RICARDO DOWNEY Y CINTHYA CARVAJAL
Las críticas a la labor legislativa, fundamentalmente por la demora en despachar la ley que mejora el funcionamiento de los juzgados de familia, y las quejas al gobierno por insuficiencia presupuestaria para implementar la nueva justicia laboral que parte a fines de este mes, marcaron el discurso del presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, en la ceremonia inaugural del año judicial 2008, ayer en el palacio de los tribunales.
El texto, leído por el presidente subrogante del máximo tribunal de justicia, Ricardo Gálvez -Marín se encuentra hospitalizado, a la espera de una intervención al corazón-, enfatizó que las dificultades que afrontó el Poder Judicial en 2007 se debieron fundamentalmente a la demora en la tramitación de leyes que son indispensables para corregir situaciones urgentes, como es el caso de la justicia de familia, que lleva "más de dos años sin solución" y que aún no se despacha la ley que la refuerza.
Sobre la reforma a la justicia laboral, si bien valoró que se haya aprobado su aplicación gradual y progresiva, el presidente del máximo tribunal hizo ver que el gobierno ha dispuesto sólo un tercio de los fondos requeridos para su implementación, estimando que faltan 16 mil millones de pesos para cubrir la segunda etapa, que parte en octubre próximo.
El discurso de Marín contempló como principal anuncio una ofensiva para aumentar la eficiencia en el trabajo de los tribunales, y así disminuir el atraso en distintas áreas y procedimientos.
Fue así como adelantó que este año se creará un plan de desarrollo estadístico, con apoyo informático "que alcance incluso a los tribunales que no tramitan con carpeta electrónica y que permita cuantificar e individualizar el estado de las causas, para propender a su pronto término en tiempos razonables".
La idea es estructurar un sistema de control informativo y de seguimiento de causas en todo el Poder Judicial e implantarlo para comenzar a hacerlo efectivo durante el presente año.
Y en consonancia con algunos fallos polémicos rechazados por la opinión pública, Marín llamó a los jueces a hacer un esfuerzo para mejorar la administración de justicia. "Los jueces chilenos son más que buenos, y por ello solicitamos su apoyo y colaboración para progresar hacia una justicia que sea siempre generadora de certeza y seguridad jurídicas", indicó.
En materia estadística, resaltó que por primera vez el ingreso de causas superó los dos dígitos (16,3%), destacando que ese fenómeno creciente no se condice con la imagen negativa de la justicia que muestran las encuestas, ya que pese a ello cada vez son más las personas que no dudan en someter sus controversias a los tribunales.
En lo formal, la ceremonia no contó por primera vez con la presencia de parlamentarios (ver nota relacionada), y los invitados fueron el ministro y el subsecretario de Justicia, Carlos Maldonado y Jorge Frei; los integrantes del Tribunal Constitucional; el presidente del Consejo de Defensa del Estado, Carlos Mackenney; el contralor, Ramiro Mendoza; los ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago y ex supremos.
Las dos leyes
JUZGADOS DE FAMILIA
Dentro de este mes o abril el Congreso debería despachar el proyecto que mejora esta rama de la justicia, luego de ponerse de acuerdo el Ejecutivo y el Poder Judicial en aumentar a 95 el número de jueces y en 600 los funcionarios de dichos tribunales. La falta de dotación en los juzgados de familia quedó en evidencia desde el minuto de su puesta en marcha, en octubre de 2005, ya que todas las estimaciones sobre ingreso de causas quedaron superadas por la gran demanda de público.
JUSTICIA LABORAL
Una reforma constitucional y una indicación al proyecto que mejora el funcionamiento de los nuevos juzgados del trabajo, aprobadas en enero pasado, hará posible que el 31 de marzo parta gradualmente, en las regiones de Atacama y Magallanes, la nueva justicia laboral. Esta reforma incorpora la figura del "defensor laboral", cargo para el cual ya fueron seleccionados 12 abogados.
Justicia echó de menos reconocimiento a logros Ministro destacó el aumento de jueces y recursos para justicia de familia y laboral.
Si bien el ministro de Justicia, Carlos Maldonado, reaccionó en forma muy diplomática al discurso que dejó preparado Urbano Marín, antes de internarse en la clínica Santa María, al señalar que "yo no escuché críticas a la gestión de este ministro ni al Gobierno", lo cierto es que en la cartera estimaron un tanto desequilibrado el contenido del texto, al centrarse en las falencias y no reconocer el importante incremento de recursos que el Ejecutivo ha destinado para fortalecer los tribunales de familia ni para la correcta entrada en vigencia gradual de la nueva judicatura laboral.
De allí que al término de la ceremonia el secretario de Estado resaltó que en la demora en la tramitación del proyecto que mejora los tribunales de familia influyó la gran diferencia entre el aumento de jueces que planteaba el Gobierno, 31, y los que pedía la Corte Suprema, 254. Finalmente se llegó a una cifra de 95 magistrados, con lo cual el proyecto está en su última fase de aprobación.
En el caso de la justicia laboral, para Maldonado fue clave el aumento significativo en el número de jueces y funcionarios, como aprobar en el Congreso su aplicación gradual, y si bien reconoció que hay diferencias con la Corporación Administrativa del Poder Judicial sobre los recursos necesarios para su implementación, se mostró ayer dispuesto a estudiar los antecedentes planteados y analizarlos en un contexto técnico, y ahí resolver.
Estable está Urbano Marín
El presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín (72), se encuentra con buen ánimo y estable en la Clínica Santa María, donde ya lleva internado 9 días.
El magistrado podría ser operado esta semana del corazón, por una arteria que tiene tapada, aunque aún no hay fecha.
Todo dependerá de cómo evolucione este fin de semana por el principio de neumonía que lo aqueja desde hace semanas. Ésta ha sido una de las razones que han retrasado la intervención quirúrgica. Marín, además, padece diabetes.
Juez Cerda, el gran ausente
El único ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago que no asistió ayer fue el ministro Carlos Cerda. Su puesto se mantuvo vacío durante toda la ceremonia.
El magistrado integró hasta el viernes la Segunda Sala de verano del tribunal de alzada, y hasta ayer no se sabían los motivos de su ausencia.
Cerda fue amonestado privadamente por la Suprema, por las declaraciones que dio a "El Mercurio" en EE.UU. -cuando fue a recibir un premio-, donde afirmó que a algunas salas del máximo tribunal, a excepción de la penal, "todavía les falta mucho".
"Por independencia" no invitan a parlamentarios La inédita decisión la adoptó el presidente de la Suprema, Urbano Marín.
Como un golpe de independencia y como muestra del sello que quiere imponer fue leida la decisión del presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, de no invitar a ningún parlamentario a la inauguración del Año Judicial 2008.
Pese a que el vocero del máximo tribunal, el ministro Milton Juica, aseguró ayer que se los había invitado, fue el propio Marin quien sacó de la lista al presidente del Senado, Eduardo Frei; al presidente de la Cámara de Diputados, Patricio Walker, y a todos los senadores que conforman la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Su idea era que a partir de ahora, en la inauguración del año judicial haya sólo invitados ligados al ámbito judicial. Entre ellas, el ministro de Justicia, Carlos Maldonado; el fiscal nacional (s), Jorge Abott; miembros del Tribunal Constitucional; el contralor, Ramiro Mendoza, y el presidente del Consejo de Defensa del Estado (CDE), Carlos Mackenney.
El año pasado había causado molestia en miembros del Poder Judicial que la rueda de prensa posterior a la inauguración del año judicial 2007 se centrara en la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva.
Este año, además, el discurso que dejó escrito el ministro Marín -quien se encuentra internado a la espera de ser operado del corazón- estuvo centrado en las críticas a la labor legislativa, especialmente en lo que se refiere a la demora en despachar la ley que mejora el funcionamiento de los juzgados de familia, y las quejas al Ejecutivo por la insuficiencia presupuestaria para implementar la nueva justicia laboral que parte a fines de este mes en dos regiones.
Desde el Congreso, los vicepresidentes de ambas cámaras hicieron una autocrítica. "Corresponde hacer una autocrítica", manifestó el diputado Marcelo Díaz, vicepresidente de la Cámara, mientras que su par del Senado, Carlos Ominami, afirmó que comparte "la afirmación de que hay lentitud en la tramitación de las iniciativas", pero que las culpas son compartidas con el Gobierno que no pone urgencia a la tramitación de ciertos proyectos en el Parlamento.
EN CIFRAS
2. 549.711 causas ingresaron a los tribunales de primera instancia de todo el país en 2007.
16,3% fue el incremento con respecto al año anterior. Nunca antes el aumento superó los dos dígitos.
107.467 recursos recibieron las 17 Cortes de Apelaciones, de los cuales despacharon 110.620.
7.144 recursos ingresaron a la Corte Suprema, y resolvió 7.223.
8.000 funcionarios constituyen la dotación del Poder Judicial, incluidos 1.200 contratados para funciones administrativas. La planta es casi la misma del año 2006.
SEGURIDAD
OTRO PROBLEMA que destacó el discurso fue la falta de seguridad en los juzgados de garantía. El ministro Justicia respondió que Gendarmería ya destina el 15% de su personal a la custodia de tribunales.
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