Todos los mercados están atentos a los indicadores económicos de EE.UU.
En un círculo vicioso de caídas e incertidumbre, las bolsas europeas abrieron este viernes a la baja, luego de que las asiáticas también lo hicieran... como consecuencia de las caídas de los mercados Europa y Estados Unidos el jueves.
Los principales mercados europeos abrieron con caídas de más del 3%. El FTSE 100 británico cayó 3,2%; el Dax alemán 3,5%, mientras que el índice Cac 40 francés bajó 2,8%.
En Asia, las pérdidas fueron peores, donde los mercados vieron cómo se desvanecía gran parte de las ganancias de este año.
Esto se presenta un día después de que el índice Dow Jones de Nueva York experimentara su peor día desde que la crisis financiera empezó, hace tres años.
Tras estas caídas yacen los temores de los mercados por la crisis de la Eurozona y por la recuperación de la economía estadounidense.
En Asia
Previamente, las bolsas de valores de Asia habían seguido la ola de caídas que se venían registrando desde el miércoles en los principales mercados occidentales, también por el temor de que la economía de EE.UU. se dirija hacia una nueva recesión y las dudas sobre la sostenibilidad de la moneda única europea.
El índice Nikkei, de la bolsa de Tokio, cayó este viernes a su nivel mas bajo desde el terremoto y posterior tsunami que afectó a Japón en marzo pasado.
En Hong Kong se registró una pérdida del 4,81% en la apertura de transacciones. Bangkok cayó en 3%.
El ministro de economía de Japón, Kaoru Yosano, dijo que que el comportamiento es lógico considerando la interconexión de las finanzas globales.
"El mundo entero está interconectado a través de las finanzas. Así que lo que pase en Londres o Nueva York no sólo sucede allí. Es importante que consideremos todos los mercados financieros", dijo Kaoru.
Las Bolsas latinoamericanas también caen
Las Bolsas latinoamericanas no fueron ajenas a las turbulencias registradas en EE.UU. y Europa.
El índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires cayó un 6,01%, mientras la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró la mayor caída en dos años con una pérdida del 3,37%.
El índice de referencia de acciones de Brasil, el Bovespa, perdió un 5,72%, cayendo por debajo de los 55.000 puntos por primera vez desde agosto del 2009.
Mientras, el índice chileno IPSA se hundió un 3,94% y la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) bajó un 3,23%
Analistas consultados por agencias especializadas en información financiera dijeron esperar pérdidas durante toda la jornada a la espera de los indicadores económicos del primer semestre en EE.UU. que deberán publicarse este viernes
Nerviosismo
Los mismos factores provocaron el jueves uno de los peores días para las bolsas de valores del mundo.
El índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York registró una caída del 4,3%, el peor descenso desde octubre de 2008, cuando se vivían los momentos más agudos de la crisis financiera global.
Los índices de valores europeos también cayeron abruptamente a pesar de diversas intervenciones políticas dirigidas a calmar los mercados.
as Bolsas de Londres y Fráncfort perdieron un 3,43% y un 3,40 respectivamente, ante el temor de que España e Italia se conviertan en las próximas víctimas de la crisis de la deuda en Europa.
Ante este panorama, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, pidió en una carta dirigida a los gobiernos de la Unión Europea (UE) su completo respaldo al euro.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) dijo que podría reanudar la compra de bonos emitidos por gobiernos que están enfrentando dificultades.
Los inversores volvieron a apostar por la seguridad que otorga el oro, cuyo precio alcanzó un nuevo récord al situarse la onza en US$1.677.
Mientras, el precio del petróleo volvió a caer ante los temores a una desaceleración de la economía global. El precio del crudo ligero estadounidense cayó cerca de un 5% hasta situarse en US$87,63 el barril, mientras que el de Brent europeo se redujo en US$5, hasta los US$108,85.
¿Suspensiones de pagos?
La posibilidad de una nueva recesión en EE.UU. comienza a preocupar a los inversores.
Lo ocurrido durante la jornada de este jueves elevó de nuevo las preocupaciones entre los grandes inversores en mercados de valores ante la posibilidad de que se produzca otra recesión en EE.UU. y otra crisis de la deuda en Europa.
Algunos de los escenarios de futuro que se barajan son una posible suspensión de pagos de Italia y una España que se escaparía a duras penas.
El Centro de Investigaciones Económicas y Negocios (CEBR) en Reino Unido considera que en el caso de Italia la suspensión de pagos sólo sería evitable si la economía del país experimentara un notable crecimiento, algo que se estima improbable.
El crecimiento de la economía italiana fue sólo de un 0,1% durante el primer trimestre de 2011 y no se vaticinan resultados mejores a futuro.
El reporte del CEBR señala en este sentido que la deuda italiana podría incrementarse, pasando del 128% actual al 150% en 2017, siempre que el rendimiento de los bonos sea superior al 6% y que el crecimiento siga estancado.
España, mejor pero no libre de riesgos
La economía española afronta un escenario más esperanzador pero no carente de puntos negros como su elevado nivel de deuda privada, que según expertos podría afectar su sistema financiero.
En España el nivel de deuda pública es inferior a la italiana, situándose en torno al 75%, aunque se teme que este margen de maniobra podría verse afectado en caso de que su economía se viera contagiada por la caída de Italia.
Por otra parte, en España subsiste el problema de las pequeñas cajas de ahorros, cuyo delicado estado financiero podría arrastrar a los grandes bancos.
Barroso pidió a los países de la UE apoyo "total" al euro.
Según dijo a la BBC Juan Costa Font, investigador de la London School of Economics, el gobierno español ha optado por rescatar estas cajas y se ha propiciado su absorción por parte de bancos de mayor envergadura.
Aunque el estado actual "demuestra que la deuda privada española es todavía pagable", dijo Costa, todavía queda por ver cómo concluye el debate sobre qué hacer con aquellos individuos que no pueden pagar la cuota de su hipoteca.
Existe en el país una creciente presión social para que en caso de impago el propietario pueda entregar la vivienda y el banco se haga cargo de la deuda, algo que actualmente es ilegal en España.
Si se cambian las leyes al respecto, el experto augura "importantes problemas" en el sistema financiero. Sin embargo, si se resuelve y el Banco Central Europeo sigue interviniendo los pequeños bancos "podría haber luz al final del túnel".
Pero algunos expertos estiman que ninguna decisión será tomada hasta septiembre, debido a que actualmente Europa está en plena temporada vacacional.