el senador Fulvio rossi traza el mapa en que se ubican gobierno y oposición:
"La Alianza por Chile se ha izquierdizado (...) ¡qué bueno que ha cambiado!"
La UDI habla mucho de probidad, transparencia, de la buena política y eso no lo vimos con Van Rysselberghe".

Patricia Arancibia Clavel
Secretario General del Partido Socialista, el senador Fulvio Rossi, (40) es mucho más que una "cara bonita". Médico cirujano de la Católica, llegó al Senado en 2010 luego de dos períodos como diputado, representando al extremo norte. Explica y defiende sus posiciones de manera clara y razonada, con una mirada que va más allá de lo coyuntural y a veces políticamente incorrecta. Llano y abierto, nos recibe en su oficina en Santiago para responder algunas inquietudes.
-Carlos Altamirano fue un gran ícono del PS. ¿Qué piensas de la crítica que le hace al partido de hoy en su libro?
-Creo que Altamirano pierde cierta autoridad -no quisiera utilizar la palabra moral, pero la usaré entre comillas- para hacer ese tipo de críticas tan destempladas, cuando él fue uno de los responsables de haber generado ese izquierdismo infantil que criticaba Lenin. Ese discurso político encendido de Altamirano tuvo mucho que ver con una de las razones del golpe, y también lo encuentro desleal con Allende. Posteriormente él se transformó en una especie de padre de la renovación socialista y parece ser que con los años algunos tienden a izquierdizarse en el mal sentido. No sé si es por un sentimiento de culpa o una cierta nostalgia de entender la izquierda como la de los años 70.
-¿Y cómo es el socialismo de hoy?
-Estamos en otro escenario. Quedó atrás la guerra fría, el mundo bipolar. Mirar la política de hoy con los ojos de ayer es faltar al rigor, incluso histórico. Me llaman la atención las volteretas de Altamirano, pero para ser franco, no le doy mucha importancia a lo que dice. Hay muchos líderes del PS que en sus últimos años empiezan a encontrar todo malo y proponen poco menos que volver a los 70. En buena hora no están conduciendo el partido. Creo en la socialdemocracia, en lo que hizo la Concertación antes y ahora.
-¿Y qué están haciendo?
-Espero, por ejemplo, que con la ministra Matthei logremos un acuerdo en el multi-Rut. Creo que ella piensa que las multi razones sociales de una empresa debilitan la capacidad negociadora de los trabajadores. En el tema de la energía nuclear, por otra parte, hay una gran transversalidad. Hay muchos de mi sector que están a favor, y en buena hora, es legítimo.
-El gobierno está con una agenda social que la oposición no esperaba, ¿crees que ha habido un "robo de banderas"?
-La Alianza por Chile se ha izquierdizado. Me carga la torpeza política de algunos que dicen "nos roban nuestras banderas". Por el contrario, si las toman, estemos contentos y orgullosos pues hemos logrado ganar ciertas batallas. Cuando escucho el discurso del ministro Bulnes respecto del uso racional de las cárceles, ¡es lo que hemos dicho toda la vida! De alguna forma él hace una autocrítica respecto de una visión -a mi juicio errada- encabezada por el ministro Hinzpeter que decía que la manera de combatir la delincuencia era la ley y el orden, fin a la puerta giratoria y llenemos la cárcel de gente… Ese discurso populista, que vendía en campaña pero que no era racional ni eficaz, ha variado y en vez de criticar, yo digo: ¡qué bueno que ha cambiado!
-¿Se están difuminando las diferencias clásicas entre derechas e izquierdas?
-Aún hay dos cosas que nos diferencian que tienen que ver con los énfasis. Nosotros hacemos un énfasis respecto a nuestra mirada del mundo y de la sociedad, en donde la igualdad es un pilar fundamental. La derecha todavía tiene una cultura en donde la desigualdad es parte de su imaginario. El otro tema, es que el PS es un partido libertario que tiene que ver con las libertades públicas, con la no discriminación, con la tolerancia, y en eso la derecha también está bastante atrasada. Todavía hay mucho integrismo, son muy conservadores y pretenden que la moral natural rija en las políticas públicas.
-¿Darán los socialistas sus votos para implementar el post-natal?
-Es un proyecto positivo y aunque pueda sonar crudo, la mujer no es la suma de dos pechugas y un útero. Con esto quiero decir que los proyectos que tienen que ver con ellas hay que analizarlos de manera que no afecten su empleabilidad. Su participación en el mercado laboral hoy es 40%, una de las más bajas de Latinoamérica y para mí la dignidad de la mujer tiene mucho que ver con la igualdad de condiciones en el mercado laboral. Algunos ven a la mujer como una especie de vaca lechera cuyo único objetivo es amamantar y eso va en contra de sus derechos básicos. Dicho esto, pienso que viene un debate intenso, complejo pero positivo. Se establece, por ejemplo, que es un deber irrenunciable para las que ganan menos, pero uno podría preguntarse por qué ellas no pueden tener el capital social de las que ganan más, así como éstas reclamar que es el único subsidio que reciben como profesionales y le ponen un tope de 30 UF. Trataré que haya mayor cobertura, pues sólo una de cuatro tendría el beneficio, y también universalidad. Se ahorrará plata porque no habrá licencias por enfermedades de niños menores de un año que justo se concentraban entre los 3 y los 6 meses, además de estudiar fórmulas para que los seguros de salud asuman las diferencias.
-¿Qué impidió que la Concertación planteara éstos y otros beneficios?
-Lo social no es patrimonio de la Concertación. En buena hora que el presidente Piñera se preocupe de una agenda social. No podría ser tan arrogante de pensar que somos los únicos a quienes les preocupa lo social. Ojalá que estemos todos en lo mismo. Dicho esto, me parece un error decir que en la Concertación no se hizo esto a aquello. ¡Es que no se puede hacer todo en un mismo día! Aylwin no hizo la reforma procesal penal que hizo Frei; Frei no hizo el Auge que hizo Lagos y Lagos no hizo la reforma previsional que hizo la presidenta Bachelet. A medida que tenemos más recursos se va avanzando en beneficios. Lo que no me gusta es que se hagan anuncios sin tener el proyecto de ley, que es casi un formalismo. El presidente Piñera privilegia mucho la puesta en escena por sobre el contenido y eso a mí me preocupa.
-Hay temas coyunturales, que aparentan ser chicos, pero que reflejan una realidad en la política que cada día gusta menos. ¿Qué está pasando con la política, por ejemplo, en La Florida?
-Estaba pensando en eso: la suma de todos los miedos… Allí ocurren cosas que suceden en muchos lugares y que tienen que ver con la poca calidad de la política y de los políticos. Los estándares éticos han bajado mucho. En La Florida ya hay una especie de putrefacción. Mira la sumatoria: una concejala, que al parecer por un incentivo económico se da vuelta la chaqueta; un ex socialista que hoy está en RN por conflictos con un diputado; un alcalde que se queja porque el diputado Montes le quería meter funcionarios; un eventual candidato a alcalde, el señor Carter, que está con una querella de un aliado o aliada por haberle destruido la sede y que además tiene un Dicom fabuloso. Ese es el escenario del cual estamos hablando y el PS no tiene ninguna responsabilidad. Ahí hay un conflicto entre Gajardo y Montes y yo la verdad que respecto de eso no tengo mucho más que decir…
-Pero son miembros del partido…
-Gajardo ya no lo es. Efectivamente, vamos a tener que ver mejor el tema de los candidatos. Es complejo porque resulta que muchas veces los candidatos son muy ciudadanos pero tienen muy poca experiencia política y pasa lo que pasó. Hemos llevado actores en otros lugares y finalmente terminan renunciando o muy frustrados. Creo que tiene que haber quizás un apoyo mayor a la gestión municipal de parte de nuestro partido, de parte de la Concertación. Algo está pasando con la identidad de los concertacionistas, pues efectivamente la voltereta de la concejala es poco entendible. Pero, quiero agregar algo: el señor Carter no es Juan Pablo II, si tú me dijeras que es un líder sobrenatural, que traspasa la derecha y la izquierda, uno podría decir éste es el gran hombre del consenso. Pero Carter está lejos de eso y toda RN no quiere que sea Carter. Una vez más RN es rehén de la UDI..... Si hablas con parlamentarios RN, lo que te dicen además es que lo único que quieren es que Van Rysselberghe salga acusada. Entonces, ya nadie está actuando como debiese actuar, es parte de la crisis que vive la política. Con todo, no soy tan pesimista, Tenemos un partido con fuerte raigambre social. El voto no es muy blando. Hay poca movilidad de elección a elección y tenemos partidos políticos con cierta tradición.
-¿Qué se está pensando para mejorar el prestigio de los partidos, al menos en la Concertación?
-Hay al menos dos cosas que hay que hacer para que el prestigio y la calidad mejoren: Primarias abiertas, porque recupera la confianza de la gente y de los militantes que ven un mecanismo democrático para resolver conflictos y, la inscripción automática y voto voluntario que a no todos les gusta en la Concertación. Pienso que el voto voluntario es fundamental porque la incertidumbre de ese nuevo padrón electoral va a generar un remezón en la política.
-Mientras tanto, ¿hasta cuándo esperarán en La Florida?
-Es una situación insostenible, pero dudo que la solución vaya a ser Carter. Si la UDI realmente pensara en el bien común, no puede apoyar a una persona con su prontuario. Me gustaría escuchar a Longueira, porque aquí la UDI habla mucho de probidad, transparencia, de la buena política y eso no lo vimos con Van Rysselberghe, una intendenta que le dice a la gente que mienta para obtener beneficios. Sin embargo la UDI privilegia los temas electorales por sobre los morales… ahí el presidente perdió una oportunidad de fortalecer su liderazgo…
-¿Qué te significa en lo personal y político que una reciente encuesta seas uno de los pocos rostros con liderazgo dentro de la Concertación?
-En lo personal es bien gratificante porque tengo 40 años y la mención fue en una pregunta abierta y después de un año que fue duro para mí. Es también una responsabilidad, porque, dejando de lado a la presidenta Bachelet que está en las nubes, soy el único socialista que figura en la encuesta. A veces a uno lo critican mucho por el tipo de temas que aborda o por la forma que hace oposición, pero creo que esto demuestra que hacer una oposición firme pero a la vez constructiva, es un camino para que nos transformemos en alternativa de gobierno. Ello se vio reflejado en el acuerdo de educación, en donde fuimos tremendamente criticados Ignacio Walker, Lagos Weber y yo. Ahí pasó que en vez de celebrar ese gran acuerdo como un logro, nos disparamos a los pies y terminamos en una pelea entre todos o contra todos.
-¿Cómo es tu relación con Andrade?
-Hemos tenido situaciones tensas, pero diría que hemos construido una relación de lealtad mutua y confianza. Estamos tomando decisiones de manera más democrática.
-¿Cuál es tu postura en torno a que los beneficios carcelarios que se estudian no deben aplicarse a los militares?
-El ministro Bulnes le respondió a María Angélica Cristi, diciendo "no están ahí por labores patrióticas". Si están ahí es porque violaron derechos humanos. Creo, sin embargo, que hay que precisar cuál es el alcance del derecho humanitario internacional. Es un debate sano que se tiene que dar en el Congreso, porque efectivamente no sé cuál es la diferencia en que una persona esté llena de tubos en su casa con que esté en el hospital de Gendarmería. Hay países en que mayores de 75 años no están nunca en prisión. Creo que el indulto tiene un componente de sanación, que la misericordia, la indulgencia, es sana para los pueblos. De hecho, me compré completo el discurso de la iglesia y critiqué mucho la actitud del gobierno y sobre todo de Hinzpeter cuando dijo que la iglesia no se metiera. Ahora lo está viendo de otra manera. Nunca he estado por la venganza, he estado por la justicia y creo legítimo que la discusión se dé en el Parlamento.
-Eres senador de una región importante para Chile, fronteriza con Perú, ¿cómo ves el tema de la Haya?
-Me preocupa mucho la situación del norte, porque ni nuestros gobiernos ni el del presidente Piñera, han tomado nota de una zona de frontera como Arica que requiere una política especial. Alan García tiene una política que se llama "fronteras vivas", donde se estimula la inversión a través de múltiples beneficios tributarios, pero, en general, los ministros de Hacienda acá son reacios a eso. Hay que analizar el tema desde una perspectiva geopolítica y estratégica. Tenemos una ciudad deprimida que se está despoblando, con poca inversión, con poco crecimiento y desempleo. Esa realidad de Arica vs. Tacna que crece, que invierte etc. Eso no es bueno para Chile. Arica requiere de una política de Estado y espero que el presidente entienda eso. Antes, otros ministros de Hacienda tampoco lo entendieron. En cuanto a La Haya, por cierto me preocupa, porque Chile tiene mucho que perder no sólo por un tema de soberanía, sino económico. La mayoría de la pesca industrial que se hace en la región de Arica, está en ese triángulo dado por la bisectriz que reclama Perú.
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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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