MADRID.- El expresidente de Telefónica y presidente del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), César Alierta, ha convocado para este miércoles una reunión de esta asociación, compuesta por 15 grandes compañías y el Instituto de Empresa Familiar (IEF), para debatir la conveniencia de su disolución, según han confirmado fuentes empresariales.
Alierta ha decidido convocar este cónclave después de que varias de las empresas que lo componen solicitaran abrir un proceso de análisis para determinar si convenía replantearse el papel de este lobby constituido por las grandes empresas españolas en el actual escenario económico, político y social español.
El diario El Mundo, que ha adelantado este martes la noticia, ha indicado que el CEC ha intentado reunirse en vano en las últimas ocho ocasiones, y que la falta de consenso para relevar a Alierta, cuyo mandato vence el próximo mes de febrero, también ha podido influir en su posible clausura.
El CEC, cuyas empresas suman una facturación conjunta equivalente al 35% del PIB español, se constituyó en febrero de 2011, en plena crisis, como un think tank para aportar propuestas que mejoraran la competitividad, ayudaran a la recuperación económica y fortalecieran la confianza internacional en España.
La organización lleva más de un año sin llevar a cabo ninguna iniciativa estratégica, y las escasas reuniones celebradas en 2016, como la que tuvo lugar en julio, han sido de carácter técnico -aprobación de presupuestos- y no han tenido la influencia ni el calado de las que celebró en sus primeros años de existencia y a las que solían asistir como invitados miembros del Gobierno o incluso el anterior jefe del Estado.
Por ello, algunas empresas que forman parte del CEC sugirieron a mediados del pasado año la conveniencia de abrir un proceso que permitiera determinar si tenía sentido refundar, reinventar o bien disolver la organización, según las mismas fuentes.
La existencia de un grupo de inteligencia respaldado por los servicios de estudios de las principales corporaciones y multinacionales españolas cobró especial sentido en los años más duros de la crisis, cuando la confianza en la economía española se resquebrajaba.
En ese momento, los primeros ejecutivos de estas empresas, encabezadas por el entonces presidente de Telefónica, César Alierta, decidieron dar un paso al frente y constituir el CEC para defender las fortalezas del país, las ventajas de invertir en España e intentar revertir las opiniones pesimistas de analistas económicos y agencias de calificación.
Este empeño llevó a los primeros espadas de las mayores compañías españolas a visitar en persona entre 2012 y 2013, cuando la prima de riesgo se situaba en niveles desorbitados, las principales plazas financieras internacionales para dejar claro que España no era el "enfermo de Europa" ni el país que iba a romper el euro, sino que tenía condiciones para convertirse en el alumno más aventajado de los países que integran la zona.
Ahora, con la recuperación en marcha, la economía creciendo más del 3% los dos últimos años y creando más de medio millón de empleos al año, parte de los cometidos del CEC se ha desvanecido. La situación de "impasse" político vivida por el país, con un año sin Gobierno, llevó a la organización a pasar a segundo plano a la espera de que se constituyera un nuevo Ejecutivo, una de las razones que explicarían la desconvocatoria sistemática de las reuniones programadas.
En el ánimo de sus máximos responsables pesó la conveniencia de respetar los tiempos de los políticos y evitar que cualquier iniciativa a implementar pudiera ser malinterpretada. Por eso, decidieron guardan un discreto silencio durante el último año.
En este compás de espera, Alierta aceptó continuar al frente del CEC hasta el próximo mes de febrero, cuando concluirá su tercer mandato consecutivo al frente del CEC, que no ha tenido que votar un relevo en su presidencia desde su creación en febrero de 2011, cuando el directivo accedió al cargo, pese a que inicialmente se planteó que la presidencia fuera rotatoria.
Las compañías que componen el Consejo Empresarial dan empleo a más de 1,7 millones de trabajadores y representan una facturación equivalente al 35% del PIB español.
Además de Alierta, actualmente los intregrantes de su Consejo son su sucesor en la presidencia de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, Isak Andic (Mango), Ana Botín (Banco Santander), Antonio Brufau (Repsol), José Manuel Entrecanales (Acciona), Isidro Fainé (La Caixa), Dimas Gimeno (El Corte Inglés), Francisco González (BBVA), Antonio Huertas (Mapfre), Pablo Isla (Inditex), José Creuheras (Grupo Planeta), Florentino Pérez (ACS), Rafael del Pino (Ferrovial), Juan Roig (Mercadona) e Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola).
Asimismo, representando al IEF se encuentran Simón Pedro Barceló (Grupo Barceló), Javier Moll (Editorial Prensa Ibérica) e Ignacio Osborne (Osborne y Cía). El director de la organización es Fernando Casado.