Gabriela Torres Barcelona |
Las encuestas tras el debate dieron como ganador a Zapatero. | Inmigración, economía y seguridad volvieron a ser los puntos más controversiales en el segundo y último debate entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, candidatos a la Presidencia del Gobierno Español por el Partido Socialista (PSOE) y Partido Popular (PP), de cara a las elecciones generales del próximo 9 de marzo. Una semana después, volvieron a sentarse frente a frente en un estudio donde se buscó garantizar la igualdad en las intervenciones, los planos de cámara y la intensidad de luz. Los más de diez millones de espectadores que siguieron el debate vieron a los candidatos más cómodos con el estilo del programa, mirándose más a los ojos y leyendo menos. Las encuestas realizadas por diversos medios de comunicación españoles tras el debate, dan como ganador del mismo al candidato socialista, que ya se impuso en el primer cara a cara. Este lunes no faltaron las acusaciones de mentiras ni las discrepancias entre las estadísticas que el socialista y el popular utilizaron para reforzar sus discursos. También se hizo referencia al pasado, pues la guerra de Irak volvió a estar en el tapete, así como las políticas antiterroristas y de inmigración llevadas a cabo durante el gobierno de José María Aznar y de Zapatero. Inmigración Zapatero recordó que la mitad del crecimiento económico de España se produjo gracias a la inmigración. | Aun cuando el líder socialista tuvo -por sorteo- la primera palabra en cada tema, fue Mariano Rajoy quien puso en la mesa el asunto de la inmigración, acusando al actual presidente de haberla promovido de manera "desordenada". Un señalamiento que Zapatero atajó al vuelo al explicar que su política de inmigración no es desordenada, sino de diálogo. Y mostró su cara irónica al comentar que "esto del diálogo le produce alergia", como un guiño a la negativa del líder del PP de negociar con ETA. Rajoy aclaró que él no está en contra de la inmigración, siempre y cuando esto no se produzca en detrimento de los derechos de los españoles. Zapatero respondió que la mitad del crecimiento económico de España se produjo gracias a la inmigración. En cuanto a la inmigración ilegal, el líder socialista dijo que la atacaría en tres frentes: evitar que salgan del país de origen, que los puestos fronterizos no permitan entrar a los extranjeros sin la documentación reglamentaria y que los países de origen acepten la repatriación. Para el líder del PP, la inmigración sólo puede ser legal y con contrato de trabajo. Cree que hay que expulsar al extranjero que delinque, sin importar la cantidad de años que esté viviendo en España. Para terminar, propuso crear una agencia de inmigración y empleo. Economía Pero si hay algo que mueve al electorado es el bolsillo. Tras la caída de la Bolsa de Madrid, la ralentización del mercado inmobiliario y la desaceleración de la economía mundial, tanto Zapatero como Rajoy quisieron convencer al electorado de que cada uno ofrece la mayor estabilidad y calidad de vida. Rajoy acusó a Zapatero de "no saber" lo que afecta a los españoles. | El presidente del PSOE resaltó los aciertos de su mandato, como el aumento de la renta per cápita, para anunciar que, de quedarse en La Moncloa, convocará a los sindicatos y empresarios para que firmen un acuerdo que los ayude a afrontar la desaceleración económica. También ofreció crear un plan de infraestructura para afrontar la caída de la construcción y propiciar acuerdos con otros países europeos para crear un control de precios. Mariano Rajoy acusó a Zapatero de "no saber" lo que afecta "fundamentalmente" a los españoles y anunció que, de ganar, su política económica será como la de hace once años, cuando el PP estaba en el poder y él ocupó varios ministerios. "Los que no ganen 16.000 euros al año no pagarán impuestos y éstos no se les retendrán en la nomina. Bajaré el impuesto de sociedades a la pequeña y mediana empresa", agregó. Ambos candidatos coincidieron en que se debe lograr la igualdad laboral de mujeres y hombres. Seguridad Cuando llegó el momento de hablar sobre seguridad y terrorismo, Zapatero hizo una promesa: "Sea cual sea el resultado del domingo, el partido socialista apoyará al gobierno de España sin condiciones". De nuevo, la política antiterrorista estuvo presente en el debate. | Esta era una referencia a la repetida negativa del PP de apoyar su política antiterrorista. Promesa a la que Rajoy respondió con otra: "Sea cual sea el resultado electoral, yo apoyaré al gobierno siempre y cuando quiera luchar contra ETA. Pero no apoyo la negociación con los terroristas". A partir de estas claras posiciones contrarias, no importó que Zapatero anunciara la creación de un servicio nacional de policía científica o que dijera que piensa aumentar el número de policías especializados en terrorismo islámico. El debate sobre seguridad volvió a la rosca de hace siete días en que prevalecieron los señalamientos de "mentiroso" por parte de ambos candidatos, en el que se revivió la decisión del gobierno de Aznar de apoyar la guerra en Irak o en el que las víctimas del terrorismo fueron un argumento para descalificar. Rajoy acusó a Zapatero de mentir a los españoles y de continuar las negociaciones con ETA después del atentado en el aeropuerto de Barajas que puso fin a la tregua y el diálogo. Mientras, Zapatero acusó al líder del PP de utilizar el terrorismo con fines políticos, por ejemplo para justificar la guerra de Irak. El cierre del debate estuvo marcado por un compromiso de ambos candidatos de -en caso de ganar- gobernar para todos los españoles. Para saber quién logró convencer a los electores, tan sólo hay que esperar hasta el próximo domingo. |