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viernes, junio 17, 2011

LA INCREIBLE Y ESCANDALOSA CAIDA DE PABLO ALCALDE

EL AHORA SIMBOLO DE LA CORRUPCION EMPRESARIAL

De héroe a villano,la historia de Pablo Alcalde

Estuvo a la cabeza del resurgimiento de La Polar e hizo crecer fuerte a la firma en una década. Hoy está ampliamente cuestionado por el mercado y la propia empresa. Ésta es su historia.

 

Por Cristián Rivas N.

La última semana está entre las más difíciles que ha enfrentado Pablo Alcalde Saavedra (59) en su historia como ingeniero comercial. No es para menos. En apenas siete días y desde que La Polar reconoció problemas en su cartera de créditos, las noticias no han parado. Primero el directorio lo sacó de la presidencia de la firma, reemplazándolo por Heriberto Urzúa. Luego le pidieron su renuncia como director en varias oportunidades, cuestión que hasta ahora no ha aceptado y lo ha hecho marginarse de los últimos directorios, contratando la asesoría legal de Jorge Boffil. 
Lo último: ayer trascendió que la compañía le revocó todos los poderes que tenía desde que asumió su último puesto en la presidencia en noviembre de 2009.

Por eso, no es extraño escuchar de voz de sus secretarias -una en la oficina de El Golf 99 donde comparte instalaciones con Hans Eben, Vittorio Corbo y Jorge Desormeaux; y otra en dependencias de La Polar, en Renca- que no se le ha visto en los últimos días. Sus cercanos cuentan que ha preferido mantenerse alejado para pensar de mejor manera sus reacciones, cuestión en la que sus amigos más cercanos no lo apoyan, pues varios incluso lo han incentivado a que entregue su versión detrás del escándalo financiero que está remeciendo al mercado. Pero eso no ha ocurrido y muy por el contrario, todos los días se han ido conociendo múltiples historias y una trama que todavía tiene mucho por donde desmenuzarse.

Esas mismas historias son las que todavía algunos no terminan de creer. Sobre todo miembros del directorio de la compañía en esos años, quienes advierten que el cuadro que se ha ido dibujando dista enormemente de la imagen que el propio Alcalde se fue construyendo en la última década.

"Pablo es un ejecutivo con mucho liderazgo, empático, carismático y muy cercano a su familia. Estoy muy choqueado con todo esto que está pasando. Racionalmente sé que es difícil que alguien pueda decir que no sabía lo que estaba pasando, pero no me cuadra con su forma de ser", dice un ex director de la firma.

El ascenso


Alcalde llegó a la compañía los primeros días de enero de 1999, reclutado por Raúl Sotomayor y Norberto Morita, quienes estaban a la cabeza del fondo Southern Cross y habían cerrado la compra de la firma con los proveedores que mantenían un largo proceso de quiebra. Su llegada estuvo asociada a un proceso de head hunting, aunque también se dice que su nombre fue muy recomendado por amigos cercanos a Sotomayor.

Su arribo en todo caso no significó un perfil público más activo para él, que venía de desarrollar negocios junto a su hermano, tras haber dejado la vicepresidencia de Forus, firma de su primo Alfonso Swett, un par de años antes. Al contrario. En su entorno describen a Alcalde como una persona más bien retraída y celosa de su exposición pública. Por eso es que bien poco se supo de él, salvo que estaba muy dedicado a hacer crecer y rentabilizar la inversión del fondo.

Por logros no se quedó. Al asumir en La Polar se encontró con una compañía que mantenía 12 tiendas, con unos 280 mil clientes e ingresos en torno a los $ 50 mil millones anuales. Lo que se tiene 10 años después es una cadena abierta a bolsa, con 43 tiendas en Chile (más una en Colombia), unos 580 mil tarjetas activas, y ventas que sobrepasaron los $ 500 mil millones en 2010, según la memoria 2010 de la firma, información de la que sin embargo ahora muchos dudan.

De acuerdo a fuentes de la empresa, Alcalde siempre aseguraba que los números que se entregaban en cada uno de las reuniones de directorio eran correctos. Además, dicen que respaldaba con dientes y muelas la labor de la administración ejecutiva y su profesionalismo. "En general, defendía con mucha fuerza a su gente, era muy apasionado en eso", cuentan algunos directores, quienes se sentían confiados con las presentaciones que se les hacían sobre la situación de la empresa.

Por eso mismo es que cuando Southern Cross se salió de la propiedad, él se mantuvo en la gerencia y luego asumió un cargo directivo, poniendo en su reemplazo a quien lo había secundado durante muchos años en la gerencia comercial, Nicolás Ramírez. 
Él mismo describió en una entrevista hace dos años que su círculo más cercano en la firma, estaba integrado además de Ramírez, por Daniel Meszaros (compras), María Isabel Farah (administración), Santiago Grage (finanzas), Pablo Fuenzalida (informática y logística) y Julián Moreno (productos financieros).

La brusca caída


Pero la positiva imagen que se armó el mercado y sus cercanos en la última década terminó fuertemente en entredicho en apenas siete días. La principal queja del mercado es que es prácticamente imposible que él haya desconocido lo que sucedía con el negocio financiero y las provisiones, más todavía porque hasta los días previos continuaba defendiendo su gestión frente a los cuestionamientos que comenzaban a asomar con fuerza.

De hecho, desde la banca cuentan que hay bastante indignación y no sólo porque se mintió en los estados financieros, sino porque Alcalde se reunió con reprsentantes de algunos bancos el mes pasado para explicarles que la situación de la compañía, en términos de provisiones y riesgos crediticios era sana y óptima, esto luego de que una de las entidades recortara sus líneas de crédito, levantando las sospechas en el resto.

En medio, varias otras versiones lo acusan de haber vendido acciones conociendo la situación por la que atravesaba la compañía, sin embargo, desde su círculo de asesores cuentan que si bien tuvo participación como parte del proceso de stock options abierto por Southern, se desprendió de esa participación -en torno al 18% junto a otros ejecutivos y directores- en paralelo a cuando se salió del fondo en el año 2006. Posteriormente tuvo otras participaciones de menor valor, pero que fueron liquidadas bastante tiempo antes, dicen.

¿quien es?

Pablo Alcalde Saavedra, es un ex alumno del Colegio Verbo Divino e ingeniero comercial de la Universidad de Chile, casado, cinco hijos y amante del fútbol, particularmente de Unión Española, cuentan sus cercanos.
En la universidad compartió aulas con el ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre y empresarios como Bernardo Matte y Gastón Cummins, además de otros nombres reconocidos como el actual gerente general de Hites, Ricardo Brender.
Su historia profesional partió en el Banco Constitución -que luego pasó a llamarse Banco Edwards- donde ocupó distintos cargos hasta que a mediados de los '80 emprendió rumbo propio junto a sus hermanos, al formar una firma pesquera.
Su primer acercamiento con el retail lo tuvo en 1990 la vicepresidencia de Forus, el grupo de empresas que pertenecían a su primo Alfonso Swett, y que manejaba marcas como Hush Puppies. Pero seis años más tarde volvió a los negocios personales junto a sus hermanos, hasta que en 1998 fue contactado por Southern Cross para asumir la gerencia general de La Polar, donde incluso le dieron la opción de participar como accionista.


Fuente:

CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
 
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3 comentarios:

  1. Anónimo6:54 p. m.

    Hola, mi nombre es ******. Trabajo como asesora de hogar en la casa de don Pablo hace bastantes años y puedo decir que desde el año pasado que las cosas han estado raras aquí en la casa. Me ha tocado ver grandes peleas entre los patrones y siempre por temas de la polar. Ahora, desde que se supo en publico esto que don Pablo no ha vuelto a la casa, le escuche a otra nana decir que anda arrancado, pero es muy raro todo lo que esta pasando. Ya nos dijeron que algunas de nosotras nos tendremos que ir porque se vienen recortes de presupuesto. Incluso la casa que se estaba remodelando aqui en Chiñihue quedo botada y a los maestros los despidieron. Ayer escuche a la sra Maria Ines decir que parece que van a tener que vender la casa de la playa tambien. Si me echan por esto no me importa, prefiero que me paguen ahora y nosalir despues sin plata.

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  2. Anónimo6:53 p. m.

    Como indiqué, muy interesante la red de contactos y familiares que tiene.

    ¿Qué hay respecto a los hermanos...?

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  3. Sylvia Bain4:34 p. m.

    Sylvia Bain.
    Califico el anónimo como una infamia inigualable pues, me consta personalmente, que ninguna de los o las empleadas de Dn. Pablo Alcalde diría algo semejante pues sólo tienen gratitud hacia él. Son pocos los patrones que dejan su propia casa a sus empleados para reconstruirles las que se les terremoteó. Menos son las familias en que las nanas duran 30 0 más años y a las que se les tiene toda clase de consideraaciones. Personalmente me consta, conociéndolo más de 32 años, que no sólo es una persona de bien que de lo único que puede haber pecado es de confiado porque como persona bien nacida que es, cree que todos quienes les rodean son dignos de ella. Por lo contrario, quienes se escudan tras un anónimo, son cobardes que no pueden dar la cara porque aplicando el chilenismo "el fraile cree que todos son de su aire y el ladrón de su condición". Puede estar pasando un momento difícil pero, entero, con su familia y en su casa y contando con la confianza de todos quienes verdaderamente le conocen. Siento que en nuestra sociedad haya lugar que enloden a matrimonios y familias honradas que por tema de envidia y/u oportunismo no trepiden en tirar lodo a quienes no lo merecen. Bien lo saben todas aquellas personas a quienes anónimamente ambos han ayudado en momentos difíciles en las crisis del 80 y espero que sepan dar la cara y actuar con el debido respeto y gratitud hacia quien en algún momento les tendió una mano.
    Tanto Dn. Pablo Alcalde, su señora y sus hijos, pueden mirar tranquilos de frente, confiados que una vez pasen las pasiones y las malas lenguas, la verdad terminará por imponerse.
    Mal me parece que un medio acepte además, comentarios anónimos, pues no demuestra ni seriedad ni responsabilidad al no poder constatar sus fuentes.

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