SANTIAGO.- Es el cuarto hijo del ministro de Defensa Andrés Allamand, y el único hombre desde que su hermano Juan Andres, de tan sólo 15 años falleció en el año 2003.
Raimundo es el orgullo de su padre y así ha quedado demostrado cada vez que le ha tocado desfilar en algún acto de importancia, como cuando el joven de 22 años, debió rendirle honores como cadete de la Escuela Naval Arturo Prat, el pasado 21 de mayo.
Hijo del ministro y de Bárbara Lyon, Raimundo Allamand, ingresó en el año 2009 como cadete a l Armada. Tenía sólo 20 años y había egresado un par de años antes del The Newland School, de Lo Barnechea.
A pesar de no seguir una carrera convencional como la de su padre –sus hijas tampoco lo hicieron y prefirieron la decoración y la actuación- , la decisión dejó feliz al secretario de Estado, quien mira con orgullo al joven que, con sólo 13 años, lo acompañó y consoló el día de la muerte del pequeño Juan Andres.
A Raimundo siempre le gustó el uniforme, lo que le hizo saber a su padre justo en el tiempo en que éste, estaba alejado de la política, área que no le gustó. Su ingreso se produjo hace dos años y pretende convertirse en oficial de la Armada en el año 2013, tras cuatro años de instrucción.
Dicen que durante su vida en Estados Unidos, le gustaba la idea de ser "marine" y quería viajar en misión de rescate a Haití. Hoy, la mayor parte del tiempo la pasa en Valparaíso, en la Escuela Naval y luego de su primer año de instrucción optó por especializarse como infante de marina. Tras convertirse en oficial, pretende realizar su primer viaje al extranjero en el Buque Escuela Esmeralda.
Sus cercanos aseguran que no le gusta que lo relacionen con el cargo que hoy tiene su padre, y que se ha mostrado como un joven humilde, que incluso fue elegido como el mejor compañero de su grupo. Le gustan los deportes, como la natación y el rugby.
Ayer, durante la Parada Militar 2011, mientras su padre estaba en el palco presidencial acompañando al Mandatario Sebastián Piñera, Raimundo debió desfilar y rendirle honores al ministro. Destacó entre los presentes y la prensa no dudó en mostrar la relación del joven con el jefe de la cartera de Defensa. Esta vez el secretario de Estado no pudo romper el protocolo, como el año pasado cuando se instaló junto a la prensa, para ver desde ahí y gritar "¡ese, ese, ese es mi hijo!".