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martes, noviembre 05, 2013

CLOUDCOMPUTING

La nube ¿Una nueva revolución?

Es la nueva gran tendencia en la web. Permite que un usuario tenga sus archivos disponibles en todas partes y en cualquier dispositivo con conexión a internet. Voces a favor y en contra de una tecnología que se balancea entre la libertad de movimiento y los riesgos para la privacidad.

Internet parece ser una fábrica inagotable de términos especialmente diseñados para confundirnos. Son tendencias dentro del mundo web que, de la noche a la mañana, vuelven muy populares enigmáticas palabras como blog, emoticon, hashtag, avatar o tuit. Durante los últimos meses, la “computación en la nube” −del inglés, cloud computing− se ha convertido en la nueva vedette de la red de redes.
Sin embargo, los especialistas aún no se ponen de acuerdo: algunos afirman que la nube va a revolucionar el modo en que utilizamos internet; hay otros que creen que es una de las peores cosas que pasaron; y, un tercer grupo, dice que se trata de una moda pasajera que pronto se archivará en el cajón de las cosas que quisieron ser y no fueron. El resto de la gente –la gran mayoría de las personas– simplemente no tiene idea de qué están hablando.

VIVIR EN LAS NUBES
En pocas y sencillas palabras, la computación en la nube permite que cualquier tipo de información −fotos, agendas telefónicas, calendarios− sea accesible desde cualquier dispositivo, ya sea una notebook, un smartphone o una tableta. Esto es algo muy importante teniendo en cuenta la multiplicidad de aparatos que permiten hoy acceder a internet.
En otras palabras, le permite a un usuario crear un archivo, subirlo en un servidor y acceder a él desde cualquier ubicación del planeta, siempre y cuando tenga acceso a internet. Pero además, el almacenamiento online de archivos permite que siempre se encuentre sincronizado, actualizado y disponible para su visualización y modificación desde cualquier dispositivo.
Para los defensores de esta nueva tecnología, la principal ventaja de subirse a la nube es la disponibilidad, porque la información está accesible todo el tiempo. Además, todo punto de acceso es igual, sea la computadora personal, la del trabajo o el teléfono: lo que sea que subamos a la nube está a un clic de distancia, porque las cosas “viajan” con el usuario.

EMPRESAS CONECTADAS
Eso en cuanto al uso general. A nivel empresarial, en cambio, sí se está dando una verdadera revolución, un cambio de paradigma similar al ocurrido durante las primeras décadas de la Revolución Industrial.
Para entender ese concepto consultamos a Martín Feldstein, director de Meriti, una empresa pionera en el país que se dedica a asesorar a empresas u organizaciones durante el proceso de entrar a la era de la computación en la nube.


Tal como explica Feldstein, cuando sucedió la Revolución Industrial, las empresas generaban su propia energía eléctrica, “hasta que surgieron las compañías especializadas en energía eléctrica y ofrecieron a las empresas alta disponibilidad, mantenimiento de infraestructura y podían cobrar menos por un mejor servicio, porque los gastos los amortizaban entre varios clientes”. Y lo mejor de todo, continúa, era que cobraban sólo por lo que el cliente consumía.


En el campo de la informática, la estructura cliente/servidor fue un gran cambio porque le dio a las empresas la posibilidad de tener su propia computación personal. Pero, al mismo tiempo, las metió en el problema de tener que administrar su sistema informático aunque no se tratase del negocio específico de esa compañía.


“Hoy, con la nube pasa algo similar −continúa Feldstein−, tenés empresas como Google que te da mails corporativos, servicio de chat, carpetas compartidas... Y no sólo eso, sino que es más barato porque hay millones de clientes con lo cual se paga una porción de los costos”. Y, como cobran por la cantidad de usuarios que uno requiera, si se trata de una pequeña empresa se paga menos. “Esto es darle la posibilidad sobre todo a la pequeña y mediana empresa y al profesional de tener una funcionalidad igual o incluso mejor que las más grandes empresas”, concluye Feldstein.

VOCES EN CONTRA
Sin embargo, así como hay quienes defienden la computación en la nube, están aquellos que opinan muy distinto. Las críticas más duras están relacionadas a la privacidad de la información.


La voz más conocida de la oposición es Stephen Wozniak, cofundador de Apple, quien, sin negar los beneficios de la nube, cree que lo más preocupante es el hecho de “no ser dueño” de nuestra información. “Con la nube uno no es dueño de nada. Mientras más archivos se transfieran a la nube, menos control tenemos sobre ellos”, opinó.


Algo similar dice Richard Stallman, fundador del movimiento por el Software Libre en el mundo, quien cree que la nube pone en peligro las libertades individuales de sus usuarios, porque automáticamente dejan su privacidad en manos de terceros. "La computación en nube es simplemente una trampa destinada a obligar a más gente a adquirir sistemas propietarios, bloqueados, que les costarán más y más conforme pase el tiempo.”


Esa es una crítica que Feldstein rechaza: “En cuanto a la seguridad y la privacidad, hay que considerar que por la cantidad de clientes que tienen, estos centros de datos pueden implementar las mejores prácticas y certificaciones que difícilmente una compañía pueda tener”.


Más allá de la polémica instalada, lo cierto es que la nube es algo que ya está entre nosotros. Sólo el tiempo le otorgará el lugar que merece en la historia.•

Fuente:

Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en “Responsabilidad Social Empresarial” de la ONU
Diplomado en “Gestión del Conocimiento” de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU( 
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