Oskar Lafontaine (ex socialdemócrata) y Lothar Bisky (poscomunista), la cúpula bicéfala de "Die Linke" ("La Izquierda") como se denomina la nueva formación política, reafirmaron hoy en el congreso de fundación del partido su papel como fuerza política "a la izquierda de la socialdemocracia".
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Oskar Lafontaine (izq.) y Lothar Bisky: a la izquierda de la socialdemocraciaLafontaine arrancó ovaciones a los delegados con un arrebatado discurso en Berlín. Lothar Bisky advirtió a los miembros de ambas ex agrupaciones políticas ahora disueltas de estrechar filas en el nuevo partido. El jefe del grupo parlamentario de izquierda conformado hasta ahora por ambas agrupaciones, formado ya a fines de 2005, Gregor Gysi, ve en la fusión de la izquierda la culminación del proceso de unificación alemana.
Efectivamente, los poscomunistas no habían hasta ahora logrado hacer pie en el oeste, en la ex Alemania Occidental, mientras que en el este (la ex Alemania Oriental), constituyen una considerable fuerza política.
Muy disímil pasado
Por su parte, el WASG (Alternativa Electoral para el Trabajo y la Justicia Social), la agrupación de Lafontaine, que fue ministro federal de Finanzas, ministro presidente del Estado del Sarre, presidente del SPD y candidato socialdemócrata a la jefatura de Gobierno en Alemania en 1990, tiene sus baluartes políticos en el oste, pero carece de peso alguno en el este.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Gregor Gysi: "culminación del proceso de unificación alemana"Con la creación del nuevo partido de disidentes socialdemócratas y poscomunistas, sus líderes aspiran a ganar importancia en todo el país. El nuevo partido, fruto de la unión de dos fuerzas de pasado tan disímil, reclama para sí la "renovación de la democracia" y reivindica ser el verdadero defensor del "Estado social".
Con unos 72.000 afiliados, el nuevo partido tiene un considerable potencial, autodefiniéndose como "tercera fuerza política" en Alemania. De acuerdo con una encuesta del instituto de sondeos Forsa, "La Izquierda" podría recibir hasta un 24 % de los votos en elecciones nacionales. Tal fue el porcentaje de personajes que dijo poder "imaginarse ese voto".
¿Reposicionamiento de las fuerzas políticas?
En el este de Alemania, un 44 % de la población puede imaginarse votar por el nuevo partido en elecciones parlamentarias federales. En el oeste de Alemania, la disposición básica a votar por el nuevo partido es bastante menor, llegando sólo al 19 %.
En un principio el tándem formado por Bisky y Lafontaine fue elegido por un año. En "La Izquierda" se parte de que el periodo de transición y consolidación del partido llevará unos tres años.
En una primera reacción, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, llamó a no subestimar a la nueva fuerza política.
Claudia Roth, prominente representante de Los Verdes, dijo que "La Izquierda" carece de concepciones claras, sobre todo en lo que se refiere a la política de paz y la protección del clima.
La mayoría de los alemanes (64 por ciento) considera que la creación de este nuevo partido no supondrá ningún peligro para el Partido Socialdemócrata alemán (SPD), según "Deutschlandtrend", el instituto de sondeos de opinión de la cadena de televisión pública alemana ARD.
El 31 por ciento de los encuestados, en cambio, sí considera este partido un desafío para los socialdemócratas.