El campo argentino se concentra
Cada vez hay menos productores rurales en Argentina. Eso confirman los datos preliminares del último censo agropecuario, el sondeo que cada diez años ofrece una radiografía del campo argentino.
Según lo recopilado hasta ahora por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el país hay en la actualidad 276.581 productores agrarios, casi 57.000 menos de los que había en el último censo.
A pesar de que se trata de un relevamiento que aún no ha finalizado, y que ha sufrido muchas irregularidades debido a la hostilidad que existe entre el campo y el gobierno argentino, los datos confirman una tendencia que se ha mantenido a lo largo de las últimas tres décadas.
De hecho, la cantidad de explotaciones agropecuarias estimadas hoy en día representan casi la mitad de las que existieron en 1952, cuando se contabilizaron unos 540.000 productores.
La mayoría de los que desaparecieron eran pequeños y medianos productores, quienes históricamente representaban a la mayoría de los hombres de campo en Argentina.
Según Diego Palacios, del Centro de Investigación de Agricultura Familiar del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), muchos de esos productores decidieron pasar del mercado agropecuario al de bienes raíces, y viven de arrendar sus tierras a grandes empresas agropecuarias, que hoy concentran el negocio del campo.
Sojización
Palacios le dijo a BBC Mundo que la caída en el número de productores rurales se dio de forma inversamente proporcional a la expansión del cultivo de soja.
Cuando la oleaginosa se introdujo en el país en 1969 había 516.000 productores. Esa cifra fue bajando con el correr de los años, reduciéndose a 480.000 en 1974, y 440.000 en 1988, hasta caer a los 333.500 en el último censo de 2002.
Al mismo tiempo, la producción de soja fue creciendo, hasta alcanzar los 20 millones de hectáreas, dos tercios de toda la superficie sembrada de Argentina.
Según Palacios, la desaparición de los productores más chicos y la concentración del negocio sojero en pocas manos se dio debido a una serie de factores.
"Por un lado, se debe a que la soja requiere mucha más maquinaria y menos mano de obra que otros cultivos", afirmó el experto.
"Pero además, el encarecimiento del precio de la tierra, que casi triplicó su valor en los últimos diez años debido alto precio de venta de la soja, también significó que para muchos pasó a ser más redituable alquilar su tierra", señaló.
Mal momento
El experto en temas rurales Carlos Soler también menciona otros motivos que en los últimos años pudieron haber disuadido a muchos pequeños y medianos productores agrarios.
"Argentina está viviendo su peor sequía de los últimos 70 años, y eso, sumado al desgaste por el conflicto con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, le ha pegado de manera brutal a muchos productores", le dijo a BBC Mundo.
El enfrentamiento entre el gobierno y el sector rural, que comenzó en marzo de 2008 tras la decisión de las autoridades de aumentar los aranceles sobre la exportación de soja y otros cereales, aún permanece irresuelto.
La iniciativa de la mandataria de dar categoría de Ministerio a la ex Secretaría de Agricultura, y de nombrar a un hombre que tiene lazos con el campo -el diputado Julián Domínguez- como nuevo ministro, no ha logrado aún destrabar la tensión.
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Saludos
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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