DEPARTMENTO DE ESTADO DE ESTADOS UNIDOS
Oficina del Portavoz
12 de mayo de 2010
Para difusión inmediata
Declaraciones de la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton ante la 40ª Conferencia en Washington sobre las Américas
12 de mayo de 2010
Auditorio Loy Henderson
Washington, D.C.
SECRETARIA CLINTON: Buenos días. Muchas gracias Susan. Y por supuesto gracias a Eric, a John y a Arturo. Es un placer personal tener aquí a mi vecino, David Rockefeller. Ha sido un líder formidable en nombre de muchas causas importantes, pero sé que para ti este es un tema de suma importancia, David. Me complace que haya podido sumarte a nosotros para esta reunión del Consejo de las Américas y estoy encantada no solo de darte la bienvenida nuevamente al Departamento de Estado, sino de invitarte a que utilices el formato de este encuentro aquí hoy para compartir con nosotros tus impresiones e ideas sobre el camino a seguir.
Sé que hablo en nombre de muchos colegas del Departamento de Estado y de USAID, así como del resto de la administración Obama, al agradecer a quienes se encuentran en este salón y veo a tantos rostros familiares: a Mack McLarty y otros que están aquí, por todo lo que han hecho para transformar nuestro hemisferio, para crear mercados más amplios, para promover el comercio y para ampliar las oportunidades y la prosperidad.
Me estuve fijando en las cifras del PIB. Desafortunadamente, es parte del trabajo que me corresponde estos días, porque la diplomacia no se acaba con las reuniones entre funcionarios electos. Pero por supuesto, lo que está ocurriendo en las economías, en particular en este momento de dificultad mundial, es determinante. Y este hemisferio, en particular América Latina, tiene un desempeño superior al promedio, si se considera el mundo en su conjunto. Es por eso, que estamos muy agradecidos y muchas de las empresas, así como de los países y sus líderes que están aquí hoy representados realmente se merecen mucho reconocimiento por haber navegado en tiempos muy difíciles.
Pero sepan que nos queda mucho más trabajo por delante. Espero, director general Insulza, poder estar en Perú para la Asamblea General de la OEA. Y que, mis prioridades, América Latina y el Hemisferio Occidental, siempre sean de máxima prioridad. No me puedo quedar mucho tiempo hoy porque, ya lo saben, tengo una reunión con el presidente Karzai y una reunión con el Presidente sobre nuestra agenda allá, pero siempre estoy pensando sobre lo que podemos hacer para mejorar nuestras alianzas, para alcanzar más progresos juntos.
Quiero hablar sobre tres temas. En primer lugar, veo a mis amigos de Colombia y Panamá y odio verlos, tengo que ser sincera. (Risas). Estamos comprometidos, como dijo el presidente Obama en el mensaje sobre el Estado de la Unión, con nuestros acuerdos de libre comercio con ambos países, pero también afrontamos desafíos políticos muy difíciles. Pero estoy absolutamente aquí para reiterar ese compromiso. Tanto Panamá como Colombia han trabajado con mucho ahínco para resolver algunas de las cuestiones que planteó esta administración y por supuesto nuestro Congreso, y creo que vamos a seguir adelante con esto. No puedo vaticinar el resultado, pero es algo que el presidente y yo en particular lo sentimos con fuerza. Más tarde escucharán hablar al Representante Comercial de Estados Unidos, Ron Kirk, en el programa.
Pero nuestro compromiso con el comercio es algo que defendemos con mucha firmeza. Solamente tenemos que lidiar con los vientos políticos y necesitamos más ayuda del sector privado. Necesitamos apoyo más firme en nombre de la importancia del comercio y de por qué beneficia a Estados Unidos y a los trabajadores estadounidenses. Mis amigos de México, que estarán aquí en grandes cantidades la semana que viene, saben que tenemos algunos desafíos en ese frente, también. No quisiera hacer caso omiso de eso porque tenemos algunos temas comerciales pendientes. Pero nuevamente, estamos tratando de resolverlos y de encontrar una solución, y estamos muy alegres por la visita del presidente Calderón.
También hemos hecho un compromiso grande con la seguridad energética, con nuevas fuentes de energía, la Alianza de Energía y el Clima para las Américas (AECA) que se estableció en el Banco Interamericano de Desarrollo. No veo aquí al director Moreno, pero sé que estará más tarde en el programa.
Creemos que podemos hacer mucho más en lo que respecta a la energía y el clima, y también necesitamos su ayuda en ese frente. Estados Unidos está dispuesto a invertir fondos públicos para solicitar fondos del sector privado con la finalidad de desarrollar los sectores energéticos. En particular, nos preocupa el hecho de que muchos países del Caribe y América Central dependan del petróleo importado, lo que supone grandes costos para sus economías. Creo que comenzaremos a ver la subida de precios del petróleo, lo que dificultará aún más las opciones presupuestarias en el Caribe y América Central, y tenemos que avanzarnos a esto para no afrontar las consecuencias que inevitablemente acontecerán y que afectarán más duramente a los pueblos que menos capacidad tienen para afrontar esos costos. Por tanto, la inversión en comercio y energía, esa es una cesta grande de temas que sé que abordarán. Necesitamos sus ideas, su crítica constructiva y necesitamos una colaboración firme y profunda en la manera de seguir adelante.
En segundo lugar, la seguridad. Uno no puede viajar a ningún lugar de América Latina sin escuchar sobre los desafíos a la seguridad. Nuestros amigos de Colombia han librado una batalla heroica, y muy exitosa, contra los narcotraficantes, pero no se ha terminado. No se ha terminado en Colombia y por supuesto que no se ha terminado en ningún otro lugar del hemisferio. Los países que hoy se llevan la peor parte están en América Central, y México. La brutalidad, el barbarismo de los narcotraficantes en México supera la imaginación. Por ese motivo, necesitamos estrategias más inteligentes y más eficaces para enfrentar esta constante amenaza a la sociedad civil, a la legitimidad del gobierno, al emplazamiento del gobierno en aspectos que necesitan ser controlados. Tenemos algunos buenos ejemplos de lo que da resultado, pero no estamos cerca de lo que consideraría una estrategia eficaz.
Como saben, hemos invertido mucho en el Plan Colombia. Hemos invertido mucho en la Iniciativa de Mérida. En fechas recientes, Arturo estuvo en América Central para hablar sobre la colaboración que hemos lanzado para ayudar a esos países que son particularmente vulnerables. Pero se trata de una amenaza enorme. Es una amenaza enorme a la gobernabilidad y a las economías, y a la calidad de vida en toda América Latina, pero en particular en América Central y México. De modo que, nuevamente, Estados Unidos está comprometido, haremos todo lo posible para ayudar, y queremos ser inteligentes en la ayuda que aportemos.
Por último, los temas de la desigualdad y la inmigración son de particular importancia y están ligados a todos los demás. Aunque pienso que podemos alegrarnos mucho del crecimiento positivo del PIB, la disparidad entre nuestros ingresos sigue aumentando. Y esa no es una buena noticia para nadie. Al contrario, es una fuente de inestabilidad política y social. Atiza gran parte de la actividad criminal que desafortunadamente ahora dominan los traficantes de drogas, armas y personas. Tenemos que hacer una mejor labor.
Ahora bien, es cierto que hemos visto éxitos en Colombia, en México, en los programas de transferencia de dinero en efectivo. Estamos trabajando intensamente con uno de nuestros principales secretarios adjuntos, Craig Kelly, en los Caminos hacia la Prosperidad. Estamos tratando de trabajar con los gobiernos y con el sector privado para fomentar las oportunidades económicas. Pero esto debe estar en el meollo de todo lo que hagamos. No podemos tener éxito y generar el tipo de crecimiento sostenible y progreso, sin que las oportunidades económicas estén más repartidas.
Hay varios temas a considerar en este aspecto. He estado conversando con colegas de todo el hemisferio, y con jefes de Estado y de gobierno, sobre la necesidad de aumentar el ingreso de los gobiernos. Es otra manera de decir: impuestos. Si uno analiza y compara la recaudación impositiva en porcentaje del PIB de Brasil, es una de las más altas del mundo. No es casualidad que Brasil esté avanzando y comenzando a reducir las desigualdades en su sociedad. Y se trata de una sociedad grande y compleja. Pero está avanzando. Es una política que se remonta ya varias décadas y que se ha mantenido con mucho compromiso y está dando resultado. Demasiados países, si se analiza la recaudación impositiva en porcentaje del PIB, son los más bajos en el mundo. Eso no es sostenible.
Por tanto, si bien hablamos sobre lo que necesitamos hacer en América Latina debemos mantenernos enfocados en cómo nos facultamos y cómo creamos mecanismos dentro del sector público que nos permitan sacar a quienes están en el fondo. En América Latina no tenemos a los pueblos más pobres del mundo, con la excepción de Haití, pero sí tenemos la mayor desigualdad. Por ese motivo, tiene que haber alianza entre el sector público y el sector privado para afrontarlo.
Y permítanme concluir con unas palabras sobre Haití. Estoy tan agradecida a cada uno de los países que se encuentran representados aquí, porque todos los países del hemisferio contribuyeron algo a Haití después del terremoto. Incluso los que son pequeños y que encaran sus propias situaciones sociales y económicas difíciles hicieron un aporte. Tenemos que mantenernos unidos en ese frente.
Algunos de los países aquí representados, en particular la República Dominicana, que ha sido un gran vecino cuando su vecino estaba necesitado y que ha superado gran parte de la historia pasada, y también muchos otros han cumplido una extraordinaria tarea en llegar hasta allí inmediatamente después del terremoto. Más habitantes de Haití tienen ahora acceso a agua potable del que tenían antes del terremoto. Por ello, tenemos que aprovechar ese progreso y tratar de construir mejor, como dijera mi esposo sobre su papel en las Naciones Unidas y en su trabajo con el gobierno haitiano.
Hemos logrado mucho. Tenemos muchas cosas por las cuales sentirnos orgullosos en este hemisferio. Pero no estoy satisfecha y creo que ninguno debe estar satisfecho, porque todavía tenemos ante nosotros una agenda enorme. Pero estoy agradecida con este Consejo, por la tarea que han hecho, por el ejemplo que fijan, de mantener el enfoque en el Hemisferio Occidental, a pesar de los problemas que surgen en otros lugares del mundo, y estoy comprometida a hacer todo lo posible para que este hemisferio sea un modelo, y para combinar nuestras fuerzas, superar nuestras debilidades, trabajar con un verdadero espíritu de colaboración y amistad, y quiero escuchar sus opiniones e ideas sobre cómo nosotros, en la administración Obama, podemos tener más éxito en ello.
Muchísimas gracias.
(termina la transcripción)
(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web:
http://www.america.gov/esp )