Paz para Bolivia
Por
Sergio Vásquez Ochoa
Cuando las noticias confirman los conflictos con muertes en la hermana República de Bolivia, no nos queda otra opción de mínima humanidad, que desear paz para Bolivia, sumida hoy en un caos de diferencias étnicas, sociales, políticas, económicas y regionalistas.
En la memoria, nos queda el recuerdo de una nación épica por antonomasia, rebelde y libertaria, expresada en los primeros revolucionarios que se enfrentaron al invasor español. Bartolina Sisa, mujer indígena héroe americana, es uno de sus símbolos; los primeros Movimientos revolucionarios de la América moderna, nacen en sus alturas y como no olvidar la lucha del pueblo y juventud de Cochabamba, contra los abusos de la concesionaria "Aguas del Tunari", empresa abusiva que triplicó el valor del agua sin gastar un peso en inversiones. Hasta el agua de lluvia, estaba en sus planes tarifarios. Una veintena de jóvenes muertos, fue la ofrenda humana, que lograron expulsar a la empresa, de oscuros designios.
Conocimos Bolivia, en la época de estudiante, hace muchos años a través de las denominadas "Giras de estudio". Ya en La Paz, El vehículo que nos transportaba de pronto cambió de ruta. Era una manifestación contra el gobierno, no sabemos pero los incidentes se explayaban con sonidos de bala y fuerte movimientos de personas. Para nuestra edad, era casi una aventura pero era la alerta que nos encontrábamos en un país con problemas sociales y económicos. Era el grito de la injusticia. Descubrimos entonces, ciertas condiciones de miseria de su pueblo que nos impresionaban, en el Mercado Lanza, en sus calles. Era entonces, la pequeña Arica floreciente y bullante, la de la Junta de Adelanto y el barrio Industrial, la de trabajo por doquier, sin problemas mayores.
Hoy al retornar, con otra visión de adultos descubrimos la generosidad y amabilidad de sus gentes, afectivas y cuidadosas en la amistad que nos brindaban y el gracias en la mesa a cada persona, de niño a adulto - era algo que nos conmovía, por ser una hermosa costumbre que no conocíamos.
No puedo dejar de expresar cierta compatibilidad con algunas decisiones gubernamentales, cuando recuperan sus riquezas básicas, como los hidrocarburos; los esfuerzos por nivelar las grandes diferencia sociales y económicas en ese país, el ajuste de los sueldos al Magisterio, ya que sus profesores ganaban sueldos casi miserables, en un campo vital, la educación, la rebaja del sueldo de sus autoridades, desde el Presidente hasta ministros, alcaldías, Justicia, el rechazo de su actual Presidente a la renta vitalicia que le corresponde por ley; las pensiones a los ancianos, eternos postergados de nuestras sociedades - el resultado por primera vez de Superávit en la economía del país, que habla de una gestión económica correcta, pero sin duda hay otros temas tan complejos como interpretaciones hay, sobre las formas y fondo, sobre lo que quieren los bolivianos para su país, que sería un diálogo casi interminable.
Bolivia, nación rica en recursos naturales y culturales, heredera del Tiahuanaco, primera al Imperio Incaico, diversa hoy en su expresión humana,
Que la fuerza de las ambiciones del ser humano,
Que los egoísmos humanos,
Que la intolerancia y la incomprensión sean desterradas de las mentes de tus habitantes, por la paz y el bienestar para tu pueblo.
Que la negociación llegue, con los atributos que ella define: para ganar acuerdos, todos deben ceder parte de sus postulados, pensando en el bien común.
Hoy La América justa y de buen espíritu, ya no es indiferente al dolor de un pueblo y ora por la paz, la vida y la unidad, para esta nación hermana. Di