La reforma ha situado a la posibilidad de abortar en el centro de la polémica.
¿Defensa de la vida o tiranía de las mayorías? Este es el debate planteado por los promotores y detractores de un anunciado proyecto de reforma constitucional en Colombia que busca prohibir el aborto en todos los casos.
En el primer bando está el presidente del Partido Conservador Colombiano, senador JoséDaríoSalazar, y en el otro Mónica Roa, la directora del proyecto Género y Justicia de la organización Women'sLinkWorldwide.
"Yo no sé por qué en Colombia el país se conmueve porque un jugador de fútbol patea y mata una lechuza en un estadio, pero no piensa en lo que los bebés sienten cuando son destrozados en el vientre de la madre", le dijo el senador Salazar a BBC Mundo.
El político quiere que la Constitución de Colombia diga, expresamente, que se defiende el derecho a la vida desde el momento de la concepción y hasta la muerte natural.
"Todo hace parte de una corriente de defensa integral de la vida", afirma el senador.
Y su propuesta de reforma es apoyada por la Iglesia Católica y por otras iglesias.
El secretario de la conferencia episcopal, monseñor Juan Vicente Córdoba, dijo que los jerarcas católicos están "muy contentos" y sostuvo que para ellos ha sido "de muy buena recepción".
Contra una sentencia
El senador Salazar quiere que la Constitución prohíba el aborto sin importar las circunstancias.
El proyecto, que aún no ha sido presentado al Congreso, dejaría sin efecto una sentencia de la Corte Constitucional que, en 2006, despenalizó el aborto en tres casos: malformaciones del feto, grave peligro para la salud de la madre o embarazo fruto de una violación.
Pero para Mónica Roa, la reforma no solo prohibiría el aborto en estas circunstancias, sino que terminaría haciendo inconstitucional incluso el uso de los dispositivos intrauterinos, que impiden la anidación de los óvulos fecundados en el útero.
"Aunque según la Organización Mundial de la Salud, OMS, embarazo no es igual a fecundación y el embarazo solo se da cuando el óvulo se implanta en el útero", recordó Roa.
La funcionaria de Women'sLinkWorldwide también afirma que posiciones como las de Salazar son las que han hecho que en países como El Salvador y Brasil, y en el estado mexicano de Oaxaca, se haya condenado a hasta 30 años de prisión a mujeres que se han practicado el aborto, y en Costa Rica se prohibieran las fecundaciones in Vitro.
"Y en Colombia hay un grupo pequeño, pero muy organizado y muy poderoso que no ha ahorrado esfuerzos para sabotear la implementación del aborto desde que la sentencia de la Corte Constitucional reconoció que las mujeres tenían derecho a este servicio en algunas circunstancias", le dijo Roa a BBC Mundo.
Según ella, de ese grupo forma parte el Procurador (inspector) general, AlejandroOrdóñez, "quien es miembro de la corriente lefevrista de la iglesia católica".
Tal vez por eso es que hasta mayo de 2010 sólo se tenían reportes oficiales de 650 abortos practicados por alguna de las tres causas admitidas por la legislación, aunque Roa calcula que los abortos ilegales practicados cada año en Colombia superan los 300.000.
29 reformas en 20 años
Roa considera que de aprobarse la reforma terminaría siendo inconstitucional hasta el uso de los dispositivos intrauterinos.
La actual Constitución colombiana data de 1991 y ha sido reformada en 29 oportunidades, aunque en tres ocasiones esos cambios no han sido avalados por la Corte Constitucional.
Y esta no es la primera vez que una reforma busca dejar sin efecto una sentencia de este tribunal.
A finales de su mandato de ocho años, el ex presidente ÁlvaroUribe logró, después de varios intentos, que el Congreso cambiara la Constitución y tumbara una sentencia de la Corte Constitucional, que en 1994 despenalizó la tenencia de dosis personales de drogas sicoactivas.
El ex magistrado Rodrigo Uprimny, director de la organización Dejusticia, reconoce que la sociedad debe tener recursos ante los fallos de los jueces constitucionales.
Sin embargo, para él, hacerlo por la vía del Congreso no es la mejor manera.
"Las reformas constitucionales en el Congreso se aprueban por mayorías no calificadas y, en estos casos, debería acudirse a otros mecanismos como el referendo o las asambleas constituyentes", le dijo Uprimny a BBC Mundo.
Sin embargo, cuando se le pregunta a Salazar si no es extraño querer cambiar sentencias de la Corte mediante reformas constitucionales, responde: "Es más extraño que la Corte cambie el espíritu de la Constitución en sus sentencias".
Roa, por su parte, cree que todo lo que está sucediendo alrededor del aborto en Colombia hace parte de "una tiranía de las mayorías políticas, que consideran que hay personas que no tienen derecho a pensar distinto ni a ser distintas".
Y recuerda que en tres décadas siete proyectos que buscaban reglamentar el aborto no fueron aprobados por el Congreso.
Opiniones
Mientras, en la calle, el debate apenas empieza. BBC Mundo les preguntó a cuatro estudiantes de la Universidad Javeriana de Bogotá, regentada por los jesuitas, su opinión sobre el tema.
Dos de ellas, María Paula Tascón y MichelleYidios, se declaran católicas, pero no están de acuerdo con el proyecto de reforma.
"Las mujeres somos dueñas de nuestro cuerpo y una repenalización del aborto sería un retroceso"
Alejandra Soriano, estudiante
"Si el Congreso deroga la sentencia, cometería un error muy grande", dijo Tascón.
"No estoy de acuerdo con que se deroguen las excepciones que despenalizan el aborto en tres casos", anotó Yidios.
Alejandra Soriano, otra estudiante universitaria, insistió por su parte en que "las mujeres somos dueñas de nuestro cuerpo y una repenalización del aborto sería un retroceso".
LauraMojica la apoya, pero anota que "la Iglesia Católica nunca va a aceptar un aborto".
Y por el momento aún no se sabe qué posición adoptará el gobierno del presidente Juan Manuel Santos frente al proyecto.