Las nuevas autoridades y los funcionarios públicos "top"
Cómo es el right set que se instaló en La Moneda
Así como en los noventa se acuñó el concepto del red set para referirse a la izquierda renovada que llegaba al poder y que se introducía en la élite, una nueva categoría surge con la llegada de la derecha al gobierno. Angloparlantes, hipertecnologizados, admiradores de Cameron y con posgrados en el extranjero. Pero también diversos. Un mundo donde conviven los restaurantes top con las picadas, la ropa exclusiva con la usada y la música clásica con el nuevo folclore chileno.
Equipo de Reportajes
Cuando Sebastián Piñera asumió la presidencia en marzo de este año, no solo hubo un cambio de gobierno y de coalición política.
Tras 20 años de la Concertación, llegaron a La Moneda nuevos estilos de trabajo, formas de relacionarse, maneras de entender el mundo y de ejercer el poder. Nuevas caras y también nuevas modas.
Y si en los noventa se acuñó el concepto "red set" para denominar a la izquierda renovada que llegaba al poder y se incrustaba en la élite, hoy y haciendo el símil con esa nomenclatura, se podría decir que existe un "right set" constituido por el grupo que está en la cima del poder y que componen ministros, subsecretarios, jefes de gabinete y un numeroso contingente de jóvenes menores de 35 que se han transformado en la nueva columna vertebral del gobierno. Entre ellos, la vocera Ena von Baer o subsecretarias como Carol Bown así como importantes asesores como Juan Carlos Jobet (Interior), José Miguel Izquierdo, Ignacio Rivadeneira y Hernán Larraín (Segundo Piso), Claudio Seebach , Gonzalo Blumel, Sebastián Soto (Secretaría General de la Presidencia) y Ramón Del Piano (Hacienda).
¿Qué piensan las nuevas autoridades y funcionarios públicos top? ¿A quiénes admiran? ¿Cómo trabajan? ¿Cuáles son sus hábitos? ¿Dónde y cómo se divierten?
"El Mercurio" consultó a ministros, subsecretarios, altos asesores de La Moneda y de los ministerios, quienes ayudaron a delinear la fisonomía de "la nueva forma de gobernar".
Uno de los hallazgos es que es un grupo bastante heterogéneo.
Devotos del jazz y la música clásica, pero también de Inti Illimani y Lou Reed. Amantes de los restoranes chic de Vitacura y habitués de los bares del red set. Clientes de exclusivas tiendas, pero también de la ropa usada de Bandera. De todo un poco.
Sin embargo, son parecidos en varios aspectos. Admiradores de David Cameron, Nicolas Sarkozy y de los economistas liberales. Hipertecnologizados. Autodefinidos como "trabajólicos, comprometidos y enfocados en la eficiencia".
Egresados de colegios tradicionales de la zona oriente de la capital. Casi todos con postgrados, la mayoría en prestigiosas universidades norteamericanas como Harvard o Chicago y algunas europeas como Londos School of Economics. Muchos angloparlantes. Amantes de la tecnología.
Así es el right set .
Llegar temprano, irse tarde y utilizar alta tecnología
En La Moneda, la pelea es por quién llega más temprano y se va más tarde. Antes de las 8 de la mañana, ya se puede ver a la jefa de los asesores del "segundo piso", María Luisa Brahm, los subsecretarios Rodrigo Ubilla y Miguel Flores, y los ministros Rodrigo Hinzpeter y Cristián Larroulet, entre otros. La costumbre es no irse antes de las 9 ó 10 de la noche. El récord es de la directora de Presupuesto, Rosanna Costa, quien -cuentan- muchas veces abandona su oficina pasadas las 11 de la noche. El fin de semana también se hacen reuniones, como los ya famosos encuentros de la ministra Catalina Parot con sus equipos los sábado y domingo.
Si se les pregunta qué inspira el trabajo dentro del Gobierno, se apuran en mencionar conceptos como "la eficiencia, el hacer las cosas bien, la vocación de servicio público, la superación de la pobreza...".
Además en el discurso siempre está presente que el "servicio público es una opción" y que muchos dejaron empresas, negocios y consultoras por venirse al Gobierno por sueldos considerablemente más bajos en el caso de los ministros. "Muchos llegamos más justos a fin de mes", comenta una autoridad.
Un principio que dicen se ha impuesto desde el Presidente hacia abajo es la austeridad. Se ha vuelto casi una obsesión reducir los viajes y la frugalidad en los almuerzos oficiales.
Por ejemplo, el canciller Alfredo Moreno limitó las grandes comitivas de antaño y en sus frecuentes viajes, es acompañado solo por uno o dos asesores.
En sus labores diarias, el right set muestra su faceta high-tech . Ya nadie envía "memos" o cita reuniones por teléfono a través de las secretarias. Para relaciones de trabajo, primero se usa el mensaje de texto, luego el email y como última opción el teléfono. Existen verdaderos clanes entre los fanáticos del Iphone y los que prefieren la Blackberry, y la presencia del Ipad es cada vez más frecuente en las reuniones, donde todo se confirma en el minuto a través de internet y los archivos se guardan en Dropbox, el servicio de alojamiento de archivos. La mayoría tiene Twitter (los subsecretarios han armado verdaderas redes por esa vía) y Facebook, aunque -aclaran- éste último se usa solo para fines personales.
3,8 hijos en promedio y colegios tradicionales para ellos
Si en las oficinas del red set se dice que predominaban las fotos familiares, en las del right set pasa todo lo contrario. Parece existir una cierta noción de que la familia debe estar separada del trabajo y como ellos mismos dicen, tratan de trazar una línea entre lo íntimo y lo laboral. No es usual que se junten en sus casas, excepto los más amigos.
La gran mayoría está casado. En el caso de los ministros, el promedio de hijos es 3,8 mientras que los asesores sub 35 tienen una media de dos. Los colegios favoritos para la educación de sus hijos siguen siendo los más tradicionales del sector oriente -desde donde ellos también egresaron- como el Verbo Divino, Villa María y Saint George, a los que se suman otros más nuevos como Cumbres y Apoquindo (Legionarios de Cristo), y Tabancura (Opus Dei).
Para vivir, atrás quedaron las comunidades Castillo Velasco de La Reina, en las que vivía o aspiraba a vivir el red set de los noventa. La comuna favorita del right set es Vitacura, ya que "tiene muchos parques y plazas, queda cerca de todo y a 15 minutos de La Moneda", explica un joven asesor, que cuenta que muchos están emigrando de La Dehesa hacia esa zona. Otros sectores cotizados son Pedro de Valdivia Norte, Providencia y en menor medida, el Parque Forestal.
En lo religioso, predominan los católicos, practicantes y no tanto, pero también hay ministros de otras religiones como Ena von Baer, que es luterana, y Rodrigo Hinzpeter, que es judío. También hay agnósticos como el ministro Laurence Golborne.
Prima el posgrado en EE.UU.
La educación de excelencia es una de las columnas vertebrales de los nuevos habitantes de La Moneda.
La mayoría de ellos eligió tradicionales universidades de Estados Unidos para sus posgrados. El predominio lo tiene la Universidad de Chicago, donde estudiaron ministros como Alfredo Moreno, Cristián Larroulet, Juan Andrés Fontaine y Joaquín Lavín. Le sigue Harvard, donde asistieron el propio Presidente Piñera y los ministros Felipe Larraín, Felipe Kast y Felipe Bulnes.
La mayoría de los jóvenes asesores también tienen posgrados en el extranjero en economía y políticas públicas. Aseguran que como generación se prepararon académicamente para ser gobierno y que ahora se están viendo los resultados.
Claudio Seebach -quien tiene tarjetas de presentación por un lado en inglés y por otro en español- estudió en Stanford; los asesores Juan Carlos Jobet e Ignacio Rivadeneira, en Harvard; Sebastián Soto, en Columbia; mientras que Hernán Larraín Matte y Gonzalo Blumel lo hicieron en Inglaterra.
Los principales "semilleros" del Gobierno son los think tanks de la derecha. De la Fundación Jaime Guzmán (incluido su programa "Jóvenes al Servicio de Chile") salieron más de 300 jóvenes que hoy ocupan puestos en el Gobierno. "Libertad y Desarrollo quedó despoblado", comenta una asesora que viene de ahí, y del Instituto Libertad, personas como María Luisa Brahm y José Miguel Izquierdo del Segundo Piso.
De Nueva Costanera al Bar The Clinic
El lugar más de moda para almorzar, conversar, discutir de política o simplemente mostrarse es el Blue Jar, a un par de cuadras de La Moneda, donde la "sopa de arvejitas, prosciutto y menta" es todo un hit entre los nuevos habitantes de La Moneda, aunque ya era popular entre las autoridades del área económica y de Minería en la Concertación.
Cuando hay un poco más de tiempo, se abandona la Plaza de la Constitución rumbo a la Plaza del Mulato Gil y Lastarria, especialmente al Observatorio Lastarria, reconocido por sus ensaladas, el Scuadritto y el Patagonia.
Entre los más jóvenes, la tendencia son almuerzos rápidos y frugales en las oficina "para aprovechar de reunirse o trabajar", pero cuando salen, van en grupo a lugares "populares, pero onderos" como el Bar Nacional o por las empanadas express de El Rápido y los sándwiches XL de la Fuente Mardoqueo en calle Libertad, decorada con antiguos objetos de colección.
Los cafés más políticos son la tradicional Confitería Torres de Alameda y en menor medida la del Centro Cultural Palacio de La Moneda. Otros van al Starbucks.
De noche, restoranes para hablar de política son el Da Carla de Nueva Costanera -uno de los favoritos del Presidente-, el Europeo y La Cocina de Javier. Para conversaciones más informales, el Tip y Tap de Alonso de Córdova.
Los sub 40 van a bares "transversales", donde se juntan el red y el right set, como el Liguria de Manuel Montt y el Bar The Clinic, donde conviven de buena gana con las ironías hacia la derecha.
Para tomar, se impone la champaña y el vino de cepas escogidas. El fin de semana, el café de media mañana, con hijos o nietos, es en el Le Fournil, de calle El Mañío, en Vitacura, las empanadas se compran en La Punta (Los Abedules) y los mariscos al lado en La Pesca, los pasteles en Laura R, Montpellier y en el café Mozart de Luis Pasteur.
Cameron y Von Hayek
"La cultura de la guerra fría se superó y la ideología está llena de matices. Por eso es casi imposible definir un solo perfil ideológico", dice un asesor en La Moneda, intentando explicar las corrientes de pensamiento que predominan entre quienes hoy están gobernando.
En el right set tienen una coexistencia pacífica las dos almas de la derecha, conservadora y liberal, aunque se encuentran en debates como el de la existencia de la "nueva derecha" -una de las conversaciones más frecuentes por estos días en La Moneda- o diferencias sobre la visión de la responsabilidad individual y los valores, que quedaron plasmadas la semana pasada tras la visita a Chile del intelectual francés Guy Sorman.
Se admira principalmente a figuras políticas europeas como Angela Merkel, José María Aznar, Nicolas Sarkozy "porque tiene claridad respecto de lo que quiere y debe hacer" dice una ministra, , pero sobre todo al primer ministro inglés David Cameron, por "la renovación dentro de los conservadores y la capacidad de atraer a la juventud". Pero también hay espacio para los latinoamericanos, donde se menciona el caso de Colombia como referente.
Los economistas liberales clásicos son muy leídos. Entre ellos Friedrich von Hayek y John Stuart Mill. También los economistas del desarrollo como Daron Acemoglu, del MIT, sobre todo entre los más jóvenes.
En ellos y en quienes vienen del mundo independiente, predomina la visión de que el antiguo clivaje derecha-izquierda ya está obsoleto y que la gestión del gobierno debe tener un sello marcado porpatricio el hacer.
Leer a Ampuero y ser "runner"
Los gustos del right set son variados. Las diferencias generacionales y de origen político hacen que las conversaciones sobre literatura, música o cine vayan por carriles más variopintos que los del red set concertacionista de los noventa, que disfrutaba de largas conversaciones en librerías o cócteles sobre intelectuales europeos que habían conocido en el exilio o con autores latinoamericanos como Carlos Fuentes o Gabriel García Márquez.
Los más mencionados por ministros, subsecretarios y asesores son Roberto Ampuero, Mario Vargas Llosa y Jorge Edwards. Los más intelectuales leen al húngaro Sándor Márai y los políticos textos como "En busca de la Política", de Zygmunt Bauman. Además, están de moda los libros para entender las emociones de los individuos, como "Political Brain", de Drew Westen, o los textos del nobel de economía Amartya Sen, los que se leen en inglés.
Los conciertos masivos como el del violinista Izhak Perlman esta semana son muy populares dentro del right set más adulto, al igual que el jazz y la música clásica. Y entre los jóvenes, las tendencias musicales son variadas. Mucho rock latino de los 80 (son también fanáticos de la serie de Canal 13 del mismo nombre) y grupos como Radiohead o más clásicos, como Rush. "Antes la derecha escuchaba a Gloria Simonetti y los Quincheros. Hoy escucha a Lou Reed", dice un asesor presidencial. Otros también se identifican con grupos como Inti Illimani o Silvio Rodríguez, lo que ven como una muestra de tolerancia y diversidad.
Para el descanso, se siguen manteniendo casas en balnearios como Zapallar y Cachagua, pero el sur de Chile, dicen, es lo mejor para desconectarse.
El deporte también es algo que marca tendencia en este grupo. Muchos lamentan no poder hacer ejercicio durante la semana, pero algunos se las arreglan levantándose más temprano para correr o incluso, para llegar en bicicleta hasta La Moneda, donde se habilitó un espacio especial para dejarlas en el estacionamiento subterráneo, frente a los autos. Muchos son runners , como el ministro Hinzpeter, que tiene un un reloj Garmin para el trote. Para correr, el parque favorito es el Américo Vespucio, de Vitacura y Las Condes. Y para el trekking, el cerro Manquehue.
Brooks Brothers, para los hombres, y Adolfo Domínguez, para las mujeres
El look del right set es ordenado y ejecutivo, pero con matices. Para los hombres, la marca favorita es Brooks Brothers, la tienda neoyorquina que llegó hace 4 años a Chile, pero que en Estados Unidos lleva casi 200 vistiendo a figuras políticas, desde Abraham Lincon, los dos Roosevelt (Franklin Delano y Theodore) y John F. Kennedy, un argumento que ellos mencionan como factor a la hora de elegirla. Otra corriente es la de los "pragmáticos", que no tienen problema a la hora de comprar un traje en un centro comercial -entre los que se contaba el propio Presidente hasta antes de asumir- o usar ropa elegida por sus señoras, porque "no hay tiempo para nada, ni menos para ir de compras". Muy de moda está usar traje y mochila, como el ministro Cristián Larroulet y algunos de sus asesores, o grandes bolsos de cuero gastado tipo bolsón, como el del ministro Felipe Bulnes. Otro hit son las corbatas tejidas. Atrás quedaron los pelos largos, bigotes o las barbas tupidas del red set . Hoy se lleva el pelo corto, y entre los más jóvenes y "estilosos", la barba de a lo más un par de días.
Entre las mujeres no hay dos opiniones. Si en los noventa las mujeres más sofisticadas eran María Teresa Chadwick o Sol Serrano, hoy catalogan como la más "guapa" a la ministra del Sernam, Carolina Schmidt, famosa por sus vestidos y zapatos. También hay buenos comentarios para la vocera Ena von Baer, quien, afirman, ha sabido cultivar un look formal, pero juvenil. Adolfo Domínguez, el diseñador español favorito de Leticia Ortiz, es también el preferido de las mujeres del right set , quienes además se derriten por las blusas blancas, las carteras Longchamp -las Louis Vuitton están en retirada, comentan- y las Kipling para las más jóvenes, así como la ropa francesa y los altos zapatos españoles de la boutique Tiempo, en Vitacura, donde los precios van entre los 25 mil y 200 mil pesos, y las mujeres del gobierno piden "no vayas a decir que me compro la ropa acá". En La Moneda, se habla de la "revolución de las minifaldas", ya que el corte sobre la rodilla en polleras y vestidos se da mucho entre asesoras, periodistas y otras profesionales. Otros se ufanan de comprar en la ropa usada buscando "originalidad".