Adelanto: Iglesia indaga a ex párroco de El Bosque tras acusaciones de "manipulación de conciencias"
El mismo sacerdote que comenzó la investigación contra monseñor Cristián Precht ahora está a cargo de la figura de Juan Esteban Morales: ya posee varios testimonios en su contra que hablan de una "dominación espiritual".
por: Miguel Ortiz A.
miércoles, 29 de agosto de 2012
Esta mañana intentamos contactarnos con Morales para consignar su versión sobre los hechos, pero no fue posible ubicarlo. En su residencia indicaron que "hace días" que no se hospeda ahí.
El sacerdote Jaime Ortiz de Lazcano -el mismo que comenzó a indagar a monseñor Cristián Precht tras denuncias de connotación sexual- está a cargo ahora de una investigación en contra del ex párroco de El Bosque, padre Juan Esteban Morales .
El proceso, según confirmaron fuentes al interior de la Iglesia, apunta a la presunta manipulación y abuso de conciencia que el sacerdote realizaba con los jóvenes miembros de la «Acción Católica», la entidad pastoral asociada a la parroquia.
Morales -quien fue el brazo derecho y principal defensor del cura Fernando Karadima , condenado en 2011 por el Vaticano por abusos sexuales contra menores- vive hoy en la Casa del Clero, en calle Santa Isabel, lejos de toda actividad parroquial.
Según el Derecho Canónico, ley bajo la cual este delito puede ser duramente castigado, la figura del abuso espiritual ocurre cuando una persona con autoridad religiosa se aprovecha de su investidura y pone a la víctima en un estado de obediencia incuestionable. Para este propósito, y según consta en la indagación abierta, en la que ya se recogen varios testimonios, Morales habría incluso utilizado el sacramento de la Confesión, además de su condición de médico. Los acusadores hablan de una "dominación espiritual".
Uno de los testimonios contra Morales -que recibió de manera informal el propio arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati , hace pocas semanas- fue el de un joven que fue miembro de la comunidad de El Bosque durante toda su juventud y que hace pocas semanas, según relató hoy a "La Segunda", se dio cuenta del ambiente en el que vivió envuelto.
Sin querer revelar "por ahora" su identidad, este estudiante de 24 años aseguró hoy que "Juan Esteban Morales es un peligro. Esto no sólo lo creo yo. Y asumo que si monseñor Ezzati, como una medida cautelar, no le ha asignado una parroquia, él también debe ver algo de peligro en él (...) Morales sigue los mismos métodos de dirección espiritual de Karadima".
"Morales manipulaba las conciencias, a mí me hizo cambiarme de carrera en la universidad, también me dijo que "Dios no quería" que fuera cercano a mis amigos del colegio... ni que contara a mi familia las cosas que hacíamos en la parroquia. Con esto consiguió aislarme absolutamente de todos mis cercanos y que sólo me relacionara con la gente de El Bosque. Igual que las víctimas de Karadima, salí de ahí siendo incapaz de tomar decisiones por mi cuenta", añadió.
Según explicó -y a la espera de una sanción en su contra-, Morales enseñaba que "la obediencia era una virtud clave, que obedeciendo al director espiritual se alcanzaba la santidad. Pero que el problema era que este "hacer lo que Dios quiere", la mayoría de la veces, era seguir los antojos de Morales (...) Esto incluía todos los ámbitos de mi vida".
Tras enterarse de que Morales está siendo investigado, este ex feligrés de El Bosque dijo que él "no fue un caso aislado. Morales era el cura que más dirigidos espirituales tenía, incluso más que el propio Karadima".
Recetaba remedios
Por su parte, en mayo de 2011, el ingeniero Gabriel Moreno relató a este diario un extraño episodio vivido con Morales. Según dijo, acudió a él en busca de ayuda espiritual, pues sentía que estaba siendo "manipulado" psicológicamente por Karadima, del que había presenciado actitudes sospechosas en términos sexuales. ¿Qué le dijo entonces Morales? Que tenía depresión, que las cosas que él había visto y oído no eran ciertas y que, médicamente, se tratara con él. Le recetó unas pastillas y "me dijo que me tenía que revisar (...) Me lleva a una pieza desocupada, me dice que me desvista. Pensé: Si el cura me hace algo sexual, le mando una patada...".
Gabriel contó que con los medicamentos comenzó a sentirse mareado, le surgieron problemas a la vista y grandes jaquecas.
-¿Y por qué seguías en esa dinámica?
-Por la formación de El Bosque, estaba convencido que si me iba de ahí pecaría de omisión, que el plan de Dios se me iba a desintegrar. Quería irme, pero me daba miedo.