Hernán Chiriboga Es tiempo de acelerar con los biocombustibles
Es mejor empezar ya, aunque hay errores que evitar
Coordinador Centro de Liderazgo
IICA
Mario Bermúdez
Malos cálculos podrían provocar que en lugar de reducir la importación de petróleo, el país pase a importar biocombustibles por precios similares.
Por eso, hay que dar el paso, pero con sentido.
A pesar de los temores que todavía hay en algunos sectores, la falta de reglas claras e incluso de información sobre biocombustibles, Hernán Chiriboga es contundente: Costa Rica debe acelerar la producción.
Este exviceministro de Agricultura de Ecuador, hoy coordinador del centro de liderazgo del Instituto Interamericano de Cooperación en Agricultura (IICA), incluso va más allá: considera que el país está en buenas condiciones para realizar este salto.
Experto en el tema de biocombustibles, advierte que no se trata de lanzarse por esta ruta sin precaución: hay errores que se pueden cometer, y que se podrían pagar caro, tanto en materia de alimentación (si se insiste en biocombustibles de primera generación, que compiten con la mesa), de contaminación (la OCDE llamó la atención de que algunos biocombustibles contaminan casi tanto como los combustibles fósiles), y hasta de economía.
¿Cuál es el panorama de Costa Rica, comparado con el de América Latina?
Costa Rica está en buena posición, porque se produce caña y se puede utilizar sin afectar la parte alimentaria.
"Hay países muy adelantados, como Brasil, que depende más de biocombustibles que de petróelo, pero le tomó 30 años tener su programa listo.
"Colombia y Ecuador usan mezclas más intensivas. Pero Costa Rica está dando pasos lógicos, toma las cosas con calma, con mezclas bajas y no cambia gasolina o diésel por biocombustibles, sino que realiza un cambio de aditivos, el MTBE por etanol, el azufre por biodiésel".
¿Tiene Costa Rica la posibilidad de desarrollar biocombustibles de segunda generación?
Por ahora lo que se tiene es de primera generación, etanol a base de caña y biodiésel de aceite, pero hay un potencial grande para otras posibilidades, aunque no sería inmediatamente.
"Costa Rica da pasos lógicos, con mezclas bajas y cambio de aditivos".
"En dos años se podría extraer etanol de desechos, y se trabaja con algas, pero en el IICA también recomendamos la jatrofa, un arbusto cuyos frutos no sirven para la alimentación, se puede sembrar rodeando los cultivos como cerca, los protege del viento y tiene una sustancia que aleja a los insectos.
"Esto está arrancando con fuerza, hay plantaciones en Santa Ana, en Guanacaste y la Escuela de Ganadería, una alternativa muy válida para biodiésel".
¿Cuál es la producción de biocombustibles en Costa Rica? ¿Por qué es tan difícil su medición?
Tenemos alguna información sobre etanol, los datos de la cosecha de caña nos dicen que es de 380.000 toneladas métricas. Cuanto va para etanol, depende de los ingenios, calculamos por fuentes secundarias que se producen 30.000 metros cúbicos. En biodiesel, estamos elaborando el Atlas de las Américas.
"Aquí lo importante es desarrollar tecnología de segunda generación, para aprovechar el bagazo de la caña, que no se usa para alimentación. Pero es algo que todavía requiere mucha afinación".
Hay sectores que critican la velocidad con que se pretende introducir biocombustibles en enero. ¿Cómo ha sido este cambio en otros lados?
El cambio en las cantidades que se pretende realizar no debe ser problema, pero hay que tomar precauciones.
"Tanto el etanol como el biodiésel son solventes, actúan limpiando los sistemas, y si el tanque de la estación o el vehículo está sucio, se llevan esa suciedad a otras partes, como filtros, carburadores, inyectores, y podrían taponearlo".
¿Es rentable el costo de estos cambios, toda esta transformación?
Depende del precio del petróleo y la productividad específica del país, en el caso de Brasil, por su eficiencia en estos temas, es rentable a partir de un precio de $30 por barril de petróleo.
"Hemos calculado un precio de paridad para Costa Rica de $70 por barril de petróleo, es aceptable con los precios actuales del mercado, que llegaron a los $147 por barril".
Estudios recientes, como los de la Universidad de Stanford, cuestionan que sean menos contaminantes que los combustibles fósiles.
Cuando los biocombustibles provienen del maíz es un error craso, compiten con la alimentación humana y animal, y puede no ser tan limpio.
"Además, hay balances energéticos malos con el maíz, el trigo y la soya, se requiere una unidad de energía para producir 1,5, por eso los criticamos.
"En cambio, la palma africana permite nueve unidades de energía por cada unidad utilizada, y la caña de azúcar produce 8,3 unidades.
"Hay que pensar cómo se produce el biocombustible, si usamos fertilizantes químicos para producir la biomasa, es ilógico, se usa petróleo para producir combustibles limpios.
"Nosotros lo que recomendamos es pensar en producción sustentable".