economista
Las inyecciones masivas de capital que han realizado los bancos centrales más grandes del planeta, el hecho de poner en riesgo de desequilibrios sus balanzas de pagos, con tal de "hacer lo que sea necesario" por estimular a sus economías, así como el billonario endeudamiento de los países desarrollados, han sido insuficientes para cancelar por completo el episodio de la crisis económica mundial, que inició en el 2009, coinciden especialistas.
De acuerdo con el economista del Banco Mundial para América Latina, Augusto de la Torre, cinco años después del credit crunch, pos-Lehman Brothers, la economía mundial apenas está saliendo de la crisis económica.
—¿La crisis económica mundial terminó?
No. Estamos saliendo de consecuencias graves que se han ido prolongando. Aún vivimos parte de los estragos y podemos tomar el caso de Europa, sumida en problemas financieros graves que emanaron y salieron a la superficie como resultado de la crisis financiera del 2008. El diagnóstico es similar en el sector financiero, de acuerdo con el economista en México de Barclays, Marco Oviedo.
"El aumento de liquidez que propició el fortalecimiento de las monedas emergentes es anormal y ahora, una vez que comience el retiro de estímulos de la Reserva Federal, estaremos regresando a la normalidad, cinco años después", reconoce.
A GRANDES MALES, GRANDES REMEDIOS
La histórica quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, que se dio el 15 de septiembre del 2008, motivó la mayor expansión monetaria de la que se ha tenido registro, según relata el banco de los bancos centrales, el Banco Internacional de Pagos (BIS por su sigla en inglés) en su reporte anual 2013, recién difundido.
Y pese a la profundidad de las políticas monetarias acomodaticias, "el crecimiento económico sigue siendo deslucido y la creación de empleo sigue sin afianzarse", observaron.
En el documento, afirman que "el balance entre el costo y el beneficio de la aplicación de este tipo de medidas extraordinarias resulta cada vez menos favorable".
Para darse una idea del tamaño del boquete que se ha formado en los bancos centrales de las economías avanzadas, informó que sus activos se duplicaron de 10.4 billones de dólares en el 2007 a 20.5 billones en la actualidad.
TASAS BAJAS, RIESGO LARGO
Otro evento excepcional que trajo consigo la crisis financiera mundial fue la época de mínimas tasas de interés que han impuesto los bancos centrales de economías avanzadas en estos cinco años.
El evento desembocó en la histórica apreciación de monedas en economías emergentes y en su mayor atractivo para los inversionistas, advierte el estratega de Mercados Emergentes, en Morgan Stanley, Ruchir Sharma.
De hecho, ilustra que el flujo de recursos a mercados emergentes creció 478% entre el 2005 y el 2010, impulsado por el boom sin precedentes y de difícil repetición de crecimiento económico simultáneo de países emergentes y por el marcado diferencial de tasas entre los mercados.
Ahora -refiere-, el proceso se invierte ante la evidencia de que las economías emergentes están creciendo a distinto ritmo, pues tienen que encontrar nuevas fuentes de crecimiento interno, en un contexto de una economía mundial que crece lento.
Y si se ve en el contexto de volatilidad por la proximidad del retiro de estímulos monetarios -matiza-, el riesgo para los emergentes es que no afiancen su atractivo con reformas.
ENDEUDADOS
Según las cuentas del Fondo Monetario Internacional (FMI), el endeudamiento en el que incurrieron gobiernos de países industrializados se incrementó en 35 billones de dólares entre el 2007 y el 2012.
Y la expectativa es que continuará incrementándose la bolsa, lo que limita las posibilidades de que los gobiernos otorguen estímulos adicionales, de acuerdo con el equipo de estrategia del Saxo Bank.
El lento crecimiento desemboca en una limitada capacidad de generar empleos y reponer los perdidos, lo que también coincide con las cifras históricas de desocupación global
Regulación mejora
QUIEBRAS AÚN PUEDEN OCURRIR
El próximo 15 de septiembre se cumplen cinco años de la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers (LB), que desencadenó un año después el inicio de la crisis económica más profunda y larga desde la Gran Depresión de 1929. Lo peor es que una quiebra como ésta podría repetirse, advirtió Thomas Kimner.
El líder de Prácticas de Riesgo y Productos Globales de Riesgo de SAS Americas indicó que afortunadamente la probabilidad de un acontecimiento como el del 2008 es menor, "aunque persiste".
Al respecto, indicó que "mucho ha cambiado desde entonces", como una más estricta regulación por parte de las autoridades a las instituciones financieras.
En entrevista, comentó que están en operación las nuevas reglas de riesgo de Basilea III a nivel mundial, las cuales obligan a las instituciones financieras a que cuenten con los mismos estándares de regulación y de niveles de capitalización para evitar peligros sistémicos de liquidez.
Kimner explicó que el problema de LB fue que se encontraba altamente apalancado, situación que no pudo sostener con el tiempo, pues "ningún inversionista quiso seguir prestándole dinero. Lo mismo sucedió con las hipotecas, la gente, además de su casa, tenía otros préstamos y estaban en un nivel insostenible de apalancamiento".
Ahora, mencionó, "las regulaciones impiden que las personas o las empresas e instituciones financieras se apalanquen a niveles peligrosos".
Dijo que ahora las agencias calificadoras (desprestigiadas completamente tras lo sucedido con LB), reconstruyen su reputación revaluando las calificaciones de las instituciones financieras de "AAA" a "AA" o incluso a "A" y han dejado de ser tan flexibles. "Ya ponen más atención en el riesgo soberano".
Por su parte, Luis Barrientos, Risk Domain Expert en SAS México, mencionó que México fue uno de los países con menor afectación por la crisis financiera del 2008, debido a que tiene una regulación sólida.
(Con información de Diego Ayala)
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