"Valoro la opinión de Joaquín Lavín. Cuando en política hay personas que son capaces de dar una opinión y hacer cosas que muchas veces son incomprendidas en su sector, eso habla muy bien de él. Yo lo valoro, porque creo que le hacen falta a la política chilena personas que actúen como estiman más adecuado", planteó ayer el senador y ex presidente de la UDI Pablo Longueira en su primera señal pública de respaldo al ex alcalde.
Éste se declaró crítico de la acusación constitucional contra la ministra de Educación, Yasna Provoste, que la derecha logró aprobar hace una semana en la cámara baja y que el Senado votará el miércoles 16.
Con un gesto que, aseguran en la UDI, no tendrá consecuencias en la votación en sala, Longueira puso una nota de suspenso a la tramitación de un libelo que la Alianza ha dado por ganado desde que se presentó el 7 de marzo.
Ello porque aunque la derecha confía en que Longueira votará en bloque, existe temor respecto de cómo el Ejecutivo puede abordar la apertura del legislador, que adelantó que "yo no he estado en ninguna reunión de la Alianza, ni siquiera de mi bancada, para analizar la acusación".
Según precisó Longueira, "aquí votamos los senadores, no hay ninguna postura de Alianza, los senadores votamos en conciencia y es un voto como juez (...) Cada uno es una individualidad".
La apuesta en La Moneda, tras conocer las declaraciones del representante de Santiago Oriente, es convencer a Longueira de que la mejor estrategia para potenciar a Lavín como alternativa presidencial frente al RN Sebastián Piñera es darle en los hechos la razón.
Ello sólo se lograría si el integrante del Consejo de Equidad logra demostrar, con el sufragio decisivo de Longueira, que todavía es escuchado en su tienda. La única forma que tiene la oposición de destituir a Provoste es conseguir 20 votos.
De ahí que la postura de Longueira -que manifestó, en referencia a Lavín, que "hay que tener harto coraje moral" para enfrentar al aparato gremialista en una materia como ésta- si bien no generó alarma, sí incomodó, ya que, se argumentó, puede ser un estímulo para que otros, "en verdad indecisos", echen por tierra el juicio.
MENSAJES CRUZADOS
La inquietud en la UDI apunta al independiente Carlos Bianchi. Sobre éste pesan las dudas de la oposición y la fe del Gobierno. El senador estuvo ayer en Buenos Aires, a donde acompañó al titular del Senado, Adolfo Zaldívar, en su primer viaje protocolar.
Esto impidió que Bianchi lograra ser contactado por el ex RN Carlos Cantero, que lo llamó con insistencia para aclarar en qué está quien, tal como ocurrió en la inyección de recursos al Transantiago en julio de 2007, será crucial en la votación.
Durante un almuerzo el martes 8 en el Congreso entre la bancada independiente de diputados y el cuarteto bisagra del Senado -cumbre a la que no asistió Zaldívar-, Bianchi le habría confirmado al ex DC Eduardo Díaz que "ratificarían" en la cámara alta lo hecho por los colorines en la votación de la acusación constitucional.
Por ello las señales entregadas los últimos días por Bianchi -antes de partir dijo que mantendrá su independencia- son consideradas "extrañas".
"Bianchi está buscando crear un escenario para ver qué le ofrece el Gobierno para su región. Ése es su juego", comentan cercanos a la debutante bancada, que admiten que no están ciertos del camino que adoptará Bianchi, en especial porque las ofertas de palacio para salvar a Provoste de una marginación de cinco años de la vida política "están siendo muy generosas", afirman en la Alianza con tono acusador.
Previendo que la presión gubernamental hacia el senador se incrementará significativamente durante estos días, Zaldívar se fijó la misión personal de volver al país con una respuesta clara -y favorable a la presentación- de su par, mientras que Cantero en Valparaíso también rayó la cancha.
"Hay un malentendido, y lamento que no se haya aclarado, porque bastaba con que Bianchi me preguntara -ya que se sienta todos los días conmigo y conversamos- si yo efectivamente había hablado o no de votación en bloque, cosa que no he hecho, porque no corresponde", destacó el ex RN aludiendo al presunto malestar entre ambos por la forma de abordar el asunto.
No obstante, el legislador por la Segunda Región reafirmó que lo más probable es que no haya desmarques. "Conociendo el pensamiento de nosotros, porque estos temas se conversan, yo creo que va a haber amplios márgenes de coincidencia, que va a hacer coherente nuestro actuar", concluyó Cantero.