Izurieta: "El Ejército no le ocultó nada al gobierno de Bachelet el 27/F"
El ex comandante en jefe del Ejército y actual subsecretario de Defensa, Oscar Izurieta, dice que la institución "no cometió errores" tras el terremoto y tsunami, y entrega detalles inéditos sobre la relación entre los militares y la presidenta después de la catásfrote.
por Ivonne Toro
CUANDO se produjo el terremoto del 27 de febrero de 2010, el entonces comandante en jefe del Ejército, Oscar Izurieta, se encontraba a días de entregar el mando y ya se había trasladado a su departamento de calle Las Tranqueras en Vitacura. "Estaba armando todo, con cajas y cuadros en el suelo. Había dejado la casa del comandante en jefe donde hay grupo electrógeno, respaldo telefónico. Aquí estaba sin teléfono fijo y me quedé sin celular y además sin luz", relata instalado en la terraza de su hogar.
El general en retiro interrumpió sus vacaciones esta semana para responder los cuestionamientos que, tras las formalizaciones de la fiscalía por el 27/F, apuntan directamente al Ejército. El abogado Luciano Fouillioux, defensor de la ex directora de la Onemi, Carmen Fernández, indicó que si la institución hubiese informado al gobierno de Bachelet que estaba operativo uno de sus sistema de comunicación -el Plan Torrente- las autoridades podrían haberse informado de mejor forma y haber alertado a la población del tsunami.
El actual subsecretario de Defensa, cargo que asumió 16 días después de dejar el Ejército y en medio de fuertes críticas de la Concertación, asegura que "nunca se ocultó información" a la Presidenta Bachelet tras el 27/F y advierte que "el Ejército no se equivocó".
La madrugada del 27/F, ¿en qué momento se contactó con las autoridades del gobierno de Bachelet tras el terremoto de las 3,34 AM?
Cerca de las 4.30 horas llegó mi escolta al departamento con información preliminar. Me dijo que el epicentro era en las regiones del Maule y Biobío. Yo había estado intentado contactar al jefe de Estado Mayor del Ejército, Guillermo Castro, pero no tuve éxito. Decidí irme a mi oficina y llegué pasadas las 5.00. Desde ese lugar logré comunicarme con el general Castro. Quería saber más detalles de lo ocurrido y qué había pasado en el Ejército, si teníamos muertos y heridos, cuál era el grado de destrucción de los cuarteles y la situación de las comunicaciones.
¿A qué hora logró hablar con el entonces ministro de Defensa, Francisco Vidal?
No recuerdo bien, pero pasadas las 7 de la mañana.
¿Le informó del sistema de comunicaciones del Ejército y del Plan Torrente?
No recuerdo si le hablé de Torrente, específicamente. Sí le di cuenta de la información que teníamos en ese momento respecto a la situación del Ejército. El ex ministro Vidal mantuvo siempre contacto con los comandantes en jefes. Además, como procedimiento establecido en estas circunstancias, la información fluye desde los Estados Mayores institucionales hacia el Estado Mayor Conjunto, cuyo jefe mantiene permanentemente al día la información necesaria al ministro. Es decir, el ex ministro Vidal siempre supo cuál era la situación del Ejército y el estado de sus comunicaciones.
¿Qué es el Plan Torrente?
El Ejército básicamente tiene dos sistemas de comunicación. El Sicoe, que es el permanente y que, dada la geografía, funciona de distintas formas. En la zona austral es vía satélite y en la zona centro sur es por microondas, a través de antenas en las cumbres de los cerros, las que deben estar alineadas. Se desalinearon con el terremoto y, por ello, el sistema normal del Ejército quedó desconectado. El otro mecanismo es el de campaña para el combate, que requiere de un despliegue especial de bastante complejidad. Como una de las lecciones aprendidas de la tragedia de Antuco, nos dimos cuenta de la necesidad de que las unidades pudieran tener una comunicación administrativa expedita con los distintos grupos que están haciendo ejercicios o se encuentran en campaña. Y por eso se diseñó el tercer sistema: el Torrente.
¿En qué consiste exactamente?
Es un mecanismo de telecomunicaciones simple, no de combate. Son radios VHF y HF de características civiles. Se compraron 1.100 equipos y 60 centrales. Cada unidad posee una central y un número determinado de equipos, según su tamaño. A diferencia del Sicoe, no es automático, requiere operadores para cada central y para cada radio. Se diseñó para enlazar a militares con militares y a unidades con unidades, para propósitos institucionales. Insisto: Torrente era exclusivamente entre unidades militares... Y si la Onemi no tenía las capacidades para comunicarse, era un problema de ese organismo".
¿A qué hora estuvo operativo el sistema?
De acuerdo con los registros del comando de telecomunicaciones del Ejército, las primeras unidades que se contactaron con Santiago mediante el Sistema Torrente fueron Valdivia y la Brigada de Operaciones Especiales a las 5 AM. Chillán se contactó a las 5.15 y Concepción a las 7.20. Recién cerca de las 9 de la mañana se logró la comunicación con el resto de las unidades de la zona centro sur. Esta comunicación no era posible hacerla, a través de este sistema, ni con las intendencias, ni con las gobernaciones, ni con los pueblos de la costa, ni con la Onemi. El enlace sólo se podía hacer entre unidades militares, porque así fue diseñado el sistema. Pero, además, a la hora en que las autoridades de gobierno necesitaban tomar las grandes decisiones, es decir entre las 3.34 horas y las 6 de la mañana, donde se decidía si evacuar o no para un tsunami, Torrente no estaba operando al 100%.
¿Si hubiese estado operando, hubiese servido para anticiparse al maremoto?
Aunque Torrente hubiese estado operando no hubiera servido como herramienta para la toma de decisiones y la comunicación a la población civil para una evacuación por el tsunami, porque no fue diseñado para ese propósito. Se ha insinuado entre líneas que de haberse puesto el sistema a disposición de las autoridades, se podrían haber salvado vidas y haberse tomado mejores decisiones. Eso no es efectivo. Además, la gran mayoría de los regimientos de Santiago hacia el sur tienen sus centros de ejercicios de la panamericana hacia la cordillera. Es decir, no estaban cerca de la costa. Recién en 2011, como experiencia del terremoto, se estableció un protocolo oficial para que el Sistema Torrente funcione 24/7 con operadores permanentes.
Usted dice que Torrente estaba diseñado sólo para los militares. Sin embargo, pudo haber servido para informar a las autoridades políticas.
¡Pero sí se hizo!, obviamente en la medida que fue entrando en operación. Aunque nunca fue una exigencia para el Ejército, y nunca estuvo en un protocolo, se hizo, a pesar de que Torrente no se compró, no se diseñó y no estaba preparado para una emergencia como el terremoto y nunca se nos pidió usarlo desde la Onemi.
Lo que señaló el abogado Fouillioux es que se le ocultó información a Bachelet.
Jamás se le ocultó información, ni al gobierno, ni a la Presidenta. El ministro de Defensa, al igual que el Jefe del Estado Mayor Conjunto, autoridades a cargo del sector defensa para la emergencia, estaban totalmente al día con la situación del Ejército. Además, había un general del Ejército como delegado dentro de la Onemi, ¡¿Dónde está el ocultamiento de información, por Dios?! El Ejército no se restó de nada.
Fouillioux asegura que la Presidenta se enteró cinco días después del 27/F que existía este sistema.
Nunca escuché a la Presidenta decir eso y me gustaría que este tema lo pudiera aclarar el ex ministro Vidal.
¿Pero le informó a la Presidenta cómo estaban las comunicaciones del Ejército?
Hablé con la Presidenta ese día y los días siguientes sobre variados temas, pero no específicamente acerca del Sistema Torrente.
¿Cree que hay una intencionalidad política en las críticas al Ejército?
No lo sé, quisiera pensar que se debe a una total falta de conocimiento sobre los sistemas de comunicaciones del Ejército.
¿Alguna autoridad le reclamó durante esos días por la falta de información por parte de su institución?
No. Pocos días antes de que entregara el mando hubo un par de declaraciones en la prensa referentes a que no habían llegado a tiempo los helicópteros de la Fuerza Aérea, que el Ejército había andado lento, además de las críticas al Shoa, pero jamás, jamás, ni el ministro de Defensa, ni la Presidenta me representaron algún malestar, reproche, molestia o que el Ejército hubiese actuado mal o incorrectamente, y en forma negligente y tardía. Nunca.
¿Le molestan los cuestionamientos?
Que a mí me critiquen no me importa, estamos en democracia. Sí me duele que cuestionen a una institución tan relevante como el Ejército. Si hubiéramos cometido algún error yo le diría "mire, fallamos", pero no es cierto. El Ejército no se equivocó ni ocultó nada al gobierno de Bachelet el 27/F.
En ese momento ya estaba electo el Presidente Piñera. ¿Habló usted en algún minuto con él durante el 27/F?
No, nunca.
El iba a asumir en pocos días ¿No le pidió información?
No.
¿Usted había sido contactado ya por el entonces presidente electo Sebastián Piñera para asumir la subsecretaría de Defensa?
Nunca tuve un contacto con el gobierno en el cual trabajo hoy mientras estuve en servicio activo. Quienes insinúan que hubo tibieza, desgano, falta de empeño o negligencia para enfrentar la emergencia porque el gobierno estaba terminando su período, o porque yo podría haber estado considerado para trabajar en el futuro gobierno, no conocen el Ejército. Hay una frase muy significativa y muy cierta: se puede querer mucho a Chile sin ser militar, pero no se puede ser militar sin querer por sobre todas las cosas a Chile. El Ejército está subordinado a la autoridad política legítimamente elegida, pero por sobre todo sirve al país.
Tras el terremoto usted tuvo roces con la ex Presidenta e incluso trascendió que estuvo en duda que ella participara en el cambio de mando de la institución el 9 de marzo.
Los cambios de mando en el Ejército son actos de carácter nacional. A días del terremoto no era el momento de hacer una ceremonia militar de esas características. Conversé con la Presidenta sobre cómo íbamos a hacer el acto. Dado el contexto que vivíamos, debía ser lo más austero, pero digno y con la presencia de las más altas autoridades de la República. Creo que no es efectivo que la Presidenta haya puesto en duda su presencia. Lo creo así, por que tradicionalmente el único orador en las ceremonias de cambio de mando es el comandante en jefe que se va y, en esta ocasión, la única oradora fue la presidenta tras mi petición. ¿Y sabe lo que dijo? Le dio las gracias al Ejército por lo que había hecho con ocasión del terremoto.
¿Cree haber salido de la institución con una buena relación con Bachelet?
Sí, yo le tengo afecto. Fue una persona muy deferente conmigo y me apoyó permanentemente en mi gestión de mando. Tengo la certeza de que ella también me tiene afecto y aprecio profesional. Entonces, no entiendo qué está detrás de esto.
¿A qué lo atribuye entonces?
No creo que sea una buena defensa frente a la fiscalía politizar la argumentación, pero es una opción del abogado Fouillioux. Quiero creer que él está mal informado, porque lo que hizo el Ejército para el terremoto fue increíble. Mucha gente podrá decir "con su deber no más cumplió". No. Fue mucho más allá de cumplir con su deber.
El ex ministro Bitar mencionó que la tardanza en decretar Estado de Excepción y de que los militares tomaran el control de las calles obedecía al trauma del sector con el mundo uniformado. ¿Habló de esto con la Presidenta Bachelet?
No, este tema no lo conversé con la Presidenta, pero sí con el ministro de Defensa. Le mencioné que nosotros estábamos disponibles y preparados. No eran sólo los saqueos. ¿Usted recuerda cómo mostraban a las personas en los barrios armándose para defenderse? Creo que el decretar un Estado de Excepción Constitucional fue una decisión difícil para la Presidenta. Para nosotros tampoco era sencillo. Hacía 25 años que el Ejército no salía a la calle en una tarea de orden interior. La institución está organizada, equipada y entrenada para combatir. Sin embargo fuimos capaces de tomar el control de toda la zona devastada e imponer el orden sin un solo muerto. Esa fue una hazaña. Curiosamente esto se ha reconocido mucho más en el exterior que en Chile.
¿Cómo coordinó con Bachelet la relación entre los militares y las autoridades civiles?
Ella me representó algunas inquietudes por algunos roces que se producían entre los militares y las autoridades civiles. O descoordinaciones. Conversábamos generalmente en la noche. Ella me decía: "Los militares que están al mando son un poco vehementes en tomar las decisiones". Siempre mi respuesta fue: "Dígame dónde, en qué lugar, y yo voy a constatar si es así o no, pero usted tiene que entender que en situaciones como ésta la única manera de actuar es 'pal frente', porque si empezamos con muchas contemplaciones, no llega la comida, no llega el agua, no llega esto, no llega esto otro. Si todos empiezan a tomar decisiones...". Es que es inamigable el caos que era y el nivel de alteración de la población era muy alto...
¿Estas aprensiones retrasaron una decisión que debió adoptarse antes?
Estoy hablando como ex comandante en jefe, y por lo tanto no quiero pronunciarme sobre ese punto. No me corresponde hacer una crítica al mando político ni a las decisiones que se tomaron.
Usted hoy es una autoridad política. Si hoy se produjera el terremoto en iguales condiciones que ese día, ¿Cuál sería su posición?
Hoy soy una autoridad política y si se repitieran las mismas situaciones y condiciones que generó el terremoto y tsunami del 27/F, aconsejaría al ministro de Defensa que le propusiera al Presidente decretar de inmediato el Estado de Excepción Constitucional correspondiente.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
- PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO - GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES , asesorías a nivel nacional e internacional y están disponibles para OTEC Y OTIC en Chile