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miércoles, septiembre 11, 2013

¿volverá el país a ser el mismo, a crecer con la fuerza que se le supone al principal motor de la economía mundial?

Mediocre pronóstico de la economía de EEUU a medio plazo

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Mario Saavedra - Nueva York - 11/09/2013
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Hubo un tiempo en que la economía de Estados Unidos crecía alrededor del 4%. Ha ocurrido casi siempre en los últimos cincuenta años, salvo en los períodos recesivos. La pregunta ahora es, tras superar la recesión asociada con la crisis financiera, ¿volverá el país a ser el mismo, a crecer con la fuerza que se le supone al principal motor de la economía mundial? 

La respuesta es que no, según el informe de JP Morgan El futuro de Estados Unidos ya no es lo que era (US future isn´t what it used to be). Sus últimas previsiones económicas asignan al país americano un alza en el Producto Interior Bruto de menos del 1,75% durante un el próximo lustro. De ser así, se trataría de la menor tasa de crecimiento desde la II Guerra Mundial.

Esta ralentización estructural de la primera economía del mundo no se debe a la crisis financiera desatada por el colapso de Lehman Brothers ni al drama económico subsiguiente. Proviene de varios factores, algunos ya conocidos como el envejecimiento de la población, otros menos destacados como la ralentización en la inversión en tecnologías, un factor clave para aumentar la productividad en los puestos de trabajo.

El potencial de crecimiento de PIB de cualquier país se compone del potencial de crecimiento de la oferta laboral y de la tendencia del crecimiento de la productividad. Ambos factores estarían a la baja, según los economistas Michael Feroli y Robert Mellman.

El primero, la fuerza laboral, cae, tanto por el envejecimiento de la población como por el reciente frenazo en la inmigración en Estados Unidos. El segundo factor, la productividad, quizá sea el que más preocupa en estos momentos. Esta cantidad de bienes y servicios producidos (de PIB) por cada hora de trabajo está a la baja en los últimos años. La década 1995-2005 vio, gracias a las nuevas tecnologías, un aumento rápido en la productividad, que llegó a alcanzar un tasa de crecimiento anual ajustada estacionalmente del 2,02%. Este ritmo de crecimiento se ha frenado fuertemente en la década posterior, 2005-2012, hasta el 1,12%. Fueron los años de la crisis, de la falta de puestos de trabajo, de la contracción del PIB... Pero es que el panorama no es mucho mejor en los próximos cinco años: El informe de JP Morgan estima una ligera recuperación de este factor hasta el 1,25 entre 2013 y 2017, muy lejos de la cifras de los buenos tiempos.

Esta caída en parte se debe al frenazo en la oferta de trabajadores. Si en 1995-2005 crecía a un 1,09% anual, de 2005 a 2012 lo ha hecho tan sólo a un 0,85%. Gran parte del problema es el descenso en el apetito migratorio hacia Estados Unidos, que ha llevado a que decenas de miles de inmigrantes ilegales se hayan vuelto a sus casas en 2008, 2009 y 2010, mientras que anteriormente el ritmo de llegada era de 500.000 anuales. Para el futuro cercano, 2013-2017, las estimaciones de Feroli y Mellman rebajan el crecimiento de la masa laboral al 0,50%. 

La reducción de la mano de obra podría compensarse con el aumento de lo producido por cada uno de los trabajadores. Eso suele conseguirse añadiendo el factor tecnológico en la ecuación. Sin embargo, las empresas invierten cada vez menos en investigación y desarrollo, y menos en la compra de productos desarrollados por otros. Mientras que en 1985 el aumento del gasto de las empresas en productos con propiedad intelectual aumentaba a un ritmo del 15% anual, en la actualidad el crecimiento es casi nulo, y lleva así más de una década. Los precios de las distintas tecnologías, sobre todo de las de la información, han caído de forma considerable. Esto ha supuesto un desincentivo importante en el progreso tecnológico. A menos tecnologías rompedoras en el lugar de trabajo, menos posibilidades de producir más y mejor.
Todo esto tiene un impacto claro en el crecimiento del PIB anual, que se estaría frenando de forma consolidada: desde el 3,11% de 1995 a 2005 al 1,97% de 2005 a 2012 y a una estimación de 1,75% de 2013 a 2017.

Quizá una de las conclusiones más interesantes de esta fotografía en el medio plazo es el impacto que puede tener la ralentización del crecimiento en la salida de las políticas monetarias expansivas de la Reserva Federal. El "banco central" estadounidense lleva ya tres planes de impresión de dinero (QE1, 2 y 3) y ha pasado de tener una cartera de menos de 800.000 millones de dólares a superar los dos billones en seis años. Ahora se está planteando ir reduciendo poco a poco el ritmo al que compra activos para inyectar liquidez al sistema, en la actualidad de 85.000 millones cada mes. Pero, ¿qué pasará con todos esos recursos, muchos de los cuales se consideran "recursos desperdiciados" (slack resources)? Los autores del informe opinan que la ralentización del aumento del PIB va a permitir que se absorban más rápidamente, lo que "hará que la normalización monetaria ocurra antes".
 

Fuente:

Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU( 
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