Al menos dos intervenciones sorprendieron ayer a quienes participaban en La Moneda del cónclave fijado por el oficialismo para definir la hoja de ruta para el 2015.
Según quienes estuvieron presentes, los presidentes del PC, Guillermo Teillier, y del PPD, Jaime Quintana, plantearon los inconvenientes que supondría para la agenda del sector avanzar durante los próximos meses en una de las principales promesas de campaña de Michelle Bachelet: elaborar una nueva Constitución.
En esa línea, se manifestaron partidarios de aplazar ese tema para fines de 2015 o, derechamente, para el 2016. Esto, dicen en la Nueva Mayoría, considerando la recarga de proyectos que deberá sacar adelante el oficialismo en el próximo período legislativo.
Si bien en la cita se reafirmó la necesidad de cumplir con la meta de elaborar una nueva Constitución durante el actual gobierno, en el sector admiten las dificultades y sostienen que si bien este proceso podría iniciarse el próximo año, su concreción podría materializarla quien suceda a Bachelet en La Moneda. Así, esperan que se logre, por lo menos, un avance en delinear el trabajo y en definir el mecanismo que se utilizará. El tema lo había exteriorizado el día anterior el líder del MAS, Alejandro Navarro. Pese a ser uno de los principales impulsores de una nueva Constitución, el senador había dicho que este tema "no va a tener espacio político ni electoral para su desarrollo".
Pese a ello, a la salida del cónclave Peñailillo explicó los alcances del encuentro -mencionando las prioridades en educación, salud y seguridad- y comunicó que será en 2015 cuando se inicie este proceso.
En una puesta en escena donde estuvo flanqueado por sus compañeros de gabinete y por los dirigentes oficialistas -mientras el titular de Educación, Nicolás Eyzaguirre, se paraba un par de metros más atrás que el resto- manifestó que "durante el próximo año daremos inicio al proceso democrático, participativo e institucional que nos permita formular una nueva Constitución".
Fuentes de La Moneda sostienen que marzo será el mes en que el gobierno oficializará la fórmula que se utilizará, junto con un cronograma detallado de las etapas que se contemplan.
Si bien en un principio el cambio estaba considerado para este año, la propia Mandataria señaló hace varios meses que había tomado la decisión de postergarlo para el 2015, definiendo, sin embargo, antes de fin de 2014 el mecanismo que se utilizará. Semanas después, no obstante, la jefa de Estado manifestó en al menos dos ocasiones, que en su mandato se va a "avanzar" hacia una nueva Constitución, lo que fue leído en varios sectores como un intento por bajar las expectativas.
En ese sentido, en el oficialismo se mantiene la cautela sobre el real avance que se logrará durante el actual gobierno.
Nueva agenda
En el encuentro también participó el resto de los secretarios de Estado del comité político, además de los titulares de Justicia, José Antonio Gómez, y del Sernam, Claudia Pascual, los timoneles y jefes de bancada de la Nueva Mayoría y los presidentes de la Cámara y el Senado.
Los asistentes dicen que el titular de Hacienda, Alberto Arenas, realizó una exposición centrada en recalcar la necesidad de "recuperar las confianzas" en el sector económico. Y advirtió de un crecimiento cercano a 2,8% para el 2015, menor -explicó en el encuentro- a lo esperado por el gobierno.
En este contexto, tanto Arenas como sus pares del gabinete insistieron en la cita en la importancia de concentrar esfuerzos en la recuperación económica, tema que -dicen en La Moneda- captará gran parte del trabajo que desarrollará el Ejecutivo a partir de las próximas semanas. De hecho, Arenas, tras encabezar hoy una reunión con los ministros del área económica, anunciaría, según se dijo en Palacio, algunas medidas en esta línea.
En este marco, los secretarios de Estado delinearon en el cónclave una serie de prioridades con impacto inmediato en la ciudadanía, como transportes y seguridad pública. Aquí también se incluye la Ley de control de armas e innovaciones en el plan Estadio Seguro. Y es que en el sector está instalado un crítico diagnóstico sobre cómo percibe la gente las reformas estructurales que impulsa Bachelet, temas programáticos que -explican en el oficialismo- no tendrían un impacto concreto en la vida cotidiana de las personas. En este sentido, el líder del PS, Osvaldo Andrade, destactó al finalizar el encuentro que se logró combinar el cumplimiento del programa con privilegiar medidas de corte ciudadano.
Tensiones en el sector
Según quienes asistieron, Peñailillo fue quien inició la reunión, apuntando a los fuertes enfrentamientos que han protagonizado las colectividades oficialistas en las últimas semanas.
Así, pidió "evitar autogoles", diagnóstico que fue replicado por los otros ministros, quienes plantearon que se debía terminar con "descalificaciones" y con "transformar cosas menores en peleas y triunfos en derrotas".
En este punto de la reunión también hubo una autocrítica de los partidos de la Nueva Mayoría por las tensiones de las últimas semanas y por hechos como la votación del proyecto de fin al lucro, copago y selección en la Cámara, donde se terminó rechazando la indicación del gobierno que permitía arriendos de colegios. En todo caso, los dirigentes también apuntaron a la necesidad de mejorar la conducción y coordinación de La Moneda con las colectividades. Esto, tras un diagnóstico con serias críticas al desempeño en Educación, Salud, Transportes y Desarrollo Social.