PANKAJ GHEMAWAT
los nuevos gurus mas consultados en el mundo
La crisis amenaza la globalización
PANKAJ GHEMAWAT, PROFESOR DEL IESE Y DE LA HARVARD BUSINESS SCHOOL
¿Cómo defi niría la globalización?
La globalización es uno de esos conceptos
sobre los que existen grandes
malentendidos. Tengo muy claro que
existen grandes bene_ cios para todos
en que las personas, los capitales y
las mercancías crucen las fronteras,
pero soy muy contrario a la idea
de que estas fronteras ya han desaparecido,
de que todas las culturas
son iguales y de que la tierra se ha
aplanado.
Sí, de hecho, usted ha acuñado
el concepto de semiglobalización
para trasladar esta idea de
que las personas siguen siendo
más locales que globales. Pero,
aun cuando no estemos en ese
escenario, ¿le gustaría que las
fronteras desaparecieran?
Bueno, como digo, la semiglobalización
nos ha reportado a
todos grandes bene_ cios. Si tuviera
que quedarme con uno sería
la enorme reducción en la población
china e india que vive bajo
la línea de pobreza. Aun así, hay
que reconocer que la globalización
también tiene ciertos problemas,
pero en su mayoría se deben a que
los Gobiernos no han sabido adaptarse
a este nuevo entorno.
Por consiguiente, no es cierto
que, como sostienen los antiglobalización,
se esté imponiendo por
todo el mundo un American Way
of Life.
Es importante tener en cuenta
que la cultura está muy arraigada en
cada individuo y grupo social, por
lo que esta idea de que la diversidad
cultural está desapareciendo es bastante
alarmista. Un buen ejemplo lo
encontramos en Reino Unido, en la
lista de los 100 programas con mayor
audiencia sólo hay dos estadounidenses.
A pesar de tener el mismo
lenguaje, las diferencias culturales
entre EEUU y Reino Unido siguen
siendo importantes.
Creo _ rmemente en la noción
Juan Ramón Rallo
jrallo@neg-ocio.com
de Amartya Sen de "identidades
múltiples". Yo nací en India, he
vivido la mayor parte de mi vida en
EEUU, ahora resido en España, y
estoy viajando continuamente por
el resto del mundo. Pre_ ero no de_ -
nirme únicamente como indio, estadounidense
o español, tengo fuertes
lazos con estas tres culturas. Parte
del miedo de que las culturas vayan
a desaparecer surge de la noción
equivocada de que cada persona
sólo puede tener una identidad.
Y tampoco sería cierto que la
actual crisis _ nanciera se deba a un
exceso de integración económica
en los sistemas _ nancieros.
Esta gente debería mirar los datos
antes de llegar a conclusiones precipitadas.
Los historiadores económicos
han llegado a la conclusión de
que las crisis actuales no son ni más
largas ni más intensas de lo que ya lo
eran en el s. XIX. Existe una tendencia
injusti_ cada a culpar a la globali-
zación de cualquier desastre que ocurra.
Pero, por ejemplo, la última vez
que lo revisé, las pérdidas para los
bancos suizos de su crisis hipotecaria
interna de hace unos 15 años todavía
eran superiores al conjunto de todas
las pérdidas subprime.
Por el contrario, ¿cree que
China e India pueden tomar las
riendas del crecimiento mundial
y salvar a Occidente de una crisis
más intensa?
Sin duda eso es lo que mucha
gente espera. Estuve hablando con
el CEO de una de las mayores
empresas del mundo hace unas semanas
y sus impresiones eran que
EEUU no resultaba un destino de
inversión demasiado interesante en
estos momentos. Yo le pregunté qué
ocurriría si China e India dejaran
de crecer y él me respondió que,
en ese caso, estamos acabados. En
otras palabras, muchas empresas
están basando sus previsiones de
crecimiento en India y China.
Pero yo creo que no entienden
nada de lo que está pasando. No
puedes invertir en China o en India
simplemente porque te hayas dado
cuenta de que hay muchos chinos y
muchos indios. No hay que _ jarse
sólo en el tamaño del mercado, sino
especialmente en todos los otros elementos
que puedan hacer interesante
una inversión.
Los economistas Jeff Rubin y
Benjamin Tal han publicado recientemente
un artículo en el que
sostienen que el incremento de los
costes de transporte que ha provocado
el alza del crudo podría dar
lugar a un proceso de "desgobalización".
Poco después del 11-S también
me preguntaron si estos atentados
terroristas iban a detener la globalización.
Hay que tener un poco
de perspectiva histórica y ser consciente
de que la globalización es un
proceso que empezó hace 200 años.
No era probable que el 11-S pudiese
interponerse en esa tendencia secular
y tampoco creo que lo haga el
petróleo.
Pero, en cambio, ¿no teme
que la actual crisis económica
sí pueda ser utilizada por los
Gobiernos para reimplantar medidas
proteccionistas que estrangulen
la globalización, como ya
sucediera después del crack del
29?
Esa sí es realmente mi preocupación.
Ahora mismo estoy trabajando
en este tema y es que la idiocia política
siempre está latente. La mayor
involución en el proceso de globalización
fue entre las guerras mundiales
y se produjo por las nuevas regulaciones
políticas que se aprobaron
tras el crack del 29, especialmente
el arancel Smoot-Hawley en EEUU.
Ahora mismo, cuando escucho alguno
de los mensajes de la campaña
presidencial estadounidense me
pongo realmente nervioso.
Si me interesa derribar el mito
de que ya no existen fronteras en el
mundo, aparte de para desarrollar
una mejor estrategia empresarial, es
por dos motivos. El primero, que
tenemos que ser conscientes de la
fragilidad del régimen de libre comercio
actual, que perfectamente
puede revertirse como ya sucedió en
los años 30. El segundo, porque creo
que las exageraciones sobre el grado
de globalización dan oxígeno a los
miedos proteccionistas: la gente teme
perder su trabajo, su cultura, su
identidad, etc.
Ghemawat analizó la globalización antes de su conferencia organizada por Casa Asia y Casa América.
FOTOS: D.SANTAMARÍA
Sería más
adecuado hablar de
semiglobalización,
todavía quedan
grandes fronteras.