DIFERENCIAS ENTRE LOS "LARRAÍNES" POR EVENTUAL MODIFICACIÓN DEL BINOMINALISMO
Gremialismo se irrita con RN por cita con Viera-Gallo sobre reforma electoral
El presidente de la UDI, Hernán Larraín, subrayó ayer que su partido trabaja por solucionar "los problemas concretos" de la gente y deslizó que RN se aboca a "los problemas de poder", comentario que no cayó bien en Renovación. Carlos Larraín refutó que hablar sobre los conflictos democráticos "es tan real como estar en otros frentes".
El presidente de RN, Carlos Larraín, volvió ayer a La Moneda después de varias semanas para reunirse con el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo. A Hernán Larraín no le gustó
La Nación |
Ivonne Toro
Aunque aclaró que "la unidad de la Alianza está intacta, porque está por sobre asuntos menores", el presidente de la UDI, Hernán Larraín, cuestionó con dureza la reunión que ayer sostuvo su homólogo de RN, Carlos Larraín, con el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, para tratar el hipotético ajuste del sistema binominal.
En una visita en terreno en la comuna de La Reina, el senador afirmó que su colectividad no está preocupada "de los problemas de poder", sino de asuntos más relevantes, como la situación de personas que han sido víctimas de la delincuencia. "La ciudadanía se expresa en las elecciones y lo ha hecho razonablemente bien y no estamos preocupados de ese tema (el modelo electoral)", indicó.
"A nosotros nos preocupan los problemas sustanciales de la gente. Tenemos que interpretar el sentimiento ciudadano y el sentimiento ciudadano está aquí, está en los vecinos asaltados, en los comerciantes que no pueden mantener su tranquilidad", dijo Larraín.
Pero el senador no se quedó en este cuestionamiento y enfatizó que cada partido "define su prioridad", y que en el caso del gremialismo, no hay espacio para dudas: "Nosotros tenemos claro dónde estamos".
REFUTACIÓN
El dirigente de RN refutó a su par de la UDI. A pesar de que evitó azuzar una polémica con el legislador gremialista, el concejal por Las Condes afirmó que "los problemas que afectan a la gente se agravan en la medida que hay gobiernos interventores, con grupos que se consideran víctimas del sistema y que no quieren contribuir por eso a la sociedad".
Explicó que, por lo tanto, dialogar respecto del régimen electoral también es esencial. "Es tan real como estar en otros frentes. Hay distintas formas de abordar los problemas concretos de la gente", destacó Carlos Larraín.
El intercambio verbal da cuenta una vez más de las diferencias que hay en la derecha acerca de lo que debe hacer el sector frente a la reforma política emblemática pendiente de la administración bacheletista, porque en esta encrucijada la UDI está por no ceder en nada y ni siquiera tratar la materia, mientras Renovación busca cumplir la promesa hecha en campaña por su presidenciable Sebastián Piñera; es decir, prima la noción de aparecer públicamente dispuestos a un acuerdo, aunque en la práctica RN entrega muy, muy poco
Sólo dos
De hecho, en la cumbre con Viera-Gallo en La Moneda la oferta que entregó RN para avanzar fue bastante moderada, al punto que el pliego arriesga ser rechazado a priori por el PC y la Concertación, que ya consideraban inaceptables las condiciones originales que planteó la tienda de Antonio Varas.
Así, si bien fuentes de palacio aseguran que hubo un ambientes distendido en la cita -el ministro y Larraín se conocen desde hace décadas porque fueron compañeros de colegio, por lo que hay buen trato entre ambos-, y que incluso hubo "bastante consenso en el fondo, acerca de que hay que mejorar el sistema electoral chileno, terminar con la exclusión y dar garantías de no intervención", en lo concreto la propuesta del partido opositor no satisfizo a Viera-Gallo.
La razón es bastante lógica. El oficialismo aspira a 20 cupos extras en la cámara baja con una barrera de entrada del 5% por pacto y en la sesión de ayer la colectividad piñerista redujo el espacio de acción. Antes postulaba diez escaños adicionales a repartir entre los grupos marginados del Congreso y los partidos sistémicos con un umbral de ingreso del 7% por conglomerado. Hoy la promesa es aún más modesta. "Mientras más aumentan los cupos, más aumenta la resistencia a aprobar el modelo, porque nosotros exigimos que esto sea dentro del actual presupuesto, por eso hablamos ahora de dos cupos compensatorios para los excluidos", explicó el concejal Larraín.
Agregó que estos asientos en la cámara baja serán exclusivos para "los partidos que alcancen el 7%" y que no tengan representación parlamentaria. Si se proyectan los resultados de las parlamentarias de 2005, donde el PC obtuvo el 5,1% de las preferencias, los nuevos escaños que en el imaginario de RN podrían instalarse en el Congreso serían nominales, porque estarían en verdad vacíos. LN
Rodrigo González Fernández
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