ARMANDO CALDERON, EX PRESIDENTE DE EL SALVADOR
Ex presidente acusa a Insulza de la OEA por crisis hondureña
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De "peón de Chávez" acusa en esta entrevista el ex presidente de El Salvador, Armando Calderón, al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, por la crisis en Honduras. Para Calderón, que asistió el fin de semana en Asunción al congreso de la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA), el defenestramiento de Manuel Zelaya no fue un golpe de Estado e insta a los mandatarios latinoamericanos a dejar que los hondureños resuelvan por sí mismos su crisis interna.
–¿Cómo se desenvuelve en Salvador un presidente que viene de la guerrilla?
–El señor Mauricio Funes es un distinguido periodista. Ellos (los del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), como estrategia, muy hábilmente, llevaron una figura no comprometida con el pasado violento y lograron captar el voto popular. Todos esperamos que Funes pueda interpretar los deseos del pueblo salvadoreño. Aparentemente entre ellos existe una división muy fuerte. La izquierda radical es chavista, pero Funes se aleja de Chávez...
–¿No lo acepta como amo?
–Sí. Se ha acercado al modelo más brasileño, al de Lula. Creo que esa elección ha sido razonable y esperamos que se mantenga en esa línea. Nosotros, desde la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) nos mantendremos como guardianes de la libertad y la democracia. Estamos haciendo una oposición positiva, constructiva. Sabemos que los momentos son difíciles en la economía mundial y esperamos que no se cometa errores y se respeten las libertades.
–¿Qué pasa en Honduras a la que le tienen muy al lado los salvadoreños?
–En Honduras indiscutiblemente hay un intervencionismo abierto y crudo de Chávez que financia y patrocina a Manuel Zelaya. Este quiso hacer lo mismo que hacen o pretenden hacer los que están bajo la órbita chavista.
–¿Cuáles?
–Los que todos conocemos: Ecuador, Bolivia, Nicaragua...
–¿Qué quieren hacer?
–Amoldar la Constitución a sus deseos de reelección. Todo lo quieren hacer ilegalmente y fuera de las normas de la democracia y del Estado de derecho, apelando a la técnica de "consultar al pueblo" con la muletilla de la "democracia participativa". Entonces, con un referéndum, lo que ellos hacen es controlar y manejar desde el Estado la consolidación de un poder que pretende ser perpetuo, algo que ya ha hecho Chávez, lo hace Correa. Igualmente pretende hacerlo Ortega en Nicaragua.
–Pero a Zelaya le aplicaron un golpe de Estado...
–No fue un golpe de Estado. Un golpe de Estado es sacarlo del poder y no respetar la Constitución y el Estado de derecho. Ellos han respetado. La Corte no estuvo de acuerdo con la pretensión de Zelaya de llevar adelante un referéndum inconstitucional. Ella sentenció. Un congreso pluralista eligió a Roberto Micheletti como presidente. Hasta diputados del partido de Zelaya votaron para ungir al presidente Micheletti. Entonces a eso no le podemos llamar golpe de Estado.
–¡Lo sacaron de su casa a la fuerza...!
–Sí, ese fue el error. Lo deberían haber llevado directamente a la cárcel: enjuiciado y metido a la cárcel. Fue un error llevarlo al exilio. Fueron muy generosos con él. Los acontecimientos se produjeron cuando ya estaba todo preparado para el proceso de elegir un nuevo presidente, en noviembre.
–Su opinión contrasta con la de los presidentes, que condenan al gobierno de Micheletti. Desde la OEA, desde la ONU reclaman que Zelaya vuelva a ocupar...
–Es una lástima que la comunidad internacional haya malinterpretado los hechos y no haya estudiado el caso de Honduras. Es una lástima que el secretario general de la OEA (José Miguel) Insulza sea un peón de Chávez.
–¿Un peón de Chávez?
–Es un peón de Chávez. Defiende los intereses del chavismo.
–¿Chávez no es acaso el que más insulta a Insulza?
–Es el que más le insultó, pero Insulza, con las ansias que tiene de ser reelegido al frente de la OEA, se traga todo y ahora le hace el juego. Su único objetivo es la reelección.
–No se puede decir que Insulza haga todo lo que le dicta...
–Se puede decir, cómo no. Chávez controla a la OEA con todos los países del Caribe y con los países pertenecientes al ALBA. Insulza sabe que si no sigue los dictámenes de Chávez, él no va a ser reelecto. Si Insulza quisiera recuperar una mínima cuota de decencia y credibilidad, debería de declarar que él no va a optar por la candidatura a la reelección como secretario general. Así como están las cosas, su actuación deja mucho que desear.
–Usted dice que no es un golpe de Estado cuando todas las negociaciones giran alrededor de la reposición de Zelaya...
–Creo que ha faltado conocimiento de la comunidad internacional sobre el caso de Honduras, porque, repito, no es un golpe de Estado. Lo que ha habido es una alteración. Ha habido una confrontación entre el órgano legislativo y el órgano judicial con el Ejecutivo. Lo que hicieron los hondureños fue apartar a un hombre abusivo que estaba atropellando la Constitución hondureña, y eso es problema que deben resolver los hondureños y no la intervención de otros países. Yo creo que países pequeños con una economía débil, como somos los países centroamericanos, tampoco somos sujetos para que intervenga cualquiera y que se quiera hacer monigotes de nuestros países. Somos países con soberanía y merecemos respeto. Somos países pequeños, pero con mucha dignidad y con mucho aplomo, amantes de la libertad y de la democracia y no podemos soportar intervencionismos foráneos e intereses como los de Chávez y la izquierda revolucionaria latinoamericana.
–Usted le echa la culpa a Insulza, pero él dice: "yo soy secretario general. Hago lo que dicen los presidentes de países miembros".
–Es una forma muy fácil de tirar el bulto. Pero un secretario general también tiene que tener la categoría como para hacer reflexionar a los presidentes: "Esto es lo que nosotros hemos investigado. Esta es la posición técnica de la OEA. Esto es lo que hemos ido a descubrir en Honduras. Esta es la posición que yo recomiendo", porque Insulza no es un simple monigote de ellos. El debe ser un profesional. Fue un político respetado en Chile, que debería tener conocimiento acabado y una posición. De otro modo es un simple empleado, un mandadero. No es eso. Yo creo que ser secretario general implica mucho más que ser un pinche, un mandadero de los presidentes. Debe ser un hombre que genera también actividad, que genera opinión, en pro de la democracia y de la libertad de América Latina.
–¿Usted ve una diferencia en el tratamiento internacional de los casos de violaciones de derechos humanos en Venezuela y en Honduras?
–En Venezuela hay violaciones contra los derechos humanos. Y ahí no hace nada Insulza. Usted ve que la OEA no recibe ni las denuncias. Usted ve a un Insulza que no dice nada ante los atropellos y las violaciones a la carta democrática de América Latina. Usted ve a un Insulza que no toma partido ante el atropello a la libertad de expresión y a la prensa tanto en Venezuela como Ecuador, países donde la prensa ha sido violentada y atropellada.
–Insulza comprometido con Chávez...
–Exactamente, y eso no puede ser. Los hombres que amamos la libertad y la democracia tenemos que hablar claro. Les digo a la OEA, a los presidentes de países miembros. Lo que hizo Zelaya ha sido muy grave. Tienen que analizarlo y conocerlo muy bien. Lo que hicieron los hondureños no es un golpe de Estado. Ellos contuvieron a tiempo un atropello al Estado de derecho, a la Constitución, a la democracia y a las libertades de los hondureños.
–El señor Mauricio Funes es un distinguido periodista. Ellos (los del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), como estrategia, muy hábilmente, llevaron una figura no comprometida con el pasado violento y lograron captar el voto popular. Todos esperamos que Funes pueda interpretar los deseos del pueblo salvadoreño. Aparentemente entre ellos existe una división muy fuerte. La izquierda radical es chavista, pero Funes se aleja de Chávez...
–¿No lo acepta como amo?
–Sí. Se ha acercado al modelo más brasileño, al de Lula. Creo que esa elección ha sido razonable y esperamos que se mantenga en esa línea. Nosotros, desde la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) nos mantendremos como guardianes de la libertad y la democracia. Estamos haciendo una oposición positiva, constructiva. Sabemos que los momentos son difíciles en la economía mundial y esperamos que no se cometa errores y se respeten las libertades.
–¿Qué pasa en Honduras a la que le tienen muy al lado los salvadoreños?
–En Honduras indiscutiblemente hay un intervencionismo abierto y crudo de Chávez que financia y patrocina a Manuel Zelaya. Este quiso hacer lo mismo que hacen o pretenden hacer los que están bajo la órbita chavista.
–¿Cuáles?
–Los que todos conocemos: Ecuador, Bolivia, Nicaragua...
–¿Qué quieren hacer?
–Amoldar la Constitución a sus deseos de reelección. Todo lo quieren hacer ilegalmente y fuera de las normas de la democracia y del Estado de derecho, apelando a la técnica de "consultar al pueblo" con la muletilla de la "democracia participativa". Entonces, con un referéndum, lo que ellos hacen es controlar y manejar desde el Estado la consolidación de un poder que pretende ser perpetuo, algo que ya ha hecho Chávez, lo hace Correa. Igualmente pretende hacerlo Ortega en Nicaragua.
–Pero a Zelaya le aplicaron un golpe de Estado...
–No fue un golpe de Estado. Un golpe de Estado es sacarlo del poder y no respetar la Constitución y el Estado de derecho. Ellos han respetado. La Corte no estuvo de acuerdo con la pretensión de Zelaya de llevar adelante un referéndum inconstitucional. Ella sentenció. Un congreso pluralista eligió a Roberto Micheletti como presidente. Hasta diputados del partido de Zelaya votaron para ungir al presidente Micheletti. Entonces a eso no le podemos llamar golpe de Estado.
–¡Lo sacaron de su casa a la fuerza...!
–Sí, ese fue el error. Lo deberían haber llevado directamente a la cárcel: enjuiciado y metido a la cárcel. Fue un error llevarlo al exilio. Fueron muy generosos con él. Los acontecimientos se produjeron cuando ya estaba todo preparado para el proceso de elegir un nuevo presidente, en noviembre.
–Su opinión contrasta con la de los presidentes, que condenan al gobierno de Micheletti. Desde la OEA, desde la ONU reclaman que Zelaya vuelva a ocupar...
–Es una lástima que la comunidad internacional haya malinterpretado los hechos y no haya estudiado el caso de Honduras. Es una lástima que el secretario general de la OEA (José Miguel) Insulza sea un peón de Chávez.
–¿Un peón de Chávez?
–Es un peón de Chávez. Defiende los intereses del chavismo.
–¿Chávez no es acaso el que más insulta a Insulza?
–Es el que más le insultó, pero Insulza, con las ansias que tiene de ser reelegido al frente de la OEA, se traga todo y ahora le hace el juego. Su único objetivo es la reelección.
–No se puede decir que Insulza haga todo lo que le dicta...
–Se puede decir, cómo no. Chávez controla a la OEA con todos los países del Caribe y con los países pertenecientes al ALBA. Insulza sabe que si no sigue los dictámenes de Chávez, él no va a ser reelecto. Si Insulza quisiera recuperar una mínima cuota de decencia y credibilidad, debería de declarar que él no va a optar por la candidatura a la reelección como secretario general. Así como están las cosas, su actuación deja mucho que desear.
–Usted dice que no es un golpe de Estado cuando todas las negociaciones giran alrededor de la reposición de Zelaya...
–Creo que ha faltado conocimiento de la comunidad internacional sobre el caso de Honduras, porque, repito, no es un golpe de Estado. Lo que ha habido es una alteración. Ha habido una confrontación entre el órgano legislativo y el órgano judicial con el Ejecutivo. Lo que hicieron los hondureños fue apartar a un hombre abusivo que estaba atropellando la Constitución hondureña, y eso es problema que deben resolver los hondureños y no la intervención de otros países. Yo creo que países pequeños con una economía débil, como somos los países centroamericanos, tampoco somos sujetos para que intervenga cualquiera y que se quiera hacer monigotes de nuestros países. Somos países con soberanía y merecemos respeto. Somos países pequeños, pero con mucha dignidad y con mucho aplomo, amantes de la libertad y de la democracia y no podemos soportar intervencionismos foráneos e intereses como los de Chávez y la izquierda revolucionaria latinoamericana.
–Usted le echa la culpa a Insulza, pero él dice: "yo soy secretario general. Hago lo que dicen los presidentes de países miembros".
–Es una forma muy fácil de tirar el bulto. Pero un secretario general también tiene que tener la categoría como para hacer reflexionar a los presidentes: "Esto es lo que nosotros hemos investigado. Esta es la posición técnica de la OEA. Esto es lo que hemos ido a descubrir en Honduras. Esta es la posición que yo recomiendo", porque Insulza no es un simple monigote de ellos. El debe ser un profesional. Fue un político respetado en Chile, que debería tener conocimiento acabado y una posición. De otro modo es un simple empleado, un mandadero. No es eso. Yo creo que ser secretario general implica mucho más que ser un pinche, un mandadero de los presidentes. Debe ser un hombre que genera también actividad, que genera opinión, en pro de la democracia y de la libertad de América Latina.
–¿Usted ve una diferencia en el tratamiento internacional de los casos de violaciones de derechos humanos en Venezuela y en Honduras?
–En Venezuela hay violaciones contra los derechos humanos. Y ahí no hace nada Insulza. Usted ve que la OEA no recibe ni las denuncias. Usted ve a un Insulza que no dice nada ante los atropellos y las violaciones a la carta democrática de América Latina. Usted ve a un Insulza que no toma partido ante el atropello a la libertad de expresión y a la prensa tanto en Venezuela como Ecuador, países donde la prensa ha sido violentada y atropellada.
–Insulza comprometido con Chávez...
–Exactamente, y eso no puede ser. Los hombres que amamos la libertad y la democracia tenemos que hablar claro. Les digo a la OEA, a los presidentes de países miembros. Lo que hizo Zelaya ha sido muy grave. Tienen que analizarlo y conocerlo muy bien. Lo que hicieron los hondureños no es un golpe de Estado. Ellos contuvieron a tiempo un atropello al Estado de derecho, a la Constitución, a la democracia y a las libertades de los hondureños.
4 de Octubre de 2009 21:28
Fuente<http://www.abc.com.py/0/vnc/nota.vnc?id=31233>
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
Diplomado en Gestión del Conocimiento de la ONU
www.consultajuridica.blogspot.com
Dirección: Renato Sánchez 3586 Of 10
Fono Cel. 93934521
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Para los amantes de las palabras, diré que la ley de Zipf, como una rama más de la hermenéutica, sirve básicamente para contar palabras. Fue formulada en la década de los cuarenta por el lingüista de Harvard George Kingsley Zipf (1902-1950), afirma que un pequeño número de palabras son utilizadas con mucha frecuencia, mientras que frecuentemente ocurre que un gran número de palabras son poco empleadas. 