SANTIAGO.- Con el propósito de radicar sólo en la educación básica y media la prohibición de venta de alimentos poco saludables o "comida chatarra" y revisar la norma que prohíbe publicitar alimentos sucedáneos de la leche materna, los comités parlamentarios del Senado acordaron en forma unánime consultarle a la Cámara de Diputados su disposición a constituir nuevamente una Comisión Mixta para examinar el proyecto sobre composición natural de los alimentos y su publicidad.
Así lo informó el Presidente de la Cámara Alta, senador Guido Girardi, tras señalar que el compromiso es centrarse en los dos temas antes citados y si la Cámara Baja no aceptara la solicitud de constituir una Comisión Mixta, el proyecto se votaría tal como está, para luego solicitarle al Ejecutivo que envíe un veto para modificar dichos aspectos.
"Me parece que es un muy buen acuerdo que nos ayuda a salir adelante y a sacar un muy buen proyecto para Chile", dijo el senador Girardi.
Esta determinación se adoptó después de más de dos horas de un intenso y, a ratos, tenso debate en Sala, en el que intervinieron los senadores Francisco Chahuán, Fulvio Rossi, Mariano Ruiz-Esquide, Ximena Rincón, Andrés Chadwick, Guido Girardi, Alejandro Navarro, Pablo Longueira, Carlos Kuschel y los Ministros de Salud y de Secretaría General de la Presidencia, Jaime Mañalich y Cristián Larroulet, respectivamente.
Intensa discusión
Durante el debate en Sala- que estuvo precedido de una serie de declaraciones públicas a favor y en contra de la iniciativa- primaron básicamente dos posturas: la de votar el proyecto tal como estaba y la de buscar un espacio que permitiera hacer algunas correcciones al mismo. Esto, pues senadores de distintos sectores se mostraron de acuerdo con la esencia del proyecto, sobre todo en lo relativo a prohibir la venta alimentos poco saludables con "ganchos" como stickers, juguetes o adhesivos y también evitar que se expenda "comida chatarra" en los colegios.
El primero en hacer uso de la palabra fue el senador Rossi, presidente de la Comisión de Salud, quien criticó el "lobby" de algunos sectores de la industria, como la Sofofa, y acusó al Ejecutivo de "falta de coherencia" al emprender, por una parte, una campaña saludable, y por otra, señalar que la iniciativa no es buena. Insistió en que el proyecto fue ampliamente debatido con expertos, quienes coincidieron en que cumple con el objetivo de bajar el consumo de alimentos dañinos para los niños.
En la misma línea, el senador Ruiz-Esquide explicó que con el proyecto se está siguiendo la norma internacional de consumo de alimentos que son causa de obesidad, de diabetes e hipertensión, etc.
"No estamos haciendo nada distinto de los países que son más desarrollados", dijo tras señalar que la forma en que se refirió la Sofofa a la iniciativa es una "insolencia" y una presión evidente para el Ejecutivo.
El senador Chahuán manifestó su disposición a apoyar la iniciativa, pero aclaró que es necesario revisar la prohibición de venta de comida chatarra en todas las modalidades de enseñanza y circunscribirla a los menores. Precisó que existe acuerdo en lo sustantivo de la iniciativa, por lo que el Senado tiene la oportunidad histórica de aprobarla con un amplio acuerdo, si es que se zanjan las diferencias en una Comisión Mixta.
La senadora Rincón, en tanto, se mostró partidaria de aprobar el proyecto a la brevedad posible pues considera que ello permitirá contribuir a disminuir las alarmantes tasas de obesidad infantil que existen en el país.
Por su parte, el senador Chadwick lamentó los dichos del Presidente de la Comisión de Salud, respecto de que algunos parlamentarios obedecerían a intereses de la industria.
En una línea similar se manifestó el senador Longueira quien señaló que él y su sector siempre han votado en función de Chile. Aclaró que existe un 98% de acuerdo respecto de esta iniciativa y que es fundamental corregir algunos aspectos de la misma, por lo que se mostró partidario de abrir la instancia de la Comisión Mixta o buscar un veto presidencial.
El senador Girardi se refirió a los altos niveles de obesidad que existen en el país y a la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar que esta tasa siga en aumento. Señaló que actualmente los alimentos de mayor consumo tienen altos niveles de sal, azúcar y grasas que los hacen muy dañinos para la salud por lo que se busca dotar a la gente de información clara respecto del contenido nutricional de lo que está comiendo.
Precisó que la prohibición de venta de comida chatarra en universidades no es responsabilidad del Senado, pues el proyecto original está circunscrito a los menores y criticó que la industria se esté oponiendo a una iniciativa de este tipo.
El senador Navarro señaló que se debe elegir entre estar con los niños de Chile o con los empresarios, o entre prevenir enfermedades o en gastar más dinero en curarlas. Manifestó que es un deber informar a la gente el contenido nutricional de los alimentos y disminuir la obesidad en los escolares.
El senador Kuschel señaló que aún cuando se apruebe el proyecto ello no implicará una reducción automática de la obesidad infantil, ni tampoco un cambio de hábitos. Asimismo, dijo que es necesario mejorar el proyecto para conseguir los objetivos deseados.
Por su parte el ministro Mañalich manifestó que su cartera ha tenido la disposición de avanzar en el proyecto, pues le parece de trascendencia que un niño no sea engañado con un regalo para comprar un alimento dañino para la salud o que se avance en un etiquetado más informativo. No obstante, dijo que tal como está la iniciativa impone al Ministerio la necesidad de generar una suerte de "policía nutricional", lo que es imposible de lograr.