Fontaine: "Si la política fiscal y la política salarial no ayudan, el Banco Central se puede ir a un sobreajuste"
Tras el Ipom de septiembre, el economista dice que el presidente del organismo, José de Gregorio, envió una señal casi amenazante de que el ajuste monetario no se detendrá, incluso a costa del crecimiento y el empleo.
Pamela Jimeno
Juan Andrés Fontaine, economista.
Esta semana, el Banco Central (BC) entregó malas noticias en el Informe de Política Monetaria (Ipom) de septiembre. Que el IPC seguirá alto y no volverá al rango-meta antes de 2010. Que está dispuesto a subir la tasa de interés con agresividad, para evitar un desanclaje extremo de las expectativas, y que si en eso el crecimiento y el empleo se ven afectados, no hay mucho que hacer. Además, desestimó una mayor caída del petróleo que podría ayudar a la inflación.
Para el economista Juan Andrés Fontaine, a estas alturas buscar culpables no tiene sentido, pero cree que la credibilidad del BC está dañada. "Si una crítica le hago a la presentación del presidente del Central (José de Gregorio) es que sigue dejando la sensación de que lo que ocurrió durante 2007 y este año es una enorme mala suerte, que la culpa la tuvieron los precios externos y que frente a eso no había nada que hacer", dice.
¿La credibilidad del BC está en su peor momento?
Creo que el BC enfrenta un deterioro en su credibilidad. Un par de años atrás, si a alguien le hubieran preguntado si iba a tolerar vivir tres años con una inflación muy superior al techo de la banda habría dicho 'no, eso sería un fracaso grave', y hoy nos hemos acostumbrado a eso. Hay una pérdida de credibilidad y creo que en el Ipom de septiembre el BC revela que está conciente de ello.
¿El Ipom fue muy negativo?
El Ipom de septiembre es esclarecedor, realista, no le doy el epíteto de negativo. El BC precisó su voluntad antiinflacionaria que había quedado algo desdibujada en el Ipom de mayo, donde tuvo una actitud desaprensiva sobre los riesgos inflacionarios del momento, culpó exclusivamente a los precios externos de ello y dejó la sensación de que no importaba el alto crecimiento de la demanda, del gasto público, que los salarios siguieran a la inflación pasada según las cláusulas de indexación y que las mediciones de mercado tuvieran una inquietante alza. El BC dijo que las mediciones eran incorrectas, que no reflejaban las verdaderas expectativas de inflación y se equivocó. Vio los datos y no rectificó su diagnóstico. Ahí estuvo el error.
¿El BC llegó tarde al tema?
Hay una respuesta objetiva para eso: tan tarde llega que la inflación va a cumplir tres años, 2007, 2008 y el próximo, muy por sobre la meta. No sólo sobre el 3%, sino incluso sobre el techo de la banda de tolerancia que el mismo BC se ha establecido. Así es que algo falló aquí, creo que es evidente.
La señal a Velasco
¿Pero ahora, dado que el petróleo está cayendo, hay un riesgo de sobreajuste?
Hay un riesgo de sobredosis y el presidente del BC parece consciente de eso y lo que hizo el jueves, de anunciar cuatro veces en un discurso de 10 carillas la necesidad de alzar la tasa de interés a corto plazo por sobre las expectativas del mercado, lo revela. Se expresó en un tono casi amenazante: su propósito es disciplinar las expectativas de inflación, porque si éstas responden razonablemente -y han venido moderándose en forma marginal- no sería necesario probablemente un alza de la tasa de interés tan fuerte. Pero para eso, es crucial el rol de la política fiscal y de la política salarial, porque si estas no contribuyen y las expectativas no reaccionan nos podemos ir a un sobreajuste.
¿De Gregorio apuntó a las presiones sobre el Fisco?
Creo que validó la estrategia del ministro de Hacienda de moderar el aumento del gasto público en 2009, aun cuando ello signifique alterar la regla del superávit estructural, que dados los parámetros de precio del cobre y crecimiento potencial podrían autorizar un mayor gasto.
¿El triunfo sobre la inflación sólo se logra con ayuda del Fisco?
El BC tiene los instrumentos por sí solo para derrotar la inflación y creo que lo va a hacer. Lo que ocurre es que el costo es distinto, según si colabora o no la política fiscal y la salarial. Y ese costo se manifiesta en menor crecimiento del PIB y del empleo e incluso, dependiendo del grado de divergencia que haya entre la estrategia fiscal y la estrategia monetaria, podría llegar a haber un riesgo de recesión o de alto desempleo.
¿Fue muy pesimista el BC en materia de crecimiento para 2009?
reo que las presentaciones del BC son ambiguas, porque el uso de rangos de crecimiento del PIB permiten un poco todo: pueden crear una imagen de que está percibiendo que la economía se va a desacelerar fuerte o alimentar la visión contraria. Me parece que lo compatible con esta amenaza de fuertes alzas de tasas, es que el BC efectivamente ha hecho sus cálculos con una actividad en desaceleración en los próximos 18 meses.
¿Comparte el rango de 3,5%-4,5% para la expansión en 2009?
En ambos rangos, el de este año (4,5% a 5%) y del próximo, me sitúo en el límite inferior. No veo factores estructurales que me hagan pensar que el crecimiento será mayor.