"Es bueno que podamos ver lo que ha crecido el país y también con mucha humildad ver lo que aún nos falta", expresó el arzobispo de Santiago dijo a La Gran Mañana Interactiva de Radio Agricultura, llamando también a que el conflicto en Aysén se resuelva por la vía del diálogo.
El arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, llamó a las autoridades de Gobierno y de la oposición a desarrollar una "política alta" que deje de lado la búsqueda del propio provecho, afirmando que cuando se cumplan dos años del terremoto y tsunami es necesario dejar de lado la indolencia y a la vez tener paciencia.
En entrevista con La Gran Mañana Interactiva de Radio Agricultura, la autoridad católica afirmó que frente a los desacuerdos por las cifras de reconstrucción se necesita una actitud distinta que apunte al bien de los más afectados.
"Es bueno que podamos ver lo que ha crecido el país y también con mucha humildad ver lo que aún nos falta. La contemplación de lo que se ha hecho nos tiene que hacer humildes y agradecidos, la contemplación de lo que falta nos tiene que hacer atentos y responsables", expresó.
Monseñor Ezzati subrayó que "la tarea que nos queda es grande", y por lo tanto se necesita una labor conjunta de las autoridades y de los políticos, sin buscar el beneficio propio.
"Se necesita por un lado crecer en la capacidad de entender y comprender el dolor de los demás. La indolencia es un grave defecto sea en la vida personal como en la vida social. Pero también la impaciencia se vuelve un defecto cuando no se sabe calcular los tiempos, los medios, el itinerario que se necesita para solucionar los problemas", señaló.
"Me parecería muy importante que no fuéramos indolentes, al contrario, que hiciéramos muy propio el dolor de los demás, el que le falta la casa, el que todavía no tiene un espacio donde desarrollar dignamente su trabajo. Y al mismo tiempo también cultivar esa paciencia que no es pasividad, pero esa paciencia que sabe calcular los tiempos, que sabe calcular cuándo el tallo verde se volverá espiga y después espiga madura", remarcó.
El arzobispo de Santiago hizo un especial llamado a superar los conflictos y abordar la reconstrucción como una tarea del país, recordando que aún son muchos los que no tienen una vivienda definitiva o un lugar donde desarrollar su trabajo de la manera más digna posible.
"La política es un arte noble y la necesitamos, necesitamos de buena política y la buena política busca el bien común, sobre todo de los últimos, de los más pequeños. Dios quiera de verdad que la conciencia política del país crezca en todos y crezca en la dirección del bien común, la política verdadera mira siempre a los demás y nunca al propio provecho", indicó.
Aysén: Llamado al diálogo
La autoridad religiosa también comentó las protestas que se viven en la Región de Aysén desde el lunes pasado, señalando que lo más importante para atender las demandas de los habitantes de la zona es el diálogo, tanto de ellos como del Gobierno.
"Dialogar no es fácil porque significa salir del propio riel para acercarse al del otro, eso requiere mucha humildad porque dialogar significa en primer lugar tener una gran capacidad de escucha y una humildad para ofrecer lo que uno encuentra como camino de solución de los problemas con mucha sencillez. No cerremos nunca el oído para escuchar aunque a veces esta vez venga con un tono que no nos agrada", sostuvo.
Finalmente, reiteró su llamado a "vivir de verdad una política alta en que el bien común, el bien de todos sea la meta del trabajo que realizamos, porque el bien de Chile es obra de todos".
"Es bueno que a partir de estas manifestaciones, de estas voces que se levantan a veces con fuerza y a veces también con violencia, todos pensemos cuáles son los caminos que también desde estas voces se nos pide para mejorar nuestro servicio público", enfatizó.