Mañana se cumple un año desde que el Presidente Sebastián Piñera realizara la mayor reestructuración de su gabinete con ajustes en ocho ministerios. Este cambio se convirtió en el más masivo desde 1998, año en que el ex Mandatario, Eduardo Frei, hizo un rediseño de igual número.
Hace un año, Joaquín Lavín pasó de Educación a Desarrollo Social, Felipe Bulnes de Justicia a Educación, Laurence Golborne dejó Energía y Minería para concentrarse sólo en Obras Públicas y Hernán de Solminihac pasó de Obras Públicas a Minería. Además, ingresaron Fernando Echeverría, a Energía, y Teodoro Ribera a Justicia.
El énfasis más político de la modificación se centró en la incorporación de los ex senadores de la UDI Andrés Chadwick y Pablo Longueira, a la Secretaría General de Gobierno y a Economía, respectivamente.
Hoy, el director ejecutivo de la Fundación Jaime Guzmán (FJG), Jorge Jaraquemada, dice que el ajuste "fue positivo, porque si bien fue un cambio de orientación en la definición original de darle un rasgo técnico al gabinete por sobre la competencia política, finalmente lo que hizo (Piñera) fue enfatizar lo último y se dio cuenta de que gobernar requiere de habilidades técnicas y también de mucha experiencia política".
Gonzalo Müller, profesor de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, agrega que fue necesario buscar soluciones a los "graves problemas" que enfrentaba el Gobierno.
Jaraquemada afirma que "el cambio fundamental tiene que ver con una mayor coherencia en lo que se quiere hacer y eso se ha comunicado mejor, lo que no quiere decir que todos los traspiés y las indecisiones se acabaron".
Ambos analistas coinciden en que con el ingreso de Chadwick y Longueira se materializó el perfil más político del Gobierno. Estos se sumaron a los ex senadores, Evelyn Matthei (UDI) y Andrés Allamand (RN), que llegaron a La Moneda a inicios de 2011.
"Los cuatro ingresos, pero particularmente los dos últimos, le dieron mayor solvencia en el ámbito de la coordinación política, pero no implica que se hayan acabado las descoordinaciones, a propósito del salario mínimo y la discusión al interior de los partidos de la Alianza", indica Jaraquemada.
En la misma línea, Müller comentó que "sin duda la experiencia política de estas figuras fue fortaleciendo al Gobierno, porque si bien no han cesado los errores, se aprecia una mayor capacidad de ordenar a los partidos que forman parte del Gobierno".
En relación a si la entrada de Chadwick y Longueira contribuyó a disminuir los roces entre la UDI y el Gobierno, Müller comenta que "la entrada de ambos, especialmente la de Longueira, permitió a la UDI mejorar su interlocución y representación en las decisiones de Gobierno".
En cuanto al apoyo ciudadano y según los datos de las encuestas mensuales de Adimark, el respaldo al Gobierno volvió a bajar en el primer mes del nuevo gabinete, pero desde entonces se ha mantenido en relativa estabilidad.
El año de Von Baer en el Senado: defensa de Piñera y frases polémicas
Una barra entusiasta repletó las tribunas del Senado cuando
A Ena von Baer (UDI) asumió el 2 de agosto de 2011 en el cupo dejado por Pablo Longueira, después de que éste pasara al gabinete como ministro de Economía.
Los aplausos que recibió aquella vez la ex vocera de La Moneda contrastaron con el recurso que horas antes habían entablado sus nuevos colegas opositores ante el Tribunal Constitucional para intentar evitar que ocupara el escaño.
A la vuelta de casi un año, este último sector sitúa a Von Baer entre los "escuderos" que el Gobierno tiene en el Congreso.
Desde su pupitre, esta doctora en ciencias políticas -que registra un 100% de asistencia a las sesiones- ha apoyado invariablemente los proyectos de ley más emblemáticos del Ejecutivo.
Con la misma energía, ha defendido al Presidente Piñera frente a críticas provenientes incluso desde la propia Alianza.
Más de una vez, sus declaraciones han generado revuelo en los ámbitos político y ciudadano.
En marzo, por ejemplo, durante el debate de un proyecto que buscaba despenalizar el aborto terapéutico, dijo que, cuando está embarazada, la mujer "presta el cuerpo" para permitir el desarrollo de quien lleva en su vientre.
La historia se repitió esta semana cuando dijo que, "si nos preguntan, vamos a tener que dar las direcciones de los diputados y de los senadores de la Concertación" que rechacen eventualmente el reajuste del salario mínimo.
En ambas ocasiones, Von Baer, de 37 años, dijo que sus palabras habían sido interpretadas de manera errónea.
En el ámbito partidario, la senadora es encasillada al interior de la llamada generación de los "capitanes" de la UDI. El grupo está conformado por dirigentes y parlamentarios jóvenes que tienen una influencia creciente en la colectividad.
Durante los próximos meses, Von Baer centrará parte importante de sus esfuerzos en su eventual candidatura al Senado por Santiago Oriente, donde pretende competir con el actual alcalde Manuel José Ossandón, una de las cartas fuertes de RN para las legislativas de 2013.
Texto: María Cristina Romero y Marcelo Pinto. / Foto: César Silva.
Saludos
Rodrigo González Fernández
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