El 11 de septiembre de 1973 encontró a María Angélica Cristi viviendo en Tokio. Su esposo, el empresario y publicista Julian Morrison, había solicitado un traslado a su empresa ante el complicado escenario para las firmas internacionales durante la Unidad Popular. Llamados telefónicos de su familia la alertaron de la intervención militar y los medios japoneses también daban cuenta del derrocamiento de Salvador Allende.
La diputada María Angélica Cristi
Foto: Gentileza "Por los medios se supo muy rápido y me dio mucha pena, porque preveía que la cosa se iba a poner muy difícil", comenta la diputada UDI. "Sentía que los militares y las fuerzas de orden y seguridad hubieran tenido que entrar en una situación así, porque no les iba a ser fácil e iban a haber bajas", añade.
Ud. se fue a Japón en 1970 ¿Cómo recuerda el inicio del gobierno de la Unidad Popular?
Todo el tiempo estábamos sabiendo de gente que se fue a vivir fuera. Mi esposo tuvo razón porque se acabó la publicidad, muchas empresas se fueron a Argentina. La gente vendía sus bienes en una cantidad irrisoria, porque el dólar no valía nada, la inflación era casi del 1.000%, más el caos económico y social. Yo le decía a mi marido que si me hubiera dado 10 mil dólares podía comprar cualquier cosa en Chile, pero él me dijo que no, porque no estaba dispuesto a regalarle su plata a Allende.
¿Cuando partió con su familia pensó alguna vez que podía haber un golpe de Estado?
No, nunca. No alcanzamos a vivir ese momento cuando Chile vivió la presión para que los militares resolvieran el problema. El tema de más discusión es quién impulsó a que hubiera el golpe militar y yo tengo claro que no fueron los militares, ellos eran los que menos ganas tenían.
¿Qué información le llegaba de Chile?
Crisi durante su estadía en Japón
Foto: Gentileza
Yo estaba atacada porque acá estaba toda mi familia. Escaseaba la comida, tenían que hacer las colas, nosotros les mandábamos lo que podíamos, hasta las cosas más básicas: pasta de dientes, jabón, shampú…cosas insólitas. Vine una vez (antes del Golpe) y me encontré con un país desolado, destruido y a todo el mundo con una incertidumbre horrible.
¿Cómo recuerda que se mostraba el Golpe en la prensa internacional?
En Japón no mucho. Lo que más me acuerdo era escuchar de los cuerpos flotantes y los ríos de sangre, cosa que nunca fue. Cuando vivía en Estados Unidos las historias eran igual. Yo llamaba a mi mamá y le preguntaba qué pasaba y ella me decía que no era así. La información llegaba súper tergiversada.
¿Cree que era parte de una campaña internacional de desprestigio?
No me cabe duda de que hay una campaña destinada a distorsionar toda la historia. Hay gente que cree que el Golpe fue por culpa de los militares, pero nadie se pone en el lugar de que fue por culpa del desastre que había en este país, de la violencia que había, de las tomas de los campos y de un Presidente que quería llevar a Chile al comunismo, que fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema, el Senado y la Cámara de Diputados. La carta de Frei es lo más decisoria que hay.
"PINOCHET ERA UN HOMBRE BONACHÓN, BUENA ONDA"
En 1973 la familia Morrison Cristi volvió a armar sus maletas y partió a Estados Unidos, donde permaneció hasta 1981. "Siempre quise volver a Chile", recuerda la parlamentaria. Su angustia por saber de cerca lo que ocurría y estar cerca de su familia le hicieron dar un ultimátum a su esposo: "Le dije 'o nos vamos, o me voy' y ahí él dijo 'bueno, nos vamos". A su retorno, se encontró con un país "más ordenado y relativamente pacificado". Al poco tiempo comenzó a trabajar en la Intendencia Metropolitana, luego en la Junaeb y en 1984 fue designada alcaldesa de la recién fundada comuna de Peñalolén.
¿Supo en ese tiempo de violaciones a los Derechos Humanos?
Cristi junto a Pinochet y Patty Maldonado
Foto: Biblioteca del Congreso
He conversado con personas de las Fuerzas Armadas que no sabían lo que pasaba en la otra esquina. Yo que conocí tanto al general Pinochet, que era un hombre bonachón, buena onda, bien serio, no podría creer que hubiera sido cómplice o que estuviera a la cabeza de todo. Me llego a preguntar, ¿sabría lo que pasaba? Yo tampoco nunca supe los horrores que se cuentan hoy día.
¿Nunca nadie se le acercó a contarle algo o a pedirle ayuda?
Yo fui alcaldesa de una comuna bien de izquierda, jamás nunca y hasta el día de hoy nadie se me acercó para decirme 'a mí me torturaron' o 'yo tengo un hijo desaparecido'. Sí llegaban a decirme que 'en esa casa hay armas' o 'en esa casa hay terroristas'. Me tocaron las peores protestas, un niñito que murió aplastado por una multitud, otro niñito murió por una bala loca. Me tocó ver carabineros asesinados, el asesinato del general Urzúa, el atentado a Pinochet. Eso es lo que me tocó, esa es mi verdad, mi absoluta verdad. Ahora uno viene a saber y dice cómo pudieron haber cometido estos horrores.
¿El informe Rettig le ayudó a convencerse de todos los crímenes?
Ahí uno empieza a conocer la verdad y yo lo revisé para ver si la gente que yo conocía estaba. Ves que hay situaciones graves y con el informe de la tortura tú dices cuánto puede ser cierto, porque también puedes cuestionarlo, porque cómo pudo haber habido gente que fuera tan bárbara.
Aún así parece que le cuesta creer
Me cuesta creer, cuesta creer que el general Pinochet, que tenía esa cara firme, pero bonachón, podía estar a la cabeza de todo esto. Si uno hubiera tenido certeza de todas estas cosas, si mi padre hubiera estado vivo, él fue subdirector general de Carabineros, y hubiera sabido que esas cosas pasaban, no habría quedado indiferente.
"HEMOS RETROCEDIDO EN EL CAMINO DE LA RECONCILIACIÓN"
María Angélica Cristi completará el próximo año 24 años en el Congreso representando a Peñalolén y La Reina. Este año no va a la reelección. Prefiere cerrar un ciclo y dar un paso al costado. No obstante, manifiesta su preocupación por el estado del país en medio de la conmemoración de los 40 años del golpe y la elección presidencial. "Me duele mucho ver lo polarizado que está Chile y ver cómo a algunos políticos no les importa el costo que puede tener el crear conflictos, rechazar propuestas e incentivar el odio", dice.
¿Cree que se acabó la transición y se puede afirmar que el país está en paz?
Cristi se mudó a Japón durante la Unidad Popular
Foto: Gentileza
Hubiera sido ideal poder decir que estamos en democracia, en un país en paz, que crece, que mejora la calidad de vida, pero todo eso requiere paz. Pero ahora se produce polarización por la insistencia de los medios de mostrar los horrores y no cómo llegamos a esos horrores. Pensé que en este gobierno podrían haberse buscado caminos para la paz y para la reconciliación, pero veo que vamos de mal en peor. Hemos retrocedido en el camino de la reconciliación.
¿Y qué gestos hacen falta?
Que no se siga usando la violencia como una forma de obtener dividendos ideológico-políticos. Curiosamente porque se cumplen estos 40 años se vuelven a abrir las heridas dejando un tremendo vacío histórico. Mientras haya partidos que quieran usar la desgracia que sufrimos como país para obtener dividendos en una campaña presidencial, no hay ninguna posibilidad.
¿Cree que se ha hecho justicia?
Ese es el gran drama para muchas familias, porque dicen que la justicia es discriminatoria. Hay indultos a los terroristas, a quienes atentaron contra el Estado, contra quienes mataron y están todos en libertad. Y los militares -no todos- que no tuvieron nada que ver, que eran jóvenes, los metieron o los indujeron a cometer alguna situación que ni ellos mismos hubieran deseado, están condenados o acusados de secuestro permanente. Hay una injusticia respecto al trato que se da. No es que les desee a ellos que estén condenados, pero sí que haya un trato igualitario.
¿Qué le diría a esas familias que no tienen dónde ir a dejarle una flor a los desaparecidos?
Obviamente fue una brutalidad tremenda no haber entregado los cuerpos. Si ya es una brutalidad tremenda que a uno le maten a un hijo, pariente, padre o hermano y no saber dónde está. Eso es absolutamente condenable.
¿Hay una deuda pendiente con los desaparecidos como lo enunció Chadwick?
Se debe seguir buscando un camino para que quienes tengan antecedentes, los entreguen, pero de forma anónima para poder encontrarlos. Hay gente que puede tener esa información y ayudaría enormemente a la transición. También ayudaría a esos militares que están detenidos por secuestro permanente. A los familiares les permitiría cerrar un capítulo de sus vidas.
En las últimas semanas varios personajes e instituciones han pedido perdón ¿Cree que eso ayuda?
Cada uno lo tendrá en su conciencia. Esto de pedir perdón por otros o por cosas que se hicieron 40 años atrás y por cosas que no hiciste es algo comunicacional. Yo por ejemplo, si mañana dijeran que todos los chilenos tienen que pedir perdón y de esa manera vamos a reconciliarnos, yo voy a ser la primera en la fila y aunque no encuentre nada, voy a hacerlo igual.