Las pasiones que despierta el profesional más cercano al candidato RN a La Moneda
Rodrigo Hinzpeter, el hombre fuerte de Piñera
No tiene una larga trayectoria política pero fue elegido por el abanderado presidencial de la derecha para escoltarlo en su camino a La Moneda. De una lealtad indiscutible hacia el empresario, el ex secretario general de RN no genera afectos entre quienes lo rodean pero manda. Aunque nunca se ha decidido a dar el paso definitivo hacia la política, en su entorno estiman que las elecciones de diciembre constituyen la prueba de fuego para que demuestre sus habilidades.
Por Claudia Rivas Arenas
Admirado por los políticos más jóvenes de Renovación Nacional y envidiado por los que a pesar de su trayectoria no han logrado llegar tan cerca del poder, con escasos años de experiencia en la vida pública, Rodrigo Hinzpeter Kirberg (43), simboliza al tipo de colaboradores que Sebastián Piñera pretende colocar en los cargos estratégicos del gobierno, si llega a La Moneda, a partir de 2010.
El joven abogado ha sido uno de los pocos que ha escoltado al empresario durante todo el proceso, lo que explica en alguna medida el fuerte lazo que se ha creado entre ellos pese a la diferencia de edad que los separa.
Si Hinzpeter se convirtió en el brazo derecho del dueño de Chilevisión fue por la incuestionable lealtad que le ha mostrado hasta en los momentos más duros y a que "no tiene agenda personal", algo que le reconocen moros y cristianos.
Pero lejos de lo que muchos creen la relación entre ambos no es de larga data. Comenzó allá por el año 2001, cuando Piñera se alistaba para llegar con bombos y platillos a la presidencia de RN, partido que atravesaba una crisis interna de proporciones, sin mencionar la difícil relación con sus socios.
La situación se hizo inmanejable para el entonces presidente de la tienda, Alberto Cardemil, quien finalmente acordó una salida digna con el empresario. Tras una intensa negociación, el actual presidente del Comité Electoral de RN Roberto Palumbo convenció al diputado que integrara a Hinzpeter a su mesa, en la secretaría general. La tarea del abogado era encabezar el período de transición entre la salida de un timonel y la llegada de su reemplazante. Una figura similar a la que cumplió el ex subsecretario del Interior, Belisario Velasco, durante el retorno a la democracia.
Cuando Piñera llegó al partido, lo recibió Hinzpeter. Desde ahí comenzó a consolidarse una relación que no pocos ven con curiosidad. Incluso algunos colegas que conocieron al abogado antes de su incursión política junto al empresario sostienen que éste "ha sido una mala influencia para Rodrigo, porque ha cambiado al punto de que actúa un poco como él".
Metamorfosis
El poder al interior de RN se lo da su cercanía con el candidato presidencial, por lo mismo, no es particularmente apreciado en la tienda. Un antiguo militante no tiene buenos recuerdos de la gestión que ambos encabezaron. En su opinión, "entre Sebastián y Hinzpeter despedazaron el partido". Y lo que evoca de aquellos años es que el brazo derecho de Piñera es "frío como un pescado, con poca llegada con la gente".
Esta versión contrasta con la imagen que en esa época tenían de él quienes lo conocieron por motivos profesionales. "Rodrigo era muy afectuoso, cariñoso incluso", asegura un importante abogado de la plaza. Pero destaca el cambio que se produjo en él después de involucrarse en política: "Con el tiempo ese rasgo de su carácter desapareció". Según esta fuente "existe un Rodrigo Hinzpeter antes del 2001 y otro distinto después del 2001".
Más generalizada es la idea de que Hinzpeter es un hombre inteligente, aunque con matices. Algunos de sus contemporáneos durante su breve paso por la Universidad Gabriela Mistral lo definen como "brillante". Es el caso de la vicepresidenta de la UDI, Isabel Plá, y del abogado gremialista Cristián Espejo. Este último recuerda que "era excesivamente estudioso, el típico mateo". También que en esa época "era demasiado tranquilo, muy para adentro, se podría decir que introvertido", pero ya denotaba su interés por la política, pues "en los debates del centro de alumnos opinaba harto, aunque no participaba derechamente".
Hinzpeter se tituló de abogado en la Universidad Católica en 1992. Un coetáneo lo describe como un "estudiante promedio, no se tituló con honores ni mucho menos". Esa es la época en que compartió aulas con los ahora diputados Rodrigo Álvarez, Darío Paya y Marcela Cubillos, y comenzó a tomar más interés en la política, participando en el Movimiento de Unidad Nacional, uno de cuyos fundadores fue Andrés Allamand.
''Mino,mino,mino''
En eso años el hombre de confianza de Piñera mostraba algunos visos de vanidad. Un compañero afirma que "era súper cuico. Era de los primeros que llegaba tostadito, ya sea por la playa o por la nieve". Lo que difiere con la opinión que tiene de él un cercano a Piñera, que asegura que una de las características de "Rodrigo es que no es nada de quebrado".
Fanático de las corbatas, sus favoritas son las de la marca Salvatore Ferragamo, que adquiere en una exclusiva tienda de Alonso de Córdova o en el Boulevard Parque Arauco, Hinzpeter destaca por la preocupación por su presentación personal. Eso es algo que no deja al azar. Este aspecto debe ser uno de los que atrae al sexo femenino, porque tiene, según dice una admiradora en tono de broma, un fan club aliancista que lo encuentra "mino, mino, mino".
Como buen representante de los nacidos bajo el signo de Escorpión, "tiene un carácter súper fuerte, pero muy buen humor, aunque irónico, y acepta muy bien las bromas. Eso sí es un tipo reservado", dice la calcetinera. Además, es "un gran deportista" y comparte con otros políticos como Andrés Velasco o Joaquín Lavín la afición, cada vez más común, de correr todas las mañanas si su agenda se lo permite. Por eso no sorprende que luzca en su muñeca un costoso reloj Polar, que mide sus pulsaciones mientras hace jogging. El gusto por salir a correr es compartido con su señora, Joyce Ventura, con quien tiene cuatro hijos.
Aunque muchos destacan su carácter frío y lejano, el analista del Instituto Libertad, José Miguel Izquierdo, tiene una percepción distinta. Esto se debe a una experiencia personal que lo marcó "para toda la vida" y que por lo mismo, asegura, Hinzpeter cuenta con su lealtad incondicional: "Para mí, Rodrigo Hinzpeter es una de las personas con el estándar moral más alto que conozco".
Una de las hijas pequeñas de Izquierdo, Matilde, por razones de salud necesita una leche especial que le es vital y que hace unos años se agotó. Angustiado, decidió enviar un mail a todos sus conocidos, explicando su dificultad con la esperanza de conseguir ayuda. Pese a que en esa época no tenía mucha cercanía con el abogado, a los cinco minutos éste le respondió y aunque se encontraba en Buenos Aires le solucionó el problema. Este episodio, a juicio de Izquierdo retrata de cuerpo entero al brazo derecho de Piñera.
Una carrera brillante
Tal como promueve Piñera en su entorno, tras su titulación el joven abogado se perfeccionó, obteniendo un post grado en derecho en Harvard y, posteriormente, otro en economía en la Universidad de Chile. Más tarde, entre 2000 y 2001, Hinzpeter se desempeñó en el bufete Simpson Thacher & Bartlett, en Nueva York.
Actualmente es socio del estudio jurídico Álvarez, Hinzpeter, Jana abogados -en el que se abocó al derecho corporativo y financiero-, fusionado recientemente con Bofill & Mir. Las aspiraciones de Rodrigo Hinzpeter para esta fusión, según ha dicho en los medios, es que "en cinco años queremos ser el estudio más grande de Chile y estar entre los cinco más importantes de Latinoamérica".
A sus 43 años, en su sector nadie discute que Hinzpeter tiene una trayectoria profesional floreciente. Pero según sus detractores esta es "mucho más prometedora que la política". Su prueba de fuego para demostrarles lo contrario es, sin duda, la campaña presidencial de este año. Su desempeño está siendo seguido paso a paso tanto en RN como en la UDI, pues el de la campaña del 2005 ha sido cuestionado. Entre los seguidores de Piñera afirman que la relación con el ex secretario general no fue buena mientras tuvo la vocería del partido.
En el gremialismo, por otra parte, lo definen como "bastante despiadado en política y en lo profesional, porque en ambas áreas aprovecha las debilidades ajenas". Una virtud o un defecto, dependiendo de quien opine.
Un prominente gremialista hace la comparación inevitable y que siempre molestó a Hinzpeter mientras ocupó cargos dirigenciales en Antonio Varas: "No es un líder que despierte afectos como Pablo (Longueira), pero sí fuertes odios. Los que lo odian lo odian, y los que están con él lo están dentro de un marco de racionalidad o conveniencia personal", plantea desde la distancia de la sociedad con Piñera que incomoda a algunos UDI.
Por lo mismo, en el entorno del abanderado de la derecha admiten que existe "mucha envidia hacia Rodrigo por su cercanía con Piñera". La misma que es atribuida a que "aparte de sus méritos, sus intereses personales no se topan con los de Sebastián". Incluso argumentan que siempre ha apoyado al dueño de Chilevisión por su convicción de que puede ser un buen Presidente y no por ambición política, pues de ser así habría aceptado ser candidato al Congreso las múltiples veces que se lo han pedido.
Esto, según sus detractores, también tiene su lado malo, porque "como no tiene ambiciones políticas, nunca se la juega por completo". Un dirigente que lo conoció cuando llegó al partido el 2001 tiene la convicción de que "venía a vitrinear. Quería ver si esto de la política le gustaba y como no le gustó prefirió dedicarse a los negocios, que le han dado bien buenos dividendos".
En este sentido, Isabel Plá coincide en que Hinzpeter "es un gallo súper desapegado al poder político", pero aclara que "por lo mismo puede ser un gran articulador de acuerdos, porque tiene un carácter muy sereno y mesurado". Aunque también "se mueve muy bien en el mundo privado", reconoce.
El reto
En esta segunda campaña, Hinzpeter nuevamente se divide entre sus oficinas en el exclusivo barrio financiero capitalino, también conocido como Sanhattan y Apoquindo 3000, en Las Condes, donde Piñera tiene sus oficinas y hasta donde llega en motoneta.
Allí asume el rol no oficial aún de jefe de campaña, donde "es muy influyente en las decisiones que se están tomando ahora", dice uno de sus colaboradores que afirma que "hoy día Rodrigo es muy poderoso por su cercanía a Piñera" y vaticina que "el día de mañana va a ser muy influyente" si el empresario llega a La Moneda. A diferencia de quienes lo catalogan como "soberbio", la misma fuente explica que si bien el abogado "es exigente con la calidad del trabajo, tiene una relación de mucho respeto con la gente".
Desde la Concertación no dudan que si Piñera llega al gobierno, Hinzpeter pudiera terminar siendo una figura influyente del "Segundo piso" o más, aunque le restan méritos y no lo ven "más que como el vocero de Piñera".
Como no tiene una larga trayectoria política, sostienen, no sienten que sea una amenaza, "como sí pueden llegar a ser personas como (Alberto) Espina o (Andrés) Allamand, más allá de lo que podamos pensar de ellos". Otra fuente que lo conoce, piensa que tal vez esa opinión "pudiera ser un poco injusta", porque "el cabro tiene vuelo propio, aunque ha optado voluntariamente por un perfil distinto".
En el oficialismo llama la atención que en RN se diga que Hinzpeter tiene "una amplia red de contactos que llega hasta la Concertación" y especulan que podría ser un mito que surgió cuando su estudio asumió la representación de CORFO en el caso Inverlink, lo que en esa época molestó a sectores oficialistas que no veían con buena cara que un ex dirigente de un partido opositor estuviera involucrado en la defensa "en un tema tan sensible". Eso habría ocurrido, porque quien sí tiene muy buenas redes en la Concertación es otro socio del estudio, Andrés Jana. En el oficialismo lo califican como "progre, cercano a la Concertación".