Adolfo Zaldívar reconoce que para él no fue ninguna sorpresa que el Tribunal Supremo de la DC decretara su expulsión el miércoles 26. De hecho, admite que de alguna manera la buscaba. Pero siente que hasta el final la directiva que encabeza Soledad Alvear, y ese "partido transversal" que denuncia como causa de la descomposición que visuliza en el partido y en la política en general. Pero sí siente que buscaron hasta el final la forma de humillarlo: "No tuvieron ninguna delicadeza. A la 1 de la mañana uno manda a aprehender a un delincuente, no a notificar".
-Pero sabía que lo iban a echar.
-Sí, yo tuve clara conciencia, cuando leí las declaraciones de Patricio Aylwin, que ahí estaba la mano del partido transversal. Ellos no pudieron soportar que desde dentro del partido surgiera una voz que les representara la forma tan errada como se han conducido, y tenían que acallarla. No podían soportar que yo cuestionara la forma como se ha venido aplicando el modelo, la forma como la Concertación ha ido siendo presa de este partido transversal, que es una asociación ilícita política porque se superpone a los partidos, y en esta lógica donde el poder es lo único que los mantiene, con grados abiertos de corrupción, donde la directiva está coludida y varios miembros del tribunal están complicados.
-¿Quién fue el principal responsable de su expulsión?
-Aquí está la mano de Aylwin y de todo este transversalismo que viene hace mucho tiempo adueñándose del poder de forma ilegítima, y yo esperaba que el gobierno de Michelle Bachelet le pusiera fin, pero hoy la veo entregada a esto."Esto es desgarrador"
-¿No hace ningún mea culpa por la tensión a la que se arrastró al partido?
-Reconozco que no me di cuenta de la profundidad que esto tenía y sigue teniendo. Pero ellos cometieron un error mucho más grave: creen que eliminándome a mí eliminan el problema.
-¿Esa es su única responsabilidad?
-Cuando me doy cuenta de lo que se me viene, yo me defiendo con todo. La verdad estos dos últimos meses han sido estresantes para mí, porque he estado luchando con todo mi ser contra un poder muy grande. Mi defensa fue un poco desesperada... me llevó a una situación límite.
Sin aceptar otra pregunta, prosigue:
-En lo personal esto es desgarrador. Siento que se termina algo, cierro el capítulo racionalmente, si bien afectivamente hay un vínculo, pero siento también que se abre una nueva vida y un gran desafío.
-¿Año nuevo, referente nuevo?
-Sí, pero por eso tengo que terminar bien esto y no voy a iniciar acciones judiciales. Mi equipo jurídico trató de convencerme de hacerlo, pero lo decidí políticamente. Me tenté, porque les podía empantanar el partido y los iba a inhabilitar. Pero me podía empantanar yo también.
-¿No será que se arriesgaba a perder, porque los dos cargos por los cuales lo sancionaron no son competencia de la justicia?
-No, porque si ellos me acusan de haber cometido un delito el peso de la prueba les corresponde a ellos. Habían tres acciones judiciales distintas: un recurso de protección, un recurso ante el Tribunal Calificador de Elecciones y un recurso ante el Tribunal Constitucional. Yo les habría hecho un daño muy grande y varios no habrían podido ejercer cargos durante un tiempo.
-El 2 de enero los diputados colorines que lo apoyan anunciaron que decidirán si se van de la DC o no. A usted le conviene que se vayan a su nuevo referente...
-Yo no puedo decirles lo que tienen que hacer, si yo no acepté órdenes del partido. Pero ellos hoy no tienen nada que hacer en ese partido, porque está muerto. Lo hemos hablado entre nosotros y no los voy a apurar en lo que deben hacer, ellos verán.
-¿Le gustaría producir una emigración en masa de la DC?
-No sólo de gente del partido, sino que también mucha gente de afuera. El partido hoy día ya no atraía gente, estaba asfixiando. ¿A quién convoca esta DC, tal como está? ¡A los que quieren pega! ¡Si es una cosa que está enredada en el poder!
-¿Cómo se va a llamar su referente?
-Lo que tengo claro es que para mí la DC ya es un capítulo cerrado y me debo a lo que viene. En nombres no he pensado.
-¿No correrá el riesgo de terminar como otros referentes independientes, a los que el sistema binominal no da cabida?
-Puede ser, pero aquí hay un riesgo que vale la pena correr. De alguna manera estamos abriendo un espacio a la sociedad chilena y nuestro éxito dependerá de la medida en que recogamos o interpretemos esta gran frustración que existe.
-Para concretar esas iniciativas es clave tener presencia parlamentaria.
-Ahora voy a actuar en el Senado con más libertad, no voy a estar constreñido por majaderos que estén a cada rato diciéndome lo que tengo y no tengo que hacer... ¡estoy en el mejor de los mundos! Con los diputados que han sido cercanos a mí y han construido esto también, lo más lógico es que hagamos algo juntos.
"A Alvear no le dio el ancho"
-¿No reconoce que usted jugó un rol importante en el debilitamiento de la opción presidencial de Alvear, al dilatar su proclamación presidencial en 2005?
-Yo logré recuperar el partido, lo recibí con el 18% de los votos y lo entregué con el 22%, veníamos saliendo de un gran triunfo municipal, habíamos derrotado a la UDI y se paralizó la candidatura de Joaquín Lavín, entonces ella no puede decir que no contribuí a su candidatura, al contrario. Su opción se basó en encuestas y lo mío surgió por la forma como había conducido el partido. Me ganó, pero tuvo un problema.
-¿Cuál?
-Sus artífices dicen que estaba mejor que yo por las encuestas, pero a los 30 días se dieron cuenta que Bachelet estaba creciendo y los argumentos que usaron contra mí se les dieron vuelta. Hicimos todo lo posible para ayudarla, la mejor concentración de ella la tuvo en mi región, yo le dejé todo el partido para que la ayudara, pero lo de ella no funcionó, porque el partido transversal que ella pensó que la iba a apoyar, se dividió y Lagos apoyó a Bachelet. Y Soledad Alvear se desplomó porque no le dio el ancho, porque Bachelet se la comió, entonces se cayó de tal forma que ni siquiera le comunica al partido y dejó todo botado.
-Nuevamente Alvear encabeza las encuestas como opción presidencial del oficialismo. ¿Usted votaría por ella?
-Espero que haya aprendido la lección. Pero yo no voy a estar con nada que signifique la prolongación de la Concertación, porque como está no merece un quinto gobierno. En la forma en que ha terminado gobernando contra la gente, es peligroso que continúe.
RÉPLICAS A SUS CRÍTICOS Y CONTENDORES:
"Jorge Pizarro es senador gracias a la ley de Pinochet"
-Según el diputado Pablo Lorenzini, nadie importante del partido lo seguirá fuera de la DC, y su carrera política se acaba en 2009.
-La verdad es que él representa tan poco, que preocuparme de Lorenzini es perder el tiempo. Él se acercó a mí, después se alejó y me tiene sin cuidado. La opinión de Lorenzini vale... para mí no vale- se corrige.
-El senador Jorge Pizarro dijo que su ambición siempre ha sido ser Presidente, pero no se imaginaba con qué respaldo contaba para ello.
-Una de las cosas buenas (de mi expulsión) es que ya no tendré que preocuparme de lo que Jorge Pizarro va a decir.
-Dijo también que a usted no le importaba usar la ley de partidos políticos dictada por Pinochet para defenderse.
-El problema es que ese senador no se da cuenta de que lo es gracias a la ley de Pinochet. Entonces, cuando no entiende una cosa tan elemental...
-¿Derechamente, será candidato presidencial? Y no diga que no tiene nada descartado.
-Yo no descarto nada a futuro... pero aquí hay que lograr que esto florezca. Hay que ver quién es la persona más adecuada para representar esto.
-¿De qué dependerá su decisión, de si le conviene más repostularse como senador o si corre el riesgo de perder?
-Eso no me quita el sueño.
-Si pierde su cupo no podrá liderar ese referente.
-No necesito estar en un cargo parlamentario para hacerlo. Obviamente que ayuda y es importante tenerlo, pero esa preocupación la tendré más adelante. El otro día me mostraron una encuesta en la región donde salgo muy bien.
-Se dice que el diputado PPD René Alinco le ganaría la senatorial.
-Tuvo una buena votación como candidato a diputado hace dos años, pero en este tiempo ha cambiado mucho la cosa.
-En la última parlamentaria, el candidato a diputado por Aisén que usted apoyaba perdió frente a Alinco...
-Bueno, pero no necesariamente porque yo lo apoye o no va a ganar. La concejala más votada allá es una persona muy cercana a mí y hoy puede aspirar al cargo que ella quiera.
-¿No ha pensado cambiarse de circunscripción?
-No, yo estoy muy honrado de haber estado en Aisén. En los dos años que me quedan voy a tratar de sacar cosas importantes para la región y créame que no ando preocupado de eso. Pero siento que frente a una opción senatorial en Aisén nunca había estado mejor que ahora.
DEFINICIONES:
"Bachelet se farreó una grean posibilidad"
MICHELLE BACHELET: Más que dolido, estoy decepcionado, porque frustró una posibilidad de cambio. Bachelet es prisionera hoy día de los mismos que han llevado a este grado de descomposición. Se farreó una gran posibilidad.
SOLEDAD ALVEAR: No tengo nada personal contra ella, yo he defendido una posición política y lamento que haya tenido ese problema, que no sé cuán grave fue. Llamé para saber cómo estaba, pero más allá de eso comprenderá que no me corresponde... ojalá que se restablezca bien.
CORRECCIÓN DEL MODELO: Lo que realmente me preocupa es no haber logrado convencer a todos de la necesidad de corregir la forma como se ha venido aplicando el modelo. Fíjese que he convencido más gente afuera, la Iglesia ha vuelto a hablar con claridad y siento su respaldo.
BANCADA INDEPENDIENTE: Respeto mucho a Carlos Cantero en todo lo que él representa en la tolerancia y libertad que tiene. Carlos Bianchi representa una cosa regionalista muy fuerte, tiene el mérito de haber derrotado el sistema binominal. Fernando Flores es realmente un acierto, un aporte. Habla poco, pero cuando lo hace es muy escuchado, Es muy reflexivo.
ACERCAMIENTOS A LA ALIANZA: No pasé a darle la mayoría a la derecha en el Senado. Lo que cambió es la mayoría: la Concertación la perdió, pero la Alianza tampoco la ganó.
DEMOCRACIA CRISTIANA: Aunque ya no es problema mío, la veo claramente en un proceso de descomposición, que será más lento o acelerado dependiendo de quiénes la conducen.
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