El concepto de belleza es subjetivo y además está sujeto al capricho de las modas: lo que hoy es bello, mañana nadie se acuerda. La piel del rostro sigue ciertas reglas de belleza que se mantienen en el tiempo y de las que vamos a hablar.
¿Qué es para tí un rostro cosméticamente correcto?. ¿Qué hace que la piel se vea perfecta, tenga un sobresaliente?. Nada tiene que ver con ser guapo o feo, joven o mayor sino con el estado de la piel, cómo se ve ahora mismo.
Coge ese espejo que sé que tienes guardado en un cajón del cuarto de baño y ve observando los distintos puntos que te propongo verificar y, si es el caso, mejorar.
Las características de una piel bonita
- Piel mate: el brillo del exceso de sebo (y esto vale para hombres y mujeres) es totalmente desfavorecedor. Hay que mantener la piel libre de esos brillos con todas las armas que hemos ido comentando en Mensencia: mascarillas purificantes, fluidos reguladores, papeles absorbentes, etc.
Tener una nariz brillante y de aspecto pegajoso no es sólo cosméticamente incorrecto sino desagradable para quien mira. Por no hablar de saludar con un par de besos en las mejillas a alguien sudoroso que sabes que su piel se va a pegar a la tuya: feo y asqueroso. ¡Y de esos hay muchos!.
- Tono de tez saludable. Hay personas que tienen la piel olivácea (verdosa) o amarillenta. Dejando de lado los motivos genéticos de las distintas razas del planeta, en Occidente una piel es bonita si se muestra rosácea (para pieles muy claras) o color piel, valga la redundancia (beig o dorada).
Si tu tono no es así, puede que necesite un tratamiento revitalizante, anti-stress de la piel o una limpieza de cutis. Como arma de maquillaje: los polvos bronceadores son precisamente para que obtengas ese tono de piel buena-cara.
- Nivel alto de hidratación. No es un capricho comercial que las marcas publiciten como posesos sus cremas hidratantes: una piel sin hidratación es una piel apagada, sin vida, con micro-arrugas que dan un aspecto envejecido nada atractivo.
Sin una correcta hidratación, la piel se va como marchitando. No basta con la hidratante diaria, hay que procurar hidratación intensa cuando es necesario con un serum, una limpieza de cutis, la mascarilla dos veces al mes como mínimo, etc.
- Los dichosos poros. Lo sé: son una pesadilla pero hay que cerrarlos como sea. Esas narices y esas frentes que parecen el suelo lunar tienen que desaparecer del espejo. Hay que atacar por dos frentes: evitar tenerlos con una buena hidratación oil-free y eliminar los que ya están presentes con reguladores, tónico purificante y mascarilla purificante.
Una buena opción es acudir a una esteticista profesional que te merezca confianza y que opine sobre tu caso particular. Puede recomendarte un tratamiento de cabina y, si son sólo marcas de poros (que hayas tenido pero ahora tu piel hace mucho que no es tan grasa), el glicólico puede restar grosor a la capa córnea y que se vean los poros más reducidos.
- Las cejas y las patillas. Hay que tener dominadas esas parcelas de pelos y no que te dominen a tí. Las cejas, pulidas y perfiladas correctamente. Con las patillas, más de lo mismo. Forman parte de tu rostro y, aunque cada esteticista tiene su sistema de trabajo, lo normal es que el cuidado de las cejas esté incluído en el servicio de limpieza de cutis. Las patillas ya no pero el barbero puede ayudarte.
- Bolsas y ojeras oscuras. Sobre este tema hemos hablado en Mensencia largo y tendido y seguro que en algún post encontrarás tu solución particular. Tanto la hinchazón de las bolsas como los trazos oscuros en la zona de las ojeras son un fallo cosmético.
- Piel lisa. El exfoliante o peeling facial hay que utilizarlo cada mes para tener una piel lisa, libre de rugosidades, de la última etapa de la cicatriz de un arañazo, de manchas de restos de maquillaje, de granitos y escamas.
- No a las manchas oscuras. El problema de las manchas oscuras causadas principalmente por el sol, aunque suelen salir mucho más en mujeres, no es una excepción en los hombres y es un signo de envejecimiento de la piel (que nada tiene que ver con la edad).
Protección solar, peeling facial y algun tratamiento blanqueante para combatirlas. El láser en invierno también puede ser una solución aunque te recomiendo que te informes bien antes de contratar este servicio de medico-estético.
Tener una piel perfecta no es el objetivo pero con estos objetivos a conseguir he querido marcaros la pauta básica para que reconozcáis qué fallo puede tener la vuestra y así poder mejorarla.
Cuidarse es una afición que nos hace sentir bien y cuando obtienes resultados positivos es gratificante. Si todavía no has descubierto los beneficios de la cosmética, en Mensencia te animamos a que pruebes, preguntes y compartas tus experiencias.
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