Todas las miradas sobre Sepp Blatter.
Sepp Blatter parece ser único para la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) incluso en medio de la más grave crisis de gobernabilidad y de credibilidad de la historia del organismo.
Este miércoles, en el segundo día del LXI Congreso de la FIFA que se realiza en Zurich, Sepp Blatter podría extender por cuatro años más su reinado de doce años al frente del cuerpo, pese al escándalo por presunta corrupción que consume al organismo.
A no ser que una mayoría calificada de delegaciones ceda ante las presiones de posponer la votación a la espera que se aclaren algunas de las acusaciones ventiladas en los últimos días.
La jornada electoral se abre con el sabor del confuso intento la noche del martes de despedir al secretario general de la Concacaf, (Confederación de Centro, Norte América y el Caribe) Chuck Blazer, quien originó los actuales problemas al denunciar la supuesta compras de votos a favor de Blatter.
Factores tradicionalmente silenciosos como las empresas que patrocinan los eventos futbolísticos, o hasta el príncipe William, presidente de la Federación Inglesa de Fútbol (FA), han tenido algo que decir en este difícil capítulo para la FIFA.
A través de un comunicado el príncipe William respaldó el llamado que hizo la FA para que se posponga la elección presidencial en la FIFA.
Gestos nada más
"Superman" del fútbol
"Después de 13 años a cargo de la FIFA, Sepp Blatter ha construido una inmensa base de poder dentro de las delagaciones. Un delegado europeo lo describió como un superhombre. El ánimo entre los delegados con quienes he hablado es tal que incluso aquellos que se le oponen aceptan que no hay alternativa"
Transparencia Internacional, una organización comúnmente enfocada en el comportamiento de gobiernos y corporaciones, ha sugerido a la FIFA que acometa reformas para garantizar mayor claridad en sus procesos internos.
Entre esos procedimientos destaca el contenido de un intercambio de comunicaciones internas entre directivos del fútbol, que parece sugerir que Qatar compró la sede del Mundial 2022.
Como consecuencia, el presidente de la Confederación Asiática, Mohamed bin Hammam, (al igual que Warner) fue suspendido y retiró su candidatura para suceder a Blatter, quien se postula ahora sin otro obstáculo que las sospechas de la opinión pública y la especializada.
El propio director de la FA, David Bernstein, reconoció que es difícil que se concrete su propuesta de detener el proceso, algo que necesita el voto del 75% de los delegados.
"Creo que era importante que alguien se levantara e hiciera un gesto (…) Es importante que si nadie más lo hacía la FA tomara el liderazgo en esto", dijo Bernestein a la BBC.
Sin embargo, federaciones tan cercanas como la de Irlanda o de Gales no parecían dispuestas a respaldar la iniciativa inglesa.
Blatter tiene una gran palanca política dentro de la estructura deportiva, un ascendente que muchos contrastan con la poca popularidad con la que cuenta entre los fanáticos del deporte.
Patrocinantes preocupados
Despido inmediato pero sin efecto
- La noche del martes un comunicado de la presidencia de la Concacaf anunciaba el "despido inmediato" de Chuck Blazer como secretario de la organización americana.
- Inmediatamente el Comité Ejecutivo desautorizó al presidente interino, Lisle Austin, explicando que no tenía facultades para tomar la decisión.
- El Comité aseguró que Blazer y la Concacaf siguen trabajando con normalidad, pero Austin ratificó en otro comunicado su potestad de despedir al estadounidense, a quien considera "despedido".
Por encima de las opiniones de personalidades y de federaciones nacionales, la presión que más podría resentir la FIFA es la de esas empresas que sufragan los multimillonarios eventos deportivos.
Este martes la tarjeta de crédito Visa y la aerolínea Emiratos se unieron al coro de voces corporativas "preocupadas" por el efecto que el escándalo de corrupción pueda tener en el deporte y, sobre todo, en la marcha de los negocios asociados.
"La actual situación no es buena para el deporte y pedimos a la FIFA que tome los pasos necesarios para resolver las preocupaciones que surgieron", manifestó Visa Europa en un comunicado.
Ya en una inusual intervención en la política del organismo rector del fútbol, la gigante de bebidas estadounidense Coca-Cola y la fabricante alemana de artículos deportivos Adidas habían pedido una pronta solución del problemas, con lo que cuatro de los seis principales patrocinadores de la FIFA han expresado su preocupación.
Para última hora del martes Blatter parecía haber aceptado que "algo pasa" en la institución que encabeza, cuando al abrir el Congreso dijo haber creído que "la famosa pirámide de FIFA repentinamente es inestable y hay un peligro".
De ese peligro, y cómo evitarlo prometió hablar el miércoles, el día de importantes definiciones para la organización.