Mar. 16 , 2011
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Sería una tontera de mi parte cuestionar el derecho que ejercieron ayer diecisiete senadores al ungir a Guido Girardi como Presidente de la cámara alta, pero ello no castra la posibilidad de cometer el desacierto de resucitar los ungüentos que, desde diciembre del año pasado, cuatro de los honorables que lo apoyaron, repartieron por los medios de comunicación y que, a mi juicio, se transforman en evidencia clara y suficiente para justificar la bronca, desconsuelo e incredulidad de la gallada hacia los políticos y corporaciones que los contienen.
Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Presidente de la República entre los años 1994 y 2000, candidato a la presidencia el 2009 y actual Senador por la Región de Los Ríos:
En diciembre del año pasado, Eduardo le dijo a todo el que quiso escucharlo que no estaba dispuesto a votar por alguien que ponía en jaque a la Concertación, apuntando directamente al papel ambiguo de Girardi durante la campaña presidencial y su pololeo con Marco Enríquez. Finalmente, votó por ese ajedrecista.
Ignacio Walker Prieto, Ministro de Relaciones Exteriores desde mediados del 2004 y hasta marzo del 2006, dos veces Diputado, hoy Presidente de la Democracia Cristiana y Senador por la Región de Valparaíso:
Entre las muchas declaraciones célebres (y algunas bipolares), cómo olvidar sus berrinches de enero cuando el Hospital San José desmintió públicamente a Guido, dejando en evidencia el montaje que armó para aligerar la tramitación de un proyecto de ley que legaliza el aborto utilizando sin pudor el drama de una muchacha de 28 años.
En esa oportunidad, le escuché clarito a Ignacio decir que Girardi le debe una explicación al país y a la Concertación, coronando la cuña con el clásico "estos hechos son muy graves". Eso hace dos meses y ayer, adivinen, votó por él.
Alejandro Navarro Brain, tres veces Diputado por el Partido Socialista y hoy Senador del MAS por la Región del Biobío:
El caso de Alejandro es quizás más preocupante. Y es que este servidor público se ha paseado rabiosamente por canales, radios, diarios y calles desde que la Jacqueline van Rysselberghe confesó haber armado un cuento para beneficiar a una población de Concepción.
Pontificando sobre la ética pública y transparencia que deben regir los actos de la autoridad, no se cansa en pedir las penas del infierno para la Intendente y como no le ha ido muy bien, ahora empuja una acusación constitucional en su contra.
Hasta aquí todo bien salvo porque no le he escuchado nada a Navarro sobre, por ejemplo, el telefonazo que Girardi le dio (año 2008) a la entonces Subsecretaria de Carabineros Javiera Blanco para que castigaran a un funcionario por multarlo en la Ruta 68. Bueno, puede que no se haya enterado Alejandro, pero siendo ambos Diputados, ¿porqué no lo retó cuando utilizó recursos de la Cámara para distribuir su propaganda?.
En fin, el defensor de la ética pública ayer votó por Guido.
Fulvio Rossi Ciocca, dos veces Diputado, hoy Secretario General del Partido Socialista y Senador por la Región de Arica y Parinacota:
Muy parecido a su colega Navarro, Fulvio aprovechó las vacaciones del lote socialista y robó cámaras pidiendo que quemaran en la plaza pública a la Jacqueline. ¿El pretexto?, obviamente la ética y moral que demanda el servicio público. A tanto llegó el ex galán que viajó a la zona y conquistó a las viejucas para que lo acompañaran a gritar a la plaza de Concepción.
De nuevo, todo bien hasta que busqué y no encontré ni una sola opinión de Rossi sobre, por ejemplo, las zapatillas que Guido le habría regalado a un cabro chico para implicar a un parlamentario en un caso de pedofilia. Como tampoco cuando se les pasaron unas facturitas en la rendición de gastos electorales. Silencio.
¿Por quién votó Fulvito?: por el prístino señor Girardi.
Resumiendo (y para evitar que se aburran más de la cuenta), no queda más que señalar que es por este tipo de situaciones que la chusma se aleja de sus representantes.
Con la irrupción de nuevos y más atrevidos medios de comunicación (digitales en su mayoría) las personas detectan en tiempo real cuando les venden la pomada y, pucha, ya no es tan fácil disimular los abrazos cómplices en el hemiciclo. ¿Se entiende, cierto?.
Para ponerlo en términos simples: si fueron capaces de apoyar a Guido, después de todo, no vengan ahora a dar clases de ética pública.
Por último y sabiendo que el nuevo Presidente del Senado no es ninguna lumbrera, me pregunto ¿qué harán en la Concertación cuando Guido intente proyectar la imagen de mesías que tanto le envidia a Longueira?. Más aún. Considerando que el Senado es el único bastión que les queda, ¿se habrán dado cuenta que le entregaron a Girardi el control remoto del conglomerado, con todo y pilas?.
No digan que no se los advertí…
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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
The Huffington Post Nick Wing First Posted: 03/16/11 09:11 AM Updated: 03/16/11 09:17 AM