Consecuente es la persona que siempre lucha por ideales, sin transarlos cuando llega la oportunidad de hacerlo. Consecuente con la clase obrera y trabajadora, es llevar siempre en alto sus intereses, para servirle a costa de sufrir algunos deterioros personales. Ser consecuente con sus ideales, es no servirse de los trabajadores para ganar dividendos personales y más tarde olvidarse de ellos, una vez que consiguió sus mezquinos propósitos. Y eso es lo que empezamos a ver en muchos parlamentarios, cuando se acerca la fecha, en que de nuevo deberán pedirle al pueblo, el voto para las próximas elecciones. Ser consecuente significa, haber defendido los intereses de aquellos que dice son sus hermanos de clase. Resulta que en estos momentos de crisis, aparecen muchos que se vuelven a postular, discutiendo con su propio Gobierno sobre el alza del costo de la vida, sobre la actual pobreza de la gente, sobre la enorme cesantía del momento, la que aumentará en varios dígitos a medida que se acerca el invierno, sobre las centrales hidroeléctricas que quieren deteriorar el medio ambiente y la naturaleza, alegando ahora en contra de los dueños del agua, cuando ésta nunca debió ser vendida a los extranjeros. Ser consecuente no significa encabezar ahora un grupo de mujeres que pierden su trabajo, cuando tuvieron todo en sus manos para que esto no sucediera. De nuevo aparecen los "consecuentes hechos en bares o bodegas". De estos personajes, el país hoy, está lleno. ¡Al que le venga el gorrito, que se lo ponga! Seguramente las orejas no impedirán ver sus caras, porque se olvidaron que alguna vez la tuvieron, ya no miran de frente para pedir que de nuevo voten por ellos. Otros más atrevidos, sin medir el largo o ancho de su interior, se atreven a postular a cargos superiores. ¡Dios no pille confesados de estos consecuentes de pacotilla!
En nuestro querido Chile, se desarrolló una de las empresas privadas del Salmón más grande del mundo. La X y la XI Región así lo pueden corroborar. Y aquí cabe preguntarse, si la empresa salmonera es privada, ¿Por qué el Estado Chileno entregó tanto dinero a esos empresarios?
El Estado chileno otorgó 7.000 millones de pesos para implementar el "cluster" del salmón, a fin de mejorar la coordinación entre las diferentes empresas "privadas" que están relacionadas con el rubro, entre los años 2005 y 2008.
Pero ese dinero no fue suficiente, por lo tanto, el año 2008 lo inicia obsequiando 5 mil millones de pesos para implementar el programa AQUAINNOVO, con el fin de mejorar la genética salmonera. Pero, como los empresarios salmoneros no tenían dinero, durante el mismo año, le regala $766 millones para implementar balsas-jaulas de cobre.
Aun así, la pobreza de los empresarios se mantuvo y en marzo del 2008, nuestro gobierno les regala 6.500 millones de pesos para el proyecto de investigación e innovación, entregado por CORFO, durante la Feria AQUASUR que se desarrolló en Puerto Montt. Y por si eso era poco, en julio del mismo año le dona a las empresa privadas del salmón, 300 millones para la implementación del centro de investigación de la empresa Noruega EWOS en Colaco, Comuna de Calbuco, X Región.
Pero los salmones se enfermaron y los empresarios no tenía dinero para conocer el mal de sus pececillos, así que nuestro gobierno les dio 600 millones de pesos, como aporte "extra", entregado por el Ministro de Economía para "combatir el virus ISA", esto sucedía en Julio del mismo año.
Raya para la suma, como dice un conocido periodista de ChileVisión, nuestro gobierno le ha entregado en forma de regalo a los empresarios chileno-noruego-japoneses-españoles, que explotan el salmón en el sur de Chile, un total de 20.160 millones de pesos.
Comparemos: el gobierno chileno le entregó este año, un bono de 40 mil pesos a las personas más pobres, lo que representa un gasto de 131.400 millones de pesos, pero este mismo gobierno le regala 20.160 millones de pesos a los empresarios, a los más ricos del país. Es fácil deducir que los empresarios son más importantes que la inmensa población de pobres. Sigamos razonando, si el Estado se financia con la riqueza que producen sus trabajadores y también por los impuestos, ¿Por qué este mismo Estado, regala nuestro dinero a los empresarios? Los pesos que el Estado entrega a los empresarios, para detener la cesantía, fueron a parar a los bolsillos sin fondo de estos "pobres señores". Mientras tanto, para no seguir perdiendo plata, tienen cerrada la producción y son miles los trabajadores y trabajadoras que reclaman con toda justicia.
Los datos que acaban de leer, se pueden obtener en cualquier documento serio que hable sobre la salmonicultura en Chile, con mayor razón, debieran estar en manos de cada uno de nuestros parlamentarios, no tienen que hacer ningún esfuerzo para obtenerlos, ya que además, son "pagados" para conocer la realidad chilena.
Entonces, no hay "CONSECUENCIA" en algunos Parlamentarios, que engañan a los trabajadores, al encabezar marchas, que los muestra para la "tele y la foto". "Judas es una alpargata, al lado de cualquiera de éstos consecuentes".