El tenso encuentro de Bachelet y la empresa en cena de la industria
Gabinete asistió en masa como señal de alineamiento con la Presidenta.
por: Luis Mendoza
jueves, 06 de noviembre de 2014
Foto CLAUDIO CORTÉS
Una serie de señales y visiones contrapuestas, tanto a nivel político como económico, se palparon anoche en la Cena Anual de la Industria. Encuentro que junto con reunir a una variada gama de empresarios y ejecutivos, congregó inusualmente a una masiva concurrencia de actores políticos, entre ministros de Estado, dirigentes, senadores y diputados.
De hecho, la propia Presidenta Bachelet marcó la diferencia respecto de las cenas anteriores de la Sofofa, asistiendo al evento con 11 de sus ministros y un número importante de subsecretarios. Todo ello en medio de un férreo dispositivo de seguridad, que incluyó al menos a 20 escoltas más los dispositivos uniformados de Carabineros.
Y si bien al encuentro concurrieron unos 1.200 invitados, no existió la efervescencia de otros años, cuando se veían más representados los grupos empresariales más importantes. En esta oportunidad, llegaron Roberto Angelini (Empresas Copec), Horst Paulmann (Cencosud) y José Said (Parque Arauco), entre lo más destacados. Sin embargo, se echó de menos la presencia de los Luksic, solo representados por Pablo Granifo del Banco de Chile, o de la familia Matte, por quien estuvo Gonzalo García.
La noche, sin embargo, parecía estar marcada por el desánimo respecto a la economía y las dudas del empresariado sobre si se llegó o no al famoso punto de inflexión planteado por el gobierno o si la desaceleración aún puede llegar más allá.
De hecho, un empresario aseguró que los efectos de una mayor desaceleración, como el alza en el desempleo y la inflación, se verán en el primer semestre del 2015, cuando los directorios de las grandes empresas comiencen a ejecutar los presupuestos que están definiendo en estos días.
Pero lo cierto es que en la cita de anoche nadie anunció o habló de grandes negocios o proyectos y, de hecho, varias de las conversaciones giraron en torno a los diversos cambios normativos que hay en curso.
La tensión en los discursos
En el cóctel previo a la cena -que se extendió por casi dos horas y se desarrolló al exterior de Espacio Riesco-, se pudo observar a gran parte de los ministros de Bachelet departiendo distendidamente con varios empresarios y ejecutivos.
Aunque el panorama cambió al momento de ingresar al gran salón. Si bien todo marchó en un ambiente de cortesía, durante la presentación de las autoridades, los aplausos fueron breves y fríos. De hecho, se agotaron en la presentación de los diputados, y el propio presentador debió insistir en que los invitados "podían seguir aplaudiendo".
La tensión se hizo más patente durante el extenso discurso del anfitrión, el presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, quien llamó la atención sobre el proceso de reformas que impulsa el gobierno y que ha generado un supuesto "clima antiempresarial" y sobre los riesgos de conflictividad que podría generar la reforma laboral, una presentación interrumpida en dos ocasiones por los aplausos de los invitados.
Luego, vino el discurso de la Mandataria, quien defendió la agenda de reformas del gobierno y en especial la laboral.
En ese contexto, la mandataria hizo un llamado a cuidar tanto la economía como la democracia.
Un encuentro que pareció no limar las asperezas dejadas entre el Ejecutivo y los empresarios por la reforma tributaria y en donde el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, fue opacado por la presencia de la Presidenta.
Conjunto de señales que, parecen indicar que la mesa público privada que tanto el gobierno como los privados han llamado a conformar, parece estar aún dominada por las desconfianzas existentes entre ambos sectores.
Máximo Pacheco: "Clima de incertidumbre es relativo"
Tras la promulgación de la ley que fortalece el Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Mepco), el ministro de Energía, Máximo Pacheco, se refirió a las declaraciones conocidas en la cena anual de la Sofofa, donde se sostuvo que las reformas impulsadas por el gobierno estaban generando un clima de incertidumbre en el país.
"Ese clima de incertidumbre es relativo. A nosotros, en Energía, nos llama la atención que una empresa española esté dispuesta a invertir US$3.300 millones en Chile", aludiendo a la operación de Gas Fenosa y CGE, y agregó que hechos como este representan "una señal muy clara de los inversionistas".
Y aclaró que, independiente del contexto en que se esté inmerso, los empresarios deben tener claro que "en el mundo empresarial siempre hay riesgos".