El ex candidato a las elecciones presidenciales de Chile Marco Enríquez-Ominami mostró hoy en París su incertidumbre sobre la línea política que va a tomar el próximo mandatario del país, Sebastián Piñera.
"Es un enigma, no me atrevo a pronunciarme. Prefiero esperar a que sea investido", indicó el político chileno en una conferencia ante la prensa internacional en la capital francesa.
Se trata, dijo, de averiguar si "va a hacer un camino al estilo del de (Felipe) Calderón en México o si va a seguir el camino de (Fernando) Collor de Mello, (Gonzalo) Sánchez de Lozada y Vicente Fox, o si simplemente va a crear, en el plano internacional, un eje con (Álvaro) Uribe y (Alan) García".
Ominami, quien se presentó como candidato independiente a las elecciones del país latinoamericano a sus 36 años, opinó que, si bien todavía no está claro "cómo va a gobernar" el presidente electo, de momento, teniendo en cuenta el nuevo gabinete, parece que va a tener una política "de continuidad, simplemente con la eficacia como único ingrediente nuevo".
Justificó esta afirmación al citar la inclusión de Jaime Ravinet en el próximo equipo de gobierno al cargo de la cartera de Defensa, elección con la que Piñera "ha intentado hacer una apertura como la de (Nicolas) Sarkozy", dijo en alusión al presidente francés.
"Pero no lo ha conseguido porque no ha elegido a un socialista (...), sino a un hombre de derechas de la Concertación", aseguró.
En su visita a París, después de pasar por México y Estados Unidos, el candidato más joven en los últimos comicios chilenos, que convenció a un 20 por ciento de los electores, asumió "el gran error" de no pasar a la segunda ronda, en la que los sondeos le daban ganador.
"No hemos sido lo suficientemente serios en el plano de la financiación; nunca hemos hecho una verdadera estrategia y, por eso, nuestra candidatura era la que contaba con la recaudación más baja, respecto a las otras dos", declaró Ominami.
El "díscolo" se defendió de las críticas de haber interferido en una posible victoria de la izquierda al asegurar que, gracias a que se presentó a la presidencia del país, el conservador Sebastián Piñera no ganó en la primera ronda y añadió que su candidatura independiente impulsó el debate político y sacó a la luz temas como las uniones entre parejas homosexuales o la reforma fiscal.
Ominami explicó que en el sistema electoral chileno, en el que cada persona se debe inscribir por cuenta propia para votar, de 12 millones de personas con derecho a voto solamente la mitad lo ejerce, por lo que el presidente es designado por un 25% del total de los electores, es decir tres millones de chilenos.
Precisó que debe ganarse su puesto para volver a ser candidato a las próximas elecciones del país y confirmó que está creando un partido político, de corte "progresista", para "escuchar a este nuevo Chile que no está siendo escuchado".
Sobre la cuestión de la izquierda emergente en América Latina, el político chileno afirmó que, a su juicio, se trata más bien de gobiernos nacionalistas y citó al presidente de Venezuela, Hugo Chávez que, según él, "es un nacionalista por excelencia".
Preguntado por el término de los veinte años del gobierno de la Concertación en Chile, Ominami citó al cineasta británico Alfred Hitchcock: "es mejor un final de terror que un terror sin final".