Una Argentina crispada, se debate entre las más dispares consecuencias, producto de la caótica situación engendrada por el matrimonio reinante. Las complicaciones que surgen en todos los ámbitos relacionados con la actuación del régimen se hacen incontrolables, dado el estilo totalitario y unitario de la pareja presidencial
Con el devenir de los días el rumbo se ha hecho intransitable, y el clima se encuentra saturado de odio, venganza y resentimiento, provocando un descontrol generalizado, para mantener distraido a un cuerpo social, que tiene sobrados motivos para exigir.
La perdida del Estado de Derecho de la ciudadanía y la disolución de la República han condicionado, a un papel secundario a una sociedad que a fuerza de atropellos, engaños y corrupción, trató de someter con los manejos más perversos a la pasividad y al silencio la voz del soberano.
Sin embargo la codicia y la ambición desmedida de los kirchner, alentó la caída de un modelo que nunca fue concebido para el bienestar de los argentinos, sino para un grupo de amigos oportunistas, que se enriquecieron con el sacrificio ajeno, mientras los ciudadanos se conformaban con las migajas que quedaban después de repartido el botín.
Pero todo ese imperio levantado por la pareja rampante se desmorona . La caja que fue el sustento del poder ficticio se ha secado y la histeria cada vez más aguda hace estragos en la desequilibrada psíquis del dueto perverso.
Las últimas incursiones de la pareja polémica, muestran con claridad los disturbios cada vez más acentuados, por el terror y el miedo de perder los placeres y los beneficios conseguidos a partir del empobrecimiento de los argentinos.
El gran tornado se acerca incontrolables, sobre el reducto del kirchnerato, en tanto las mentiras se agigantan, así como la agresión que marca un estado de intolerancia y crispación por parte un Néstor Kirchner, decidido a mantener un poder usurpado, aun cuando esto represente el quebrantamiento de la paz social.
Momentos críticos se avecinan, mientras una Presidente traslada sus patéticos argumentos hasta los ámbitos internacionales, tratando de demostrar sapiencia, no hace más que crear polémicas y avergonzar al país que representa.
En medio de una crisis interna, política y económica que azota la Argentina, la Señora soberbia y exultante se ha dado el lujo dedictar una cátedra explicativa sobre las bondades del modelo kirchnerista armado y creado por su marido, ese mismo que impuso en el país la disgregación social, el aumento de la pobreza, la inseguridad extrema, el crecimiento del consumo de droga, la instalación de los carteles del narcotráfico, la mortalidad infantil por enfermedad y desnutrición, la destrucción de la educación publica y el descontrol generalizado en la vía publica, en la que grupos piqueteros munidos de hondas y palos desafían a los transeúntes imponiendo la violencia y la amenaza, se unen todo tipo de protestadores y se completa con acción de demencial de foragidos delincuentes, que imponen la muerte a su paso.
Esta maravilla económica y prospera que declama la Presidente en sus giras por el mundo, se encuentra distorsionada por medio de los índices falsos del Indec y por porcentajes dibujados que nada tienen que ver con la realidad Argentina. El Estado benefactor y el progresismo, leitmotiv de la Jefe de Estado como política exclusiva para arreglar el mundo oculta el fracaso propio del matrimonio hegemónico, que detrás de la crisis internacional que recién se está haciendo presente en la Argentina, estima esconder las culpas propias de la estrepitosa caída, de un plan acuñado únicamente para mantener el poder a costas de los más desprotegidos, montando una máquina insana para la acumulación de la pobreza.
Fue por demás idignante escuchar a la Mandataria argentina esta triste e ilógica comparación "Malvinas y la cuestión Palestina son solamente dos de los ejemplos terribles de no cumplimiento de las reglas, de no cumplimiento de las propias normas de los organismos internacionales en materia de derecho y reconocimiento de nuestros países." esta acotación expresada por Cristina kirchner, fue la muestra más elocuente de incapacidad y desatino de los Kirchner, y la instalación de un nuevo conflicto, con el Estado de Israel y con el propio pueblo argentino no dispuesto a tolerar tan aberrante comparación que metió en la misma bolsa la soberanía de Malvinas, con el reconocimiento del estado palestino y la cuestión de Oriente Medio.
En está II Cumbre de Presidentes América del Sur y los Países Arabes, realizada en Qatar Cristina Kirchner, se destacó como es costumbre por falta de coherencia, no solamente lo hizo por medio de la palabra, sino por las actitudes, que dejaron en claro la discapacidad asombrosa de la rebelde e indómita Señora, que caprichosamente no se integró a la fotografía conjunta de los presidente por encontrarse presente, el Presidente de Sudán Omar Hassan al-Bashir, sobre quien pesa la orden internacional de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya. (LA HAYA.- El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno-Ocampo, ha acusado al presidente de Sudán, Omar Al Bashir, de crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio en Darfur, donde han muerto más de 300.000 personas en cinco años de conflicto.)
Actitud que se podría considerar si realmente la Mandataria, que se dice defensora acérrima de los derechos humanos, midiera a todos con la misma vara, pero como no es así y es bien conocida su defensa por los terroristas, que iniciaron la guerra sucia en Argentina, durante la década de los70, y en ejercicio de un gobierno democrático por medio de las armas y atentados con explosivos y demás aberraciones cometieron delitos de lesa humanidad, como también con orgullo exhibió un tiempo atrás después de su visita a Cuba su foto junto con el sanguinario Fidel Castro, legendario dictador de Cuba y precursor de la deshumanización y, la tortura por medio de crueles delitos de lesa humanidad, a lo largo de 50 años de sostenida dictadura, la verdad es difícil de llegar interpretar el enojo de esta Señora, que culminó una intempestiva salida cuando el presidente de Sudán dirigía la palabra en la cumbre.
Pero seguramente otra aventura de Cristina, se dilucidará durante la cumbre del G20, mientras en el país su consorte se rasga las vestiduras. Después de extorsionar e insultar a los argentinos y, casi lagrimeando pide el voto popular para ayudar a Cristina en su tremendo esfuerzo por desmembrar la nación.
El tornado se acerca ante los ojos desorbitados de un kirchnerismo residual, en vías de extinción, pero mientras tanto, la venganza se hará sentir y todavía faltan 90 días para las elecciones legislativas, en las que la ciudadania podrá limitar el poder de los pingüinos, solamente con las armas de la democracia, el voto.
Autor: Susana Sechi
Directoria de La Historia Paralela
Email: susanasechi@gmail.com
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