La cordillera de los Andes se formó hace 120 millones de años pero, en términos geológicos, este gigante de América del Sur es más como un adolescente que atraviesa problemas de crecimiento.
Algunas áreas de los Andes están perdiendo altura.
Eso es lo que sugiere un nuevo estudio de investigadores argentinos, que muestra que la mayor cadena montañosa del continente americano no está tan quieta como parece.
Según los geólogos Andrés Folguera y Víctor Ramos, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), algunas áreas de la cordillera están perdiendo altura.
"Descubrimos que partes de los Andes están experimentando un ciclo de colapso que comenzó hace unos 6 millones de años", le dijo a BBC Mundo Folguera, cuyo trabajo fue publicado en la revista Tectonophysics.
Según el experto, ese descenso ocurrió en las provincias argentinas de Mendoza y Neuquén. Sin embargo, en otras zonas la cadena está ascendiendo, como ocurre en la zona de San Juan.
"Los Andes están vivos", señaló el investigador, quien explicó que -a diferencia de la mayoría de las cadenas montañosas del mundo, que tienen una antigüedad mucho mayor- esta cordillera que bordea el océano Pacífico a lo largo de unos 7.500 kilómetros, sigue siendo "activa".
¿Por qué cambia?
La principal causa que explica el crecimiento o el descenso de las montañas está bajo tierra, y tiene que ver con una particularidad geológica: el ángulo al que se introduce el fondo del océano por debajo de la placa continental.
El estudio de Folguera fue publicado en la revista Tectonophysics.
Este proceso, conocido como subducción, determina que la cordillera se levante cuando el ángulo de introducción es más horizontal, y se hunda cuando el ángulo es más empinado.
"Los Andes se formaron porque el fondo del océano Pacífico se introduce bajo el continente sudamericano con un ángulo aproximado de 30 grados de promedio", le explicó Folguera a BBC Mundo.
"Hay algunos lugares donde el fondo del océano se introduce en forma horizontal, y allí la fricción es muy grande. Esos son segmentos donde la cordillera se hace particularmente alta, como en el caso del Aconcagua o la Cordillera Blanca del Perú", señaló.
Según el experto, cuando esas zonas de penetración horizontal vuelven a ser inclinadas -un proceso que ocurre cada 5 a 10 millones de años- la cordillera que estaba sustentada allí se "derrumba".
Teorías
Ahora bien, ¿por qué ocurren estos cambios en el proceso de subducción?
Eso, según afirma Folguera, es motivo de discusión.
Lo que se sabe es que hace unos seis millones de años, eso fue lo que ocurrió en partes de la cordillera argentina, en un proceso que aún continúa.
¿Significa eso que parte de los Andes podrían desaparecer?
"En teoría, sí", afirmó el geólogo. "Antes de los Andes hubo numerosas cadenas a lo largo del borde sudamericano y muchas de esas cadenas sufrieron ciclos de colapso", agregó.
A veces esos hundimientos dieron paso al mar. Según Folguera fue así como se formó hace 26 millones de años el Pasaje de Drake, el tramo de agua que separa al continente americano de la Antártida.
¿Mega Aconcagua?
En teoría, el proceso reverso podría generar montañas más grandes que el Aconcagua, el punto más alto de América.
Sin embargo Folguera explicó que el proceso de gravedad hace improbable que se formen montañas que superen los 8 kilómetros, considerado un "tamaño crítico".
Pase lo que pase, no somos nosotros, ni nuestros descendientes, ni los descendientes de nuestros descendientes los que viviremos para verlo.
"Los cambios se verán en unos 20 o 30 millones de años, cuando el hombre haya evolucionado a alguna otra especie animal", afirmó con una cuota de humor el científico.